Esposo por contrato • Joerick • Terminada

Capítulo 10

Mierda. ¿Por qué dijo eso?

El rizado comienza a balbucear y ponerse nervioso. -Y-yo n-no..-

El ojiverde ríe y decide caminar hasta la ventana. -Esta bien.- Pronunca sin girar.

-Lo siento.

-Esta bien.- Vuelve a repetir, esta vez girando y penetrando con su mirada verdosa al mayor.

Joel sonríe aliviado de no haber incomodado a Erick. Deja caer su cabeza hacia atrás sin saber qué decir ahora.
Una vez más el azabache ríe jugando con sus anillos. Y como por arte de magia, el anillo cae al suelo rodando hasta los pies de Joel.

El ojiverde trata de acercarse a tomarlo, antes de que llegue, Joel ya lo tenía en sus manos, caminó unos pasos y llegó al menor. Tomó la mano del contrario, más específicamente, en la que llevaba puesta la pequeña joya. Un escalofrío recorrió todo el cuerpo de Erick haciendo que temblara. La comisura de los labios del mayor se levantó un poco en una rápida sonrisa al notar lo que su tacto causó.

Deslizó el anillo en el dedo del menor hasta llegar al inicio del dorso de la mano. Inconscientemente acarició el anillo puesto en la mano del ojiverde.

-Gracias.- Sonríe.

-Papi, cuando le pediste que se casara contigo, ¿no le regalaste un anillo?- Pregunta Max desde la puerta curioso, exaltando a los mayores frente a él, Joel suelta la mano del ojiverde y los dos voltean hacia el pequeño que se adentraba a la habitación con su mirada todavía curiosa.

-Sí, bonito.- Habla el azabache. -Éste.- Se acerca al pequeño rizado y le muestra el anillo que Joel le estaba colocando. Sí, estaba mintiendo con lo del anillo.

Max, sonríe y suelta un grito de emoción, saltando a los brazos del ojiverde, haciendo reír a los otros dos.

Pero, Erick se daba cuenta, con sólo unas horas de conocer al pequeño rizado, que la sensación de felicidad que le comparte con su sonrisa, al poder tener lo que siempre deseó, le era satisfactorio.