LIES.

Capítulo 4.

Antes.

Sábado, 28 de noviembre.

Hace unos minutos salí de la ducha y ahora ya me estoy vistiendo para ir a la exposición. Me lleva un tiempo decidir si asistía o no pero finalmente me dije a mi misma que era una pena desaprovechar las invitaciones. Invité a mi amiga Lara a acompañarme pero esta noche trabaja y a las otras no les apetecía ir hasta Madrid a ver una exposición que no sabían de qué iba y Alex me ha plantado esta mañana. Para variar su novio, Pablo, ha venido a Madrid de sorpresa desde Bilbao para pasar el fin de semana con ella, y yo solo tengo dos entradas y lo siento pero no tengo ni la más mínima intención de regalarle mi entrada a ese burro con patas que Alexandra llama novio. Así que aquí estoy en mi habitación plantada frente a mi armario intentando encontrar algo apropiado para asistir a una exposición de arte y a la par que sea lo suficiente cómodo como para que yo me lo ponga. Vaya por delante que para mí la comodidad es lo primero.

Mi madre siempre me dice que voy echa una pordiosera por la vida, pero no lo puedo evitar, así me siento a gusto y feliz, de ahí el dilema al que me estoy enfrentando en este instante.

Me decanto por unos chinos negros y una camisa de color burdeos y unos botines del mismo color de los pantalones y con poco tacón y plataforma y un abrigo de vestir del mismo color. Como bien se puede apreciar me gusta mucho el color negro. Normalmente uso un perfume de Bvlgari, el Omnia Indian Garnet sin embargo hoy es un día algo distinto y para estas ocasiones y dependiendo de la estación dispongo de Alieen y Lady Million. Siendo otoño, frío, opto por Alieen. El dinero, el DNI, el bono de transporte los guardo en la funda del teléfono y la invitación y las llaves y no me hace falta nada más.

Antes de irme entro en el cuarto de baño y hecho un último vistazo en el espejo. No voy mal. Mi hermana Carlota me ayudó a hacerme las hondas en el pelo y yo opté por hacerme un maquillaje sencillo con tonos tierra y negro que resaltaran el marrón de mis ojos y en los labios un tono coral anaranjado de Kiko Milano. Me encanta el maquillaje, es uno de mis hobbies más divertidos y que más disfruto. No pretendo transformarme en otra persona mediante el maquillaje ni disfrazarme, simplemente quiero realzar algunos detalles de mi cara que en mi opinión merecen ser realzados aunque confieso que si pudiera mañana mismo me desharía de las pecas, no son excesivamente muchas o muy grandes u oscuras pero nunca me han gustado y si a eso le sumamos lo paliducha que soy y las ojeras moradas que se forman debajo de mis ojos a la primera de cambio, pues sí, hay unas cuantas cosas que la base me ayuda a moldear a mi gusto. Aunque solo me arreglo en ocasiones señaladas, a diario me puede la pereza, además todos los días, excepto los martes, salgo de casa a 06:30 de la mañana, si tuviese que madrugar más de las 05:30 (es la hora a la que me levanto) dejaría la universidad. No hay cosa que me guste más que dormir y remolonear en la cama y para arreglarme por las mañanas necesitaría al menos media hora; entre el sueño y lo lenta y meticulosa que soy, no, me llevaría demasiado tiempo que prefiero invertir de otra manera. Además yo disfruto mucho más cuando estoy arreglando a otra persona, por eso mis hermanas pequeñas, Carlota y Sandra (gemelas de 15 años) han sido mis conejillos de indias en numerosas ocasiones. En cuanto a mi pelo, lo llevo por temporadas, ahora tocaba largo y en esta ocasión quiero ver hasta dónde llega, no dejaré que me llegue a las rodillas pero si lo quiero muy largo, lo que no me gusta es que es muy liso y muy fino, en consecuencia se me forman nudos (enredos) con tan solo mirarlo sobre todo en la zona de la raíz del lado derecho. Lo que más me encanta es el color, color chocolate Milka con leche y avellanas y con reflejos cobrizos que se hacen más obvios al sol. Estoy muy orgullosa de mi color, además de mis hermanas no conozco a nadie más que lo tenga, y siendo el de ellas levemente diferente.