Capítulo 9.

14 1 2
                                    


Ahora.


Hoy, y pudiendo mirar atrás con perspectiva creo que lo supe en cuanto puse un pie fuera de esa habitación, mientras caminaba hacia el metro me sentía casi tan pequeñita e insignificante como me siento ahora mismo, pero, a pesar de esa sensación tan acongojante y terrorífica, lo hice. 

Me vendí.


Reconocerlo me supone más esfuerzo del que creí que podría necesitar. Saco otro cigarro del paquete, y cierro los ojos, es todo tan absurdo y ridículo, y sin embargo, aquí estoy seis horas antes en el aeropuerto como una maldita cobarde.


¿A qué le tienes miedo Natalia?, no puedo evitar preguntarme a mí misma. ¿Temes que te lo pida otra vez, que te encierre y no puedas volver a salir jamás?


Creo que aún no estoy preparada para responder a eso.

LIES.Where stories live. Discover now