XIX

17.1K 886 62
                                    

La luz de la calle iluminaba los muebles del lugar. Mi amiga buscó el interruptor de la electricidad, y al presionarlo, un gran candelabro se encendió en el techo, llenando el comedor de una luz blanca.

-así está mejor- dijo ella con una sonrisa en el rostro. Yo le respondí, pero mi sonrisa salió más como una mueca. No tenía muchas fuerzas para sonreír. Avancé por el comedor mientras Nicky iba de un lugar a otro, como si revisara que todo estuviera en su lugar.

-es muy linda tu casa- dije honestamente, mientras miraba un florero gigante que estaba en una de las esquinas del lugar, las paredes eran de un color blanco y tenían fotos familiares.

-gracias- dijo ella, acercándose a mí -¿quieres comer algo? ¿ir al baño? ¿beber algo?- agregó un poco más preocupada. Negué con la cabeza.

-solo quiero descansar un poco- dije de forma sincera, tratando de alejar los recuerdos de Matías bailando con Gustavo.

-pues vamos a mi habitación- dijo mi amiga con alegría –espérame allá, es la primera puerta a la izquierda en el segundo piso, debo chequear algunas cosas y voy de inmediato ¿okay?

-está bien- respondí tranquilamente. Sujeté bien mi mochila en mi hombro y caminé hacia la escalera que tenía frente a mí, subiendo parsimoniosamente, sin esforzarme en apresurarme. La puerta de la habitación de Nicky tenía un pequeño cartel pegado que rezaba “my world, my rules”*. Sonreí ante el mensaje y entré sin titubear.

Un dulce aroma a frambuesa me inundó, e inconscientemente me hizo cerrar los ojos por unos segundos para apreciarlo mejor. Las paredes eran de un color rosa pastel. En la pared de la derecha tenía algunas flores de colores y también estaba su cama (la cual era muy grande) y un escritorio con una laptop blanca, en la pared de la izquierda tenía poster de cantantes, películas y algunas series, me acerqué para apreciar mejor, ya que también tenía fotos pegadas, donde se podía apreciar a una Nicole pequeña y risueña, también tenía fotos con sus amigos, otras al parecer con su familia, y al centro, había una foto un poco más grande que las otras, donde estábamos los freaks. Me pareció un detalle muy dulce. Lo que más me llamó la atención, era la gran ventana que ocupaba casi todo el lugar donde debería haber estado la pared del fondo. Me acerqué hacia ella y me di cuenta que en verdad, era un ventanal corredizo, el cual daba salida a un balcón. Estaba a punto de salir a tomar un poco de aire cuando Nicky llegó a la habitación.

-¿Qué tal?- preguntó con curiosidad. Se acercó a mí con cautela y mirando su pieza –no he querido cambiarle el color de las murallas, me gusta.

-pues creo que está hermosa Nicky- dije con sinceridad. Dejé mi mochila en el piso y me senté en uno pequeño puff que tenía en el piso. De otro lugar, Nicky sacó otro puff y también se sentó, mirándome con una especie de preocupación. Sabía lo que seguía a continuación.

-debo llamar a Paula para saber que tal su viaje- dije tratando de evitar el interrogatorio que me iba a hacer mi amiga. Saqué mi celular del bolsillo de mi pantalón y busqué el número de mi amiga entre mis contactos. Llamé, pero la voz de la operadora me volvió a decir que el celular se encontraba apagado.

-¿contesta?- inquirió Nicky.

-no- dije –lo tiene apagado.

Guarda mi secretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora