Recuérdame - Omegaverse (DekuKatsu) TERMINADA

Capítulo 32

Ese pequeño se hallaba más que molesto, estaba sacando ese humor tan característico que le había heredado su madre Omega, le prometió a su papa no amenazar de matar a sus compañeros, pero seguramente este no lo recordaba, así que tal vez no sería mala idea.

¿Por qué estaba tan molesto?

Solo fue por el color que olvido en su mochila, no pasaron ni cinco minutos en que lo dejo solo, y ya había unos cuatro mocosos molestando, podían molestarlo e insultarlo, le importaba poco, pero el pequeño azabache era otra cosa, Eiji era su límite.

Los vio con el ceño tan fruncido que su madre seguramente estaría orgulloso, se rieron al ver la reacción del pequeño sin quirk, ¿Qué habían hecho? Eran cuatro niños y cuando vieron al chiquillo solo, aprovecharon y destrozaron los dibujos que el e Izumi con tanto esmero habían hecho, Izumi vio los retazos en el suelo.

Dibujo que era regalo para su mama, se giró y vio el rostro lleno de lágrimas de su amigo, oh vaya que estaba molesto.

Los cuatro sonrieron, uno de ellos sabia como era el de pelo verde, cuando lo vio abalanzarse sobre él, confiado él y sus amigos activaron sus quirks, pero por más que les gustase molestar a ese chiquillo, siempre uno de ellos terminaba mal.

Y ese fue el más cerca suyo, porque el pequeño logro derribarlo y comenzar a golpear su cabeza con sus pequeños puños, los otros tres trataban de quitárselo de encima, pero recibían golpes y mordidas por parte del menos.

—¡Muere!

Oh vaya que había aprendido bien de su madre.

—¡Izumi basta!

—¡No, te hicieron llorar!

El pequeño hijo de Red Riot trataba de calmar a su muy agresivo amigo, si seguían así, se metería en problemas, muchos problemas, de nuevo, vaya que siempre eran un desastre, no sabía qué hacer, el pequeño Eiji no era como Izumi que sabía siempre que hacer, no tenía esa forma de ser, así que solo le quedo hacer lo que solía cuando entraba en pánico.

Cosa que su papa Alfa aun le rogaba que debía controlar.

Los cinco niños en la habitación se detuvieron y cayeron al suelo, Izumi con ellos, no era la primera vez que pasaba, ya todos sabían que no debían de estresar al pequeño Eiji o una fuerte descarga eléctrica seria desplazada y arrasaría con todos a su paso.

Izumi al ya estar acostumbrado por convivir desde pañales con Eiji, se levantó con dificultad viendo a los cuatro niños inconscientes y con los cabellos de punta, sonrió victorioso, al menos sabía que podía contar con su nervioso amigo.

—¡Prometiste ya no meternos en problemas!

—Tú fuiste quien los dejo inconscientes.

El pequeño al no saber cómo contradecir a su amigo miro su obra y trato de pensar en cómo librarse de ese embrollo, no era que Eiji fuera un niño miedoso o aburrido, pero a diferencia de Izumi el aun no tenía la madures de tomar las cosas con tanta calma.

A veces a Izumi eso llegaba a cansarlo, no le gustaba del todo tomar las cosas así, le gustaba ver como Eiji lloriqueaba y se volvía un revoltoso cuando los problemas ocurrían, como cualquier niño de cuatro años.

Cuando la profesora entro al aula vio sorprendida la escena, vio a los dos pequeños, uno con el rostro nervioso y el otro más que nada tranquilo, Izumi alzo la mano y apunto a su amigo.

—Eiji estornudo de nuevo.