Capítulo 2

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-Erick Colón.- Dice Israel mientras toma asiento en una de las sillas del escritorio y voltea el ordenador de su hermano mayor. Escribe el nombre en el buscador, apareciendo así más de diez mil resultados sobre el joven. Hace click en el primero y le muestra a Joel.

El rizado observa la página dándose cuenta de que es el sitio oficial del chico.
Por lo que lee, Erick Colón consigue arreglar matrimonios para las personas de cualquier nivel, investiga muchas opciones de pareja que se asemejen a lo que buscan las otras y estén de acuerdo con el contrato, éste, tiene un lapso de tiempo de cuatro meses, es decir, que la pareja arreglada dejará de estar casada en cuanto esa fecha se cumpla.

Unas últimas palabras que le llamaron la atención fueron:

"NO se puede anular el contrato antes de la fecha susodicha."

Seguido del número de teléfono de la persona a cargo de todo eso, el cual Joel apunta en el suyo.

Trató de investigar un poco más sobre Colón, pero en todas partes se encontraba escrito "Sin datos", "No se encuentran resultados de su búsqueda", algo que se le hizo muy extraño, sin embargo, no iba a preocuparse por eso, lo que necesitaba era encontrarse con esta persona lo antes posible. Israel seguía atento a las reacciones de su hermano mayor, eso era algo que lo divertía mucho.

-Y..¿Bien?, ¿Llamarás?- Pregunta intrigado el chico. Joel rodó los ojos, su hermano era muy irritante.

-Será después de terminar mi trabajo.- Israel aplaude exageradamente con una sonrisa en el rostro mientras da saltos en la silla. -Así que te agradecería que salieras de mi oficina y me dejes trabajar.

-Está bien, está bien.- Dice mientras se levanta regañadientes. Joel suelta una risa divertida y su hermano lo mata con la mirada mientras abre la puerta y se retira del lugar.

Joel regresa su mirada a la pantalla iluminada de su teléfono la cual mostraba el número de Erick. Suspiró mirando los digitos y se cuestionó si debía llamar ahora o después. Para cuando volvió a la realidad, ya se encontraba con el movil pegado a su oído derecho, llamando.
Dos tonos, tres tonos, cinco tonos y escucha cómo una voz masculina del otro lado habla.

-Habla Erick Colón, ¿Qué necesita?- Su respiración se corta al escuchar aquéllo. Siente su corazón palpitar de forma acelerada y no entiende por qué, sólo es un chico, y no está interesado en chicos.

Aclara su garganta tratando de recuperar el aliento. Se arma de valor.

-Hola, mi nombre es Joel Pimentel, y necesito su ayuda señor Colón. Me han recomendado acudir a usted para esto, por lo que tengo entendido, arregla matrimonios. Me gustaría que nos encontraramos.

-¿Dónde y cuándo sería el encuentro?- Pregunta un ojiverde sentado en su sofá acariciando a su gato que se encontraba sobre su regazo. Si, muy de película.

-Mañana a medio día, en Rox&Def.

-¿El restaurante que sirve helado como postre gratis?

Joel asiente, pero luego se da cuenta de que Erick no lo puede ver. Ahora se siente idiota.-Sí, ese.

-Perfecto, ahí nos vemos Joel.- Posteriormente se corta la llamada.

Después de esa llamada, se concentró en terminar su trabajo.
Cuando llegó la noche, observó detrás de él a través de su ventanal, la gran ciudad que lo rodeaba. Hacer eso todas las noches era algo que lo relajaba de una manera reconfortante. A veces pensaba en lo triste que era ser padre desde tan joven, el error que cometió al querer hacer algo apresurado, las consecuencias de sus actos. Luego recordaba que Max era su razón de seguir adelante, por él y por su familia era que aceptaba todo esto. La empresa fue lo que levantó a la familia y trabajaron duro para mantenerla estable. No permitirá que un simple contrato les quite todo lo que tienen.

Solo debe encontrarse con Erick, casarse, aunque no lo quiera creer él mismo, lo tendrá que hacer, por último ir con Francis.
Aunque también deberá soportar estar casado por 4 meses con una persona la cual no estará enamorado. Y eso es algo que lo agobia.

Al llegar a su casa sonríe con sinceridad al ver a su hijo de 7 años correr hasta él para recibirlo con un gran abrazo.

-¡Papi!- Max ríe cuando sus pies se separan del suelo y su padre le da vueltas por el aire.

Definitivamente era lo que Joel necesitaba para sacar de su cabeza todo ese día tan confuso.

-¡Campeón!- Lo deja en el suelo y caminan hacia la entrada. -¿Cómo te fue hoy en la escuela?

-¡Muy Bien!¡La Maestra dijo que fui el mejor leyendo!- Dice el pequeño rizado con una gran sonrisa en el rostro.

-¡Eso es increíble, Maxi!- Dice dedicandole una sonrisa orgullosa.

Entrando a su casa saluda a sus padres, los cuales ya estaban en la cocina para cenar.
Los platos se sirvieron en la mesa y todos se sentaron para comer.

-Joel, ¿ya pensaste en lo del contrato?- Su padre es quien acaba con el silencio.

-Sí, pero, ¿por qué no me lo contaste antes?

-Pensaba en hacerlo, pero no encontraba la forma..- Trata de pronunciar con torpesa -Se que es algo muy precipitado, pero fue algo que firmé cuando estaba desesperado por levantar la empresa, y creo que olvidé contarte todo.- Lanza un suspiro.

-Y ahora tendré que casarme en unas semanas.- Termina Joel.

Max lo ve con los ojos muy abiertos y llenos de brillo. -¿Tendremos una familia, papá?

Esposo por contrato • Joerick • TerminadaWhere stories live. Discover now