Capítulo 11

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1 mes después.

-¡Corre!, ¡Se te hace tarde Maxi!- Exclama un ojiverde aún vestido con su pantalón de pijama y el cabello revuelto. Tanto a él como a su nuevo hijo les ganó la flojera matutino, causando la tardanza en levantarse de la cama. Hasta que observó el reloj y se dio cuenta que faltaban tan sólo cinco minutos para que le cerraran la puerta en la cara al pequeño en la escuela.
Y si Joel se entera, siendo la primera vez que lo deja a cargo de llevarlo temprano a clases y el pequeño no llegue a tiempo, lo mata. El rizado, al ver la confianza de su pequeño con Erick, decidió que no debía preocuparse por ello y los dejó juntos. Lo que no sabe es que lo dejó con alguien que se toma la responsabilidad de un hijo, muy a la ligera.
El ojiverde saltó de la cama, a como salió de ella corrió a la habitación del pequeño a tropezones y se alivió un poco al ver que ya estaba despierto, sentado en la orilla de su pequeña cama. Max, confundido por la actitud de su padre, se vistió. Los dos corrieron hasta la puerta principal. El ojiverde jalando del brazo del pequeño ligeramente para apurarlo.

"Lo llevaré en el auto nadie prestará atención a mi vestimenta."

Al salir hasta el portón principal de la mansión, sus pensamientos se hicieron añicos al notar a los paparazzis, que al parecer aún no dejaban de dar noticias sobre su reciente casamiento. Sin importarle cómo lo vieron, se apresuró hasta llegar a su auto y le abrió la puerta trasera al pequeño, lo abrocho y segundos después ya habia puesto en marcha el coche. La escuela no estaba muy lejos, si aceleraba llegaría a tiempo.

El pequeño en la parte trasera rió un poco al notar la desesperación del azabache que conducía a brutal velocidad. Luego tiró una fuerte carcajada sobresaltando al mayor.
-Hoy no tengo clases, papi.

Frenó bruscamente haciendo que el cuerpo del pequeño casi chocara con el asiento delantero y su cara cambiara drásticamente a una de terror. Creyendo haber escuchado mal, pregunta. -¿Qué es lo que me has dicho?- Sus mirada conectan en el retrovisor.

Max suspira.-Hoy, es sábado, papá.- Se encoge de hombros. Luego mira al azabache sonriendo con inocencia.

Erick trata de procesar las palabras de Max.
Su expresión seguro era graciosa, ya que Max soltó una gran carcajada que llenó sus oídos. Contagiandose por las risas del pequeño, dejó caer su cuerpo, antes tenso, en el respaldo del asiento relajándose un poco.

"¡Que idiota!, por eso el despertador no sonó"

Su palma chocó con su frente y luego observó al pequeño, riéndose de él, recargado en el asiento.

Regresaron a la mansión y desayunaron juntos. Después se tiraron en el sofá y vieron unas cuantas películas.

Hasta que llegó Joel. Su temporal esposo.

Esposo por contrato • Joerick • TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora