Ojalá - Almaia

Capítulo 2 - El último regalo

Hola a tod@s, este es el primer fanfic que publico y me encantaría saber vuestras opiniones y si tenéis alguna sugerencia. Sobretodo si hay algo que os gustaría que sucediese, me gustaría que me lo dijerais para poder añadirlo a la historia. Intento publicar lo más seguido posible pero a veces no tengo mucho tiempo para escribir. Estoy bastante ilusionada así que si veo que os gusta iréis teniendo nuevos capítulos sin problema :)

En cuanto a la historia, en este capítulo hay un salto en el tiempo porque me parecía más llevadero contarlo de esta manera (teniendo en cuenta todo lo que les ha pasado a nuestros dos protagonistas en esos 5 años que han pasado desde el primer capítulo a este). No descarto algún flashback o algún capítulo extra contando alguna escena dura o emotiva (o incluso de shippeo de antes de la ruptura). De todas formas se irán destapando incógnitas poquito a poco. No me enrollo más, ahora ¡a disfrutar del capítulo! Nos leemos pronto. 

________________________________________________________________________________

5 años después

-Estás guapísima Aitana, en serio.

-¡Ay, Amaia! Gracias.- le contestó Aitana mientras se echaba un vistazo en el espejo del baño. Llevaba un mono largo de tirantes de color blanco crudo con finas rayas azules marinas y un maquillaje delicado en el que resaltaban sus labios y el color de sus ojos. – Muchísimas gracias Jenny, me encanta. ¿Queda bien este color de labios con lo que llevo?

-Queda genial. Pero si quieres te lo cambio, ¿prefieres un rojo más claro? – le preguntó Jenny, que había trabajado de maquilladora para la edición de OT y a la que las chicas seguían llamando de vez en cuando para que las preparara.

-No, confío en ti.

Aitana estaba pegada todo lo que podía al lavabo para intentar verse bien el maquillaje en el espejo. El baño era un caos, más que nunca. Había maquillaje por todos lados, ropa por el suelo y el secador, la plancha del pelo y el rizador estaban con los cables enrolladlos y tirados por donde había hueco. Aitana ignoró el desorden concentrándose en su reflejo. Asintió para sí misma, contenta con el resultado.

-¡Amaia! –gritó de repente, asustando a sus dos acompañantes.

-¡Ay, por dios! ¿Qué?- le respondió Amaia que estaba apoyada contra el quicio de la puerta, en pijama, observando la escena desde un segundo plano.

-¡¿Cómo que "qué"?! ¿Qué haces que no estás vestida? Nos vamos en menos de 20 minutos. ¡Amaia!

Mientras volvía a gritar su nombre con reproche, le empujaba el culo para que fuera hacia su habitación. Aún así llegó ella antes, deslizando las grandes puertas del armario empotrado de Amaia.

Esta última con actitud cansada se dejó caer en su cama con los brazos en cruz.

-Déjalo Aitana, no voy a ir.

-Amaia ya lo hemos hablado, te lo estoy pidiendo como un favor personal.- Aitana se sentó en el borde de la cama haciendo que Amaia se incorporara como un resorte.

-No pinto nada allí, es una entrega de premios. No quieren a una cantante de pacotilla que lleva retirada de ese mundo casi 8 años.

-Eso no lo sabes. Te lo digo enserio, podría ser la ocasión de conocer a productores y quién sabe, podría salir algo bueno de ahí. – Aitana sonrió, satisfecha.

-Lo dudo.- ni siquiera había terminado de hablar cuando ya vio a su amiga poner los ojos en blanco ante la negatividad de su respuesta. – Además tu entrada doble es para tu pareja, deberías ir con Luis no conmigo.