13.

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Había llegado el 21 de junio del 2018, el día del partido contra Croacia, uno que el equipo tenía que ganar sí o sí. Este se jugaba en Nizhni Nóvgorod, una ciudad de Rusia, para la cual se había viajado en micro el día antes del partido.

Esta vez se usaba la camiseta celeste y blanca, un rato antes del partido pasé por el vestuario para ver a los chicos.

— Ya vino esta a joder — dijo Nico Otamendi.

— Vine a darles buena suerte — puse los ojos en blanco.

— Mmm cagamos, sos mufa vos — dijo el Kun.

— Callate vos — le respondí.

— Pasate por el vestuario de los croatas también, por si acaso — la siguió Nico.

— Dale, paso por ahí y me agarro a...

— ¿A quién te vas a agarrar vos pendeja? — preguntó Gonzalo.

— ¿Cómo se llama el del Real Madrid? — pregunté.

— Del Real Madrid tenía que ser hija de puta — se rió Leo, luego todos nos reímos con él.

Cada uno volvió a hacer lo que estaba haciendo, yo disimuladamente me acerqué a Paulo que estaba en una esquina solo, pensando supongo.

— ¿Hoy se juega? —le pregunté.

— Y... titular no soy — me sonrió él.

— Capaz entrás en el segundo tiempo — lo animé.

— A lo mejor — respondió —. ¿Recién estabas hablando de Kovačić?

— ¿Qué?

— Cuando dijiste que te ibas a agarrar a uno Del Real Madrid — se rió.

— Ahh, ni idea el nombre, pero si ese juega en el Madrid y no es Modrić, seguro — dije.

— ¿Le tenés ganas a Kovačić?

— Na, solo jodía — respondí —. Aunque un poco bueno está. ¿Estás nervioso?

— No, un poco, pero no, bueno sí, un poco sí — dijo él, yo me reí.

— Dale, que si perdemos este estamos en el horno, sin presión.

— Ja, ja. Es feo tener tan poco control sobre la situación, sé el plan del técnico y lo que van a hacer los chicos, más o menos, pero yo no puedo hacer nada.

— Tranquilo Pau, seguro entrás más tarde — lo traté de tranquilizar.

— ¿Y si no? — preguntó.

— Si no será la próxima — dije, pero él no parecía contento con la respuesta —. Si no le prendemos fuego el rancho a Sampaoli — entonces él sonrió —. Tranquilo, todo va a estar bien.

— Sí, tenés razón. Además yo sé que el técnico tiene sus razones para elegir a los titulares, es por el bien del equipo. Me puse un poco nervioso, pero ya está, gracias.

— Éxitos — le deseé.

Después me acerqué a Gonzalo.

— Hola — lo saludé.

— Hola — me sonrió él.

— Todo va a salir bien, éxitos... te amo.

— Yo también te amo, vení — dijo abriéndome los brazos, yo me hice la que no lo quería abrazar al principio, pero terminé haciéndolo.

•••

Pronto había llegado la hora del comienzo del partido. El primer tiempo había sido difícil, desde el principio del partido tuve un mal presentimiento. Los croatas estaban jugando bien, bastante bien.

En el minuto 21 una pelota de Acuña había dado contra el palo del arco, la jugada no había terminado en gol. Con cada minuto que pasaba sin que la pelota entrara al arco de Croacia me ponía más nerviosa.

Los primeros 45 minutos habían terminado y el partido seguía 0-0.

En el entre-tiempo me senté al lado de Gio.

— Todavía podemos ganarlo — dije yo.

— Sí — asintió —. Estaría bueno que entre Kichan ¿no? Jugó bien contra Islandia y es rapidísimo.

— Sí, obvio, ojalá — respondí —. Estaría bueno que entres vos también.

Él me sonrió.

— Si significa que vamos a ganar, por mí que entre Sampaoli.

Empezado el segundo tiempo sentía que me iba a quedar pelada del estrés. A penas llevaban 8 minutos del segundo tiempo cuando pasó lo impensado, Mercado le pasó la pelota a Caballero, este quiso devolvérsela pero dió el pase demasiado cerca de un croata el cual la agarró, la pateó hacia el arco y... gol de Croacia.

Estábamos perdiendo.

"¿Qué hiciste Caballero?" pensaba yo, pensaba todo el mundo.

Todavía quedaba mucho tiempo para remontar el partido, pero este pasaba y yo cada vez iba perdiendo más las esperanzas.

Después de ese primer gol Sampaoli empezó con los cambios. Entró mi hermano por el Kun y Pavón por Salvio.

En el minuto 68 entró Paulo, su primera vez jugando un mundial, pero entró por Enzo Pérez en una posición que ni siquiera era la suya. Sentí la desesperación del técnico en este último cambio.

Minuto 80, gol de Modrić por detrás de la defensa. Una defensa constituida por tres jugadores. ¿Quién habría estado de acuerdo con aquel 3-4-3?

Perdiendo 2-0, cuando faltaban 10 minutos para que terminara el partido, me largué a llorar. No podía creer lo que estaba pasando, nos estábamos quedando fuera de la copa del mundo. Los subcampeones.

Sabía que nos había ido mal en las eliminatorias, pero algo como esto nunca me lo había imaginado.

Minuto 91, otro descuido de nuestra parte, otro gol de Croacia. Este hecho por Ivan Rakitić.

No dejaba de llorar, no sabía qué hacer.

QUISIERA ALEJARME. {Paulo Dybala}Where stories live. Discover now