Siempre

8. Sala ancestral

La sala ancestral era uno de los pocos salones mixtos dentro de la Nube, situado al centro de ambos pabellones y demás salones. No había mucho material que ver allí, solo viejas pinturas de hacia más de cincuenta años relatando brevemente el origen del instituto y su fundador. La sala se utilizaba comúnmente como un área libre, para la meditación sin ningún tipo de restricción entre alfas y omegas. Sin embargo, en los últimos años se le dio un nuevo uso que todos los miembros, lugareños y extranjeros temían.

Previamente informados seis miembros de la Nube de mayor edad se encontraban formados, dos de ellos portando una tabla de madera, larga y pesada como instrumento de castigo, bastante rústico pero eficaz para dejar una enseñanza inolvidable y unos cuantos recuerdos plasmados en la piel.

—¿Vas a castigarme, Lan Zhan? —Esa mañana Wei Ying fue privado de su sueño por la presencia del segundo Jade, de nuevo había roto las reglas de permanecer lejos de los dormitorios y sin importarle esto arrastró al omega contra su voluntad, ante la atenta mirada de todo aquel que Wuxian perturbara con sus protestas durante todo el trayecto. Rápidamente se corrió la voz y la entrada de la sala ancestral permanecía llena de espectadores, entre ellos Jiang Cheng y Nie HuaiSang, este último le informó al alfa los sucesos de la noche anterior, la mala suerte de todos al casi ser descubiertos por Lan Wangji y como Wei Wuxian intentó a toda costa cubrirlos.

Jiang Cheng no supo si elogiarlo por su compañerismo o regañarlo por su idiotez.

—No lo acepto —Al seguir negándose fue obligado a arrodillarse sobre el pulcro piso de madera por dos alumnos. —¿Cuales son los cargos? Tengo derecho a saber de que se me acusa

—Irrumpir con la paz del pabellón de omegas, quebraran la regla #421, la prohibición de alcohol dentro de Cloud Recesses junto con la de mantener alimentos y bebidas después del toque de queda

Ante tal declaración de un miembro presente el rostro de Wei Ying denotó sorpresa ¿Eso era todo? Faltó su fiesta improvisada en la alcoba con otros compañeros, seguramente también lo culparían de casi obligarlos a beber como si él fuese una clase de demonio tentador que los incitara a embriagarse ¡Y lo peor! El presunto intento de seducción hacia un alfa elite. Todas sus fallas necesitarían una tabla mas grande y con picos para castigarle y ante ese pensamiento prefirió callarse y aceptar la reducción de sus 'crímenes'.

Wei Wuxian sabia que, si habría la boca de más expondría a sus compañeros, especialmente a las dos damas de la secta GusuLan, su nombre estaría pendiendo de un lío, Lan Wangji lo supo igual y por el bien de ambas dejaría pasar tal escena sólo esa ocasión, después de todo su enojo solo radicaba en ese omega, no en daños colaterales manchados por él.

—El segundo hermano Lan me delató ¿No es así? Si vio licor en mi habitación debió entrar en ella y para eso debió meterse en el dormitorio de omegas, mi habitación es una de las últimas, no pudo pasar cerca por casualidad ¿Qué eso también va en contra de las reglas? —Lan Zhan podía salvar a las doncellas, eso lo aceptó con gusto, pero no el obtener el castigo por si solo, o arrastraba al alfa consigo o anulaban la reprimenda para evitar que uno de los suyos obtuviera también los azotes.

Ante la mirada de todos los presentes Lan Wangji agitó parte de su túnica inferior como antesala para arrodillarse a unos cuantos metros de Wei Ying. —Recibiré mi castigo —el rostro del omega no mostró más que asombro, uno que rápidamente cambio a pánico al no poder librarse de su reprimenda.

—¡Lo acepto! Lo acepto, me rindo —El miedo logró colarse en su voz a la par de forcejear con más insistencia—. ¡Esperen! —El primer azote llegó a sus oídos, madera contra piel hacían eco en la basta sala, mas no fue para el omega, Lan Zhan aceptó el castigo en silencio, con el ceño fruncido y los labios apretados, ambas manos empuñadas contra la tela de su uniforme y aun así no podía dejar su temple de acero, totalmente lo contrario al joven Wuxian, el primer golpe gritó, el segundo protestó y el tercero soltó un quejido lastimero, intercalando al depender si golpeaban su espalda, piernas o plantas de los pies y siempre manteniendo la boca abierta para alguna palabra, maldición a medias que le sumaban un par de azotes más o solo para quejarse en monosílabos.

Al término, el alfa se levantó sin problemas, mostró sus respetos a los demás alumnos y salió de la sala caminando mientras que, un moribundo Wei Ying yacía sobre el piso, intentando imitar a una oruga mal pisada, de no ser por la ayuda de Jiang Cheng que tan acostumbrado estaba en recoger su cadáver usaría la sala ancestral como alcoba improvisada para dormir hasta que pudiera caminar por su propia cuenta sin quejarse en cada paso.

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Notas finales: Capítulo 8 y 9 hoy. Todavía hay tiempo de poner sus teorías locas.

Mañana se subirá el capítulo 10 y 11. Después de eso me daré un hiatus de dos semanas. El único fic activo en ese tiempo será Intransigente.

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