18.

3K 115 7
                                    

El partido contra Francia se jugaba el 30 de junio.

El jueves antes del partido, a la tarde, estábamos jugando a la play, al fifa, Gio y yo en su habitación, solo nosotros dos. Había conocido a mi amigo hace bastante, pero cuando entró a la selección hace más de medio año nos empezamos a acercar más y ahora era probablemente mi mejor amigo del equipo. Nos habíamos hecho muy cercanos.

Él jugaba con el PSG y yo con la Juventus. Iba ganando 1-0.

— Somos amigos ¿no? — preguntó él de la nada.

— Sí, obvio Gio — respondí yo concentrada en el partido.

— Entonces ¿me podés contar si te pasa algo con Paulo? — preguntó él, la pregunta me desconcentró y él terminó empatándome el partido.

— ¡Giovani! — me quejé yo. Él se rió.

— Que golazo — dijo —. Bueno ¿y?

— ¿Y qué?

— ¿Te pasa algo con Paulo?

¿Me pasaba algo con Paulo? Me gustaba, pero no había pasado nada entre nosotros. No sabía qué responder.

— Ay boludo no — dije.

— ¿Segura? porque pasan bastante tiempos juntos y... — él siguió hablando, yo me acerqué al área y pude meterle otro gol.

— ¡GOL! — grité — Vas a perder Lo Celso.

— ¡Kiara! — se quejó y pausó el juego.

— ¿Qué hacés?

— En serio boluda, quiero saber.

— Uhh estás un poco intenso — dije yo.

— Habló.

— Nada, no me pasa nada con Paulo — dije finalmente.

— ¿No chaparon?

— No, nada de nada— dije —. ¿Contento? — no me gustaba hablar del tema, la verdad.

— ¿Te gusta él? — preguntó Gio.

— Qué se yo, es lindo — respondí —. Y bueno... pero él ni bola. No quiero pensar mucho en el tema, perdón Gio.

— Está bien, te entiendo — dijo él —. Solo quería saber, porque capaz había pasado algo y sos mi amiga y bueno... no quiero que nadie te lastime.

— ¿Decís que él me lastimaría? — me reí. No creía que eso fuera cierto, pero Gio me había hecho dudar.

—Él es una estrella en la Juventus, tiene un millón de pibas atrás y no quiero que te metas en algo ahora que después te haga sufrir. Nada, me preocupo por vos.

Giovani era buena persona, y era un buen amigo. Me daba ternura que se preocupara así por mí.

— Gracias — le sonreí —, pero no creo que pase nada... igual en serio, gracias, te quiero Gio.

— Yo también — sonrió él.

— Ahora poneme el jueguito que te voy a romper el orto — dije tomando el mando nuevamente.

El partidó terminó 3-2 y había ganado yo.

•••

Aquella noche mi hermana y yo estábamos en nuestra pieza cada una en su cama con el celular cuando alguien golpeó a nuestra puerta. Mi hermana se levantó y la abrió, era Gonzalo. Después de abrirle a nuestro hermano ella volvió a acostarse en su cama enseguida.

QUISIERA ALEJARME. {Paulo Dybala}Where stories live. Discover now