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El rey de Asgard ha ofrecido una fiesta en honor del cumpleaños de su amigo, compañero y héroe asgardiano: Hogun.
Loki, que había creído estar libre de su merecido castigo por haber escapado del colegio, se llevó la sorpresa de que debía ayudar en el aseo del gran salón; de modo que se encontraba barriendo el enorme lugar, Loki no comprendía cómo era posible que fueran personas tan asquerosas. Había residuos de comida y bebida por el suelo, y al parecer alguien había vomitado; no podía creer que su hermano le hiciera tal tortura, sus suaves y bonitas manos limpiando era algo que sencillamente no podía asimilar.
Y cuando por la noche hubo terminado de limpiar, y se pensó libre. Thor fue a destruir su felicidad.

— El pueblo asgardiano ha trabajado por años junto a mí, para que este sea un próspero reino — empezó Thor en lo que Loki creía sería otra charla sobre ser rey — el trabajo de todos es importante, no interesa si es un médico o un agricultor. Incluso las amas de casa son importantes, porque ellas protegen a nuestros posibles futuros héroes — continuó Thor, el príncipe prestaba atención — todas estas personas colaboran con el reino de muchas formas, ¿puedes imaginar si alguna vez ellos no quisieran trabajar? Perderíamos muchísimo dinero, habría un paro en las producciones, las exportaciones caerían. Lo que quiero decir, es que es gracias al esfuerzo de toda esta gente que tú puedes ir a una de las mejores secundarias, Loki.

— ¿Qué quieres decir con todo esto, Thor? — preguntó un poco temeroso.

— Quiero decir que con tu comportamiento inadecuado, no solo te has fallado a ti mismo, sino también a todo Asgard — Loki iba a protestar, pero un gesto de Thor lo hizo guardar silencio — he decidido y te informo que no hay nada que puedas hacer para hacerme cambiar de opinión, que ayudes mañana a servir el desayuno que hemos estado ofreciendo al pueblo — el rey llevaba algunas semanas haciendo informar al pueblo de un gran banquete que se daría la mañana siguiente, pero Loki jamás hubiera creído que él debía servir los platos — por lo tanto te recomiendo que vayas ya mismo a descansar, mañana alguien te irá a despertar para que ayudes.

Thor se retiró siquiera sin escuchar qué tenía su hermano para decir, sabía que era débil y que Loki podía hacerlo cambiar de opinión, pero le había perdonado travesuras muchas veces y debía ser duro con él de vez en cuando.
Loki por su parte sentía aquello como una ofensa, él era el príncipe y no tenía porqué servirle a nadie, qué le pasaba a Thor, desde cuándo era fuerte ante sus encantos de hermanito menor. Se retiró a su habitación, estaba molesto con Thor y lo castigaría haciendo que durmiera solo, aunque el castigo fuese en realidad para ambos; se dio un baño de agua fría para calmar su cólera y luego fue a dormir, no sin antes asegurar todas las puertas y poner un mueble para impedir que alguien ingresara.

La mañana siguiente había llegado y Loki ignoraba los golpes en su puerta, hasta que un estruendo lo hizo suspenderse de donde descansaba tan plácidamente; dos guardias habían abierto su habitación por la fuerza, destruyendo el mueble incluso. Los hombres se retiraron y dejaron a un grupo de mujeres frente a él.

— ¿Qué pasa con ustedes? — gritó furioso, y las mujeres sin darle importancia tan solo le indicaron que debía asearse para ir a colaborar — no sé qué les habrá dicho Thor, pero yo seguiré durmiendo. Les ordeno retirarse — el rey había conversado con las mujeres sobre lo probable que sería un comportamiento negativo en Loki, así que sin dudarlo lo tomaron por la fuerza y lo metieron a la ducha. Con toda su ropa mojada a Loki no le quedó más opción que aceptar su castigo, las mujeres salieron para que pudiera asearse correctamente.

Eran las nueve en punto y el banquete estaba listo, mientras llegaba el pueblo, Thor recibía a cada persona con una gran sonrisa. Cuando todas las sillas estuvieron ocupadas, el grupo de mujeres y Loki empezaron a servir los platos. El príncipe lucía su cabello atado en un moño de bailarina y algunos pequeños mechones se pegaban a su rostro, llevaba también un delantal verde oscuro que lo hacía ver muy bonito; el pueblo asgardiano se sorprendió de ver al príncipe mimado llevando bandejas, pero supusieron que debió haber hecho algo realmente indebido como para que Thor permitiera aquello.
Las mujeres iban y venían con bandejas repletas de comidas y postres, pero de manera inteligente Loki decidió repartir el licor, porque sí, estaban desayunando con hidromiel. El príncipe sabía que a Thor no le iba a gustar nada ver a su pequeño bebé servirle licor a unos tipos que gritaran y azotaran sus jarras; no se equivocó. Debió servirle tan solo a unos tres hombres antes de que el rey lo sujetara de la cintura.

— ¿Estás cansado, Loki? —preguntó lo obvio, un "sí, mucho" fue la respuesta — entonces ven, descansa — dijo el rey, sentando a Loki en su regazo. Le apartó el licor y le ofreció un pan relleno.

— Pero, hermano. Los hombres quieren seguir bebiendo — dijo con un bonito puchero, un gesto que le decía a Thor que estaba muy agotado, pero debía continuar con ese trabajo.

— Ya no te preocupes por eso, amorcito — dijo el rey acariciando la espalda ajena, pronto una mujer recogió el licor. Thor sintió que Loki debió haber aprendido su lección, lo que no sabía es que él había ideado repartir alcohol, para escapar del trabajo. Muy listo, Loki.

Teen Loki y Thor Where stories live. Discover now