Capítulo 12

16.3K 2.3K 553
                                    


Sintió sus parpados más ligeros, al igual que su cuerpo, su cabeza ya no dolía, se sentía mucho más aliviado, desde que despertó de su coma se había descuidado demasiado y eso aún le repercuta en su cuerpo, esa había sido una muy deleitante siesta.

Abrió sus ojos y se removió estirándose un poco, vio la gran manta sobre él, eso lo hizo enternecer al saber quién seguramente lo había hecho, se levantó y encamino a la cocina en busca de cualquiera de los peli verdes.

Antes de entrar, escucho una risueña risa proveniente de su pequeño, se asomó con levedad y vio como este se hallaba sentado en el regazo del pecoso, riendo y conversando animado con esto, al menos podía sentirse aliviado que el pecoso y el infante se llevasen bien.

No quería que su pequeño pasase por lo mismo que él, estaba seguro que mataría al pecoso a la primera muestra de indiferencia hacía el infante, pero no parecía ser el caso, este estaba más que animado mimando al niño entre sus brazos.

Entro a la cocina y ambas mujeres lo vieron y sonrieron en manera de saludo, Izuku lo vio y siguió con la mirada, Katsuki bostezaba camino a la tetera dispuesto a calentar agua para su te.

Izumi se percató de la presencia de su madre y le sonrió alegre al verlo más fresco que aquella mañana, después de todo el infante percibía ese semblante cansado del rubio.

—¿No le estas causando problemas a tu papa o sí?

Aproximándose al sonriente pequeño alboroto sus cabellos, recibiendo una traviesa sonrisa de parte de este, Izuku sintió su estómago alborotarse por la cercanía del rubio, le pareció tierno como este se hallaba con ambos.

—No, papa es divertido.

El rubio suspiro, volvió a la tetera y se percató de la presencia de las dos mujeres, sobre todo su madre quien saludo con una sonrisa que siempre le molestaba, hasta cierto punto, el rubio estaba hastiado de la presencia de las dos mujeres, sobre todo su madre.

De no haber Izuku perdido la memoria, estaba seguro que no les hubiera dejado ir a su casa en un mes, quería recuperar todo el tiempo perdido, pero no, Deku era un inútil sin recuerdos y ambos muy pronto debían volver al trabajo.

—Izumi ¿no debes darte un baño?

El infante tembló ante aquella pregunta, esperaba que con el drama que sus padres habían tenido en la mañana al rubio se le olvidase, Kacchan se aproximó a él y lo tomo de su camisa para que no huyese — como trato de hacer— lo olio y en efecto, el chiquillo olía mal.

—¡Vete a dar un baño ahora!

Molesto por casi ser engañado el infante asintió resignado, el pecoso y su madre se ofrecieron a ayudarlo, así los tres peli verdes se encaminaron al primer piso dejando a madre e hijo solos en la cocina.

Kacchan se sirvió su té y sentó frente a su madre, conocía su mirada, en cualquier momento soltaría un muy molesto sermón según él.

—¿Cómo estás?

—Quitando que mi esposo no recuerda nada de nuestra relación, parece que no siente nada por mí y además debo lidiar con mis instintos y hormona omegas necesitadas de mi alfa, excelente.

El rubio hablo con algo de sarcasmo mientras daba un gran sorbo del té, la mujer suspiro preocupada, se imaginaba que algo así era el problema que tendría su hijo, lo notaba con solo ver su semblante y olfatear su amargo aroma.

La mujer se inclinó y palmeo la cabeza del muchacho en señal de apoyo, conocía a Izuku y sabía que de tener memoria nada de eso estaría pasando, pero debía ser paciente, no podía enloquecer, no era su culpa.

Recuérdame - Omegaverse (DekuKatsu) TERMINADAOnde histórias criam vida. Descubra agora