One Shots Mevie & Dofia

Evil Dreams

-Mevie-

Fue un desastre.

En un momento, Ben estaba a punto de ser coronado Rey y en el otro, Jane estaba agarrando la varita de su madre, queriendo que la hiciera hermosa.

La varita brillaba y chisporroteaba en las manos de Jane, la chica insegura no sabía realmente qué hacer con ella ahora. La varita mágica que Mal y los otros niños malvados habían intentado tener en sus manos durante tanto tiempo. Su boleto a la victoria. Su único cambio para impresionar a sus padres malvados.

Mal vio cómo todas las personas de Auradon jadeaban y se encogían uno detrás del otro, cómo el Hada Madrina parecía indignada y avergonzada y cómo Adam y Belle estaban a punto de llevar a su hijo a un lugar seguro.

Este fue el momento. Todos estaban asustados y vulnerables. No importa cómo se sintiera Mal al respecto, ahora tenía que agarrar la varita. Estaba a punto de moverse cuando alguien más tomó la varita de las manos de Jane, haciendo que todos gritaran una vez más, incluida la propia Mal.

Carlos y Jay corrieron al lado de Mal con una expresión confusa en sus caras. Esto no era parte del plan, ¿verdad?

La habitación se sumió en un silencio inquietante, como si todos tuvieran miedo de respirar por el camino equivocado.

"Evie, ¿Qué estás haciendo?" Preguntó tímidamente Carlos.

Evie, que tenía la varita a salvo en su mano, no prestó atención a la pregunta.

"... ¿E?" Mal intentó, insegura de lo que estaba mirando.

Esta vez, Evie se giró para enfrentar a los otros niños villanos. Mal se sobresaltó al ver que los generalmente cálidos ojos marrones de Evie estaban helados, casi como su tez entera, dura, opaca y fría.

"¿Acaso no sabes lo qué hago Mal?"

Mal no sabía que la voz de Evie podía asustarla, pero allí estaba, escuchando una voz que no podía reconocer. Era ... malvada. Lanzó escalofríos por la espina dorsal de Mal. ¿Qué estaba haciendo Evie?

"Realmente no." Mal respondió.

Evie sonrió. Y no tenía nada que ver con la brillante y feliz sonrisa que Mal usó para verla. Era tortuoso y no tenía emociones detrás.

"Solo estoy haciendo lo que nunca podrías hacer." Dijo Evie, jugando con la varita entre sus dedos.

Al ver la apatía de Mal, Evie se burló.

"Wow, eres débil y tonta, ya veo" Ella siseó.

Mal no entendía nada de eso. Esta no era Evie. Su Evie era amable y ... buena, muy buena. Esto no tenía ningún sentido.

Evie miró a su alrededor y parpadeó la varita, chispas saliendo de ella, como si la estuviera sacando para una prueba de manejo.

"Cariño, ¿Qué estás haciendo?" Exigió Hada Madrina, su voz retumbaba en la habitación.

"Estoy robando su preciosa varita mágica, ¿Qué parece que estoy haciendo?" Evie gruñó molesta, como si acabara de recordarle que los tres niños malvados no eran los únicos en la habitación.

Mal supuso que sonaba bien, después de todo, ese era realmente el plan. Robar la varita. Ella simplemente no entendía por qué Evie era la que lo hacía, en lugar de ella. Y no podía entender el comportamiento de Evie. Estaban todos juntos en esto, ¿verdad?

"¿Por qué harías eso?" La Hada Madrina simplemente no se callaba.

"¿Por qué? Porque soy una villana, soy malvada, cruel y despiadada. ¿No es obvio?" Evie se rió, una risa seca y sin humor. "Este fue el plan desde el principio. Pretender ser todos arcoiris y unicornios hasta que hayamos tenido la oportunidad de arrebatar esta varita."