Capítulo 13

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Estoy tan cerca de él que podría tocar su nariz con la mía fácilmente, mi cabeza sólo tiene un objetivo, besarlo, quiero besarlo de nuevo, quiero sentir su labios suaves e intensos moviéndose contra los míos, mis manos viajan hasta su cintura y lo agarro firme presionando con mis dedos.

-¿Q-qué haces, Joel?- Su voz tiembla por los nervios.

La mía también. -Algo que me vuelve loco hacer.- Susurro contra sus labios.

Mis boca choca con la suya desesperada, Erick trata de seguirme el ritmo con la misma desesperación, sus manos se enredan en mi cabello y juguetean con cada rizo, mi lengua se abre paso hasta la suya y recorre cada espacio de su boca. No sé si sentir esto está bien, tomando en cuenta que en tres meses más tendremos que cortar vínculo que nos una al otro, pero  lo que sí sé, es que lo haré sentir de la misma maldita forma en la que me hace sentir a mí, nos volveremos locos juntos.

El sonido de un celular hace presencia en la habitación, no quiero contestar y tampoco quiero que conteste, pero está claro que yo no lo controlo. Se separa poco a poco y me mira sonrojado y con los labios hinchados. -Esto no está bien, Joel, tú y yo no somos pareja real.- Susurra avergonzado.

No, no lo somos, pero está claro que aquí hay algo más, Erick.

Sonrío. -Cuando tengas que contestar una llamada, acuérdate de éste momento.- Finalizo y camino hasta la salida, sí esta bien, está más que bien hacer eso y lo volvería a hacer una y mil veces más, eso es lo que me aterra, tener la necesidad de hacerlo todo el tiempo.

(...)

Mis pies se dirigen hasta la cocina, donde escucho a Maxi, el cual estaba haciendo tarea en ese momento, hablando ¿con alguien?, ¿hablando sólo?

Con el menor ruido posible me acerco hasta la puerta de la cocina y empujo un poco la madera para poder ver algo. Max está sentado en el comedor con sus cuadernos por todas partes abarcando todo espacio, su frente tiene unas pequeñas arrugas, su boca esta levemente fruncida en un puchero y sus ojos reflejan molestia.

-¿Por qué hace eso?, ¡¿cómo lo hace?!- Se susurra en forma de grita a si mismo. Me confundo y trato de escuchar mejor. -¡Es un idiota!- Mis ojos se abren como platos, él nunca dice ese tipo de palabras. -¡Yo no lo molesto a él!, ¡No le hago nada como para que me moleste tanto!, ¡Richie, es un imbécil sin cerebro!- Esto último lo grita un poco más fuerta golpeando las palmas de sus manos contra su cuaderno enojado.

-¿Quién es Richie?- Erick se adelanta y pregunta antes que yo entrando a la cocina.

-¡Él!- Nos muestra su cuaderno y señala furioso una hoja con rayones gigantescos y colores por todas partes, un desastre. -Siempre me está molestando.- baja la voz al darse cuenta el tono que había usado.

-¿Qué más te hace, Maxi?- Dice Erick posando su mano en la espalda del pequeño. Nunca lo he dicho, pero siempre que muestra interés en él, me encanta.

-Al principio rompió la cabeza de mi conejito de peluche, Kim, después me empujaba por los pasillos de la escuela, y ahora arruina mis cuadernos.- Se voz se quebra. -Lo peor, es cuando besa mi mejilla y me dice que lo siente, su rostro se pone rojo y se va corriendo, hace que se me revuelva el estómago y mi cara queme.

Mi cabeza estaba dando vueltas, no estaba entendiendo nada, y Erick tampoco. -¿Dices que ese niño te molesta todo el tiempo, pero después de hacerlo, te da un beso en la mejilla y se va corriendo?- Hablo yo.

Maxi asiente.

Erick me mira de reojo sin saber qué hacer al respecto, y yo tampoco tengo idea de qué hacer.

-El profesor nos puso en parejas para una exposición, Richie le dijo algo en el oído, se fue a su lugar cuando el profesor asintió, y entonces anunció las parejas, me puso con Richie.- Dice esto último con una mueca de desagrado.

Erick sonríe, sé en lo que está pensando, yo también creo lo mismo. -Maxi, creo que a ese niño le gustas.- Max lo mira completamente alarmado.

-No no no no no no no- Niega rápidamente. -¿Acaso escucharon lo que dije?- Levanta las manos exagerando su declaración.

-Sí- Le digo tomando una silla para sentarme junto a él. -Maxi, cuando estás pequeño, y te gusta alguien, lo primero que haces es molestar a esa persona, al no saber cómo decir lo que sientes, terminas haciendo las cosas completamente al revés.

-Pero a mi no me gustan los ni..- No termina de hablar, se queda procesando sus palabras en su cabeza.

-No necesitas pensar en eso ahora si no quieres, solo recuerda que no está mal querer a una persona, independientemente si es niña o niño, Maxi, tú piensa en que esa persona te va a querer tanto como tú la quieres y no importarán los comentarios de los demás, sólo ustedes dos.- Erick toma la mano del pequeño rizado de ocho años y lo mira con ese brillo que Maxi esperaba tener en su vida.

Ahora lo puedo ver, Maxi quería, necesitaba, anhelaba tener esa persona que complementara su vida. Completamente su familia.


Esposo por contrato • Joerick • TerminadaWhere stories live. Discover now