Recuérdame - Omegaverse (DekuKatsu) TERMINADA

Capítulo 41

Ambos se hallaban incrédulos, estáticos y Kacchan estaba seguro que vomitaría en cualquier momento, no sabían que decir, mucho menos Deku, esto era un sentimiento demasiado nuevo, apenas recordó el cómo se enteró de la concepción de Izumi, ahora había otro pequeño en camino.

Sintió como Kacchan estrujo su mano con fuerza y hacia una mueca de asco, lo ayudo a levantarse alzándolo y lo llevo al baño en la habitación, una arcada y ya estaba vomitando su desayuno.

Era una combinación entre síntomas y estrés, Izuku lo veía preocupado aun sin saber que decir o hacer, el omega ya por bajo la palanca y tocio mientras limpiaba su boca con papel.

—Ni una palabra

—Kacchan yo...

—Me refiero al conejo... ese mocoso es tan tonto que puede que no lo tome bien.

Deku se sorprendió un poco, pero asintió sabiendo que Kacchan lo decía por un motivo importante, para ese punto confiaba ciegamente en el juicio de su esposo. ambos salieron del baño y Kacchan comenzó a vestirse dispuesto a salir de ahí por su cachorro.

Lo veía atento en cada movimiento, como alzaba su sudadera a punto de ponérsela le temblaron las manos, se aproximó a él y su aroma le llego haciendo que por inercia lo abrazase por la cintura.

Lo escucho sollozar y solo pudo hundir su rostro en el cuello del omega mientras lo escuchaba lloriquear.

—Es mentira...

—No lo es amor...

—Yo debería poder...

—Kacchan, si, si puedes y mira, tendremos otro...

—Otro cachorro...

La voz solloza de su omega se escuchaba con mucho anhelo, eso le alegro, porque significaba que no era el único deseoso por esa noticia, estaba alegre, más que eso, quería gritar lo feliz que estaba a los cuatro vientos, pero debía ser paciente, porque su omega aún estaba digiriéndolo y eso no le sería fácil.

Ambos ya más tranquilos se miraron y el alfa le sonrió de manera dulce, cosa que su omega aprovecho y dejo que lo resguardase por unos momentos entre sus brazos, aun respiraba un poco irregular y trataba de calmarse, sabia lo intuitivo que era su cachorro, fácilmente notaria que algo ocurrió y aun no sabía cómo tomaría la noticia.

Siempre fue claro con el hecho que puede que jamás tendría un hermanito, no solo eso, algunos cachorros eran posesivos y muy celosos con la idea de compartir a sus padres con otro cachorro, aun debía pensar en cómo darle la noticia.

Se encamino ansioso a la habitación donde se encontraba su cachorro, al entrar este estaba sentado en la orilla de la cama ya con la ropa que Izuku le había traído y con sus pequeñas manos vendadas, sin importarle que el doctor pretendía dirigirse a ellos, el omega se aproximó y tomo en brazos a su cachorro resguardándolo en sus brazos.

—¿Cómo te sientes conejito?

El pequeño bajo la mirada un poco decaído y poso sus pequeñas palmas frente a él moviéndolas con algo de dificultad.

—¿Estas bien? ¿No te lastimaste?

El omega vio preocupado al infante y lo dejo hundirse en su hombro y estrujarlo con fuerza, no lo culpaba, había estado muy asustado y dejo verlo en un momento de debilidad, Deku se aproximó a ambos y tomo una de las manos del menor.

—Tu mama es muy fuerte, al igual que tú, ya me conto que fuiste muy valiente.

—Me duele mucho... mama fue el valiente, yo no sé cómo...

—Es tu quirk.

El pequeño vio sorprendido al omega con eso, porque aun no lograba asimilarlo del todo, sus manos ardían y el doctor dijo que él se lo provoco, pero eso no significaba que después del claro trauma pudiera comprender lo que eso significaba.

—Sera un caos.

Deku suspiro con eso y el omega sonrió triunfante porque el pequeño compartía su quirk, el infante sonrió y siguió abrazado de su madre omega, quería ignorar todo y disfrutar su aroma y apapacho.

—Tiene quemaduras de segundo grado, por fortuna se le trataron a tiempo y no dejara marcas y sanaran en un par de días gracias al medicamente que se le aplico.

—¿Segundo? Kacchan tu a esa edad no tenías quemaduras tan fuertes.

—La explosión fue bastante fuerte, logre hacer una como esa ya por secundaria y acumulando mucho sudor.

—En efecto, el pequeño crea nitroglicerina en un porcentaje mayor al que se registró en su caso, la adrenalina y el hecho de encontrarse agitado y con pánico, hizo que el sudor de sus palmas y por alguna razón sus brazos soltasen tal explosión, le será difícil crear otra como esa en un tiempo, recomiendo ayudarlo a acostumbrarse a las pequeñas explosiones y de ahí partir para que no sufra más quemaduras como estas.

Con eso el doctor les dio un registro aún más detallado del quirk del infante, cosa que ambos leyeron atentos, sobre todo porque prontamente deberían tomar aún más precauciones que antes, además de que Deku estaba algo nervioso por el caos que sería su hogar con eso.

Las peleas entre los dos, omega y cachorro solían ser algo intensas, estas se convertirían en una guerra de explosiones.

Pequeño con quirk tranquilo y personalidad relajada era lo que Deku anhelaba en esos instantes.

Llegaron a casa y con toda la conmoción los tres terminaron rendidos sobre el sofá, Kacchan se recostó sobre Deku dejando que este lo resguardase e Izumi se escabullo entre los brazos del omega dejándose ser protegido por los dos mayores, después de una noche llena de miedo e incertidumbre los tres necesitaban ese momento de paz y resguardo.

Ambos se vieron mientras el infante jugueteaba con las manos del omega, las veía curioso, porque su mama hacia explosiones de manera tan cotidiana, y sus palmas continuaban suaves y lizas, mientras que el tenía sus manitas quemadas ¿estaría defectuoso?

—¿Por qué a mama no le duele?

—Porque llevo años haciéndolo renacuajo, a tu edad también me queme las manos.

—¿en serio?

Asintió y vio al infante sonreír aliviado mientras continuaba con su jugueteo, se giró a Deku y leyó su mirada de manera fácil, tenían que discutir sobre la noticia de aquella mañana, ambos aún estaban en shock por ello.

No solo eso, el pequeño entre los brazos de ambos aun no tenía idea de ello, sabían que debían decirle, por derecho debería ser el primero en saber ajeno a sus amigos y madres.

—Oye conejito...

Kacchan decidió ser quien iniciara la conversación, consideraba a Deku aún muy idiota para ser el quien lo hiciera, cosa que el pecoso no negó sonriéndole agradecido de ser quien iniciara.

—¿Qué pasa?

—Recuerdas lo que me pediste hace un año, justamente en tu cumpleaños...

—No, tenía tres, nada de lo que diga antes de eso es válido, era un bebe,

Kacchan gruño porque sabía lo que el infante pretendí y eso significaba que recordaba perfectamente todo, era su hijo después de todo, decidió insistir más.

—Aun eres un bebe, mi bebe y el de Deku, así que...

La mirada incrédula del infante basto para tensar a los dos adultos, porque Deku conocía esa mirada a la perfección, la conoce desde los cuatro años y en ese instante les reclamaba a todas las deidades a quien se le ocurrió que el infante la heredara.

Era la misma que su esposo hacía de manera previa a explotar.