31.

2.5K 105 14
                                    


Enero 2019.

Alguna vez hacía un poco más de seis meses había hecho un trato con un jugador de fútbol cordobés, él era compañero de mi hermano en el equipo que jugaba entonces, Juventus, y en la selección.

Alguien que alguna vez me había dicho que no pensaba lastimarme, que solo pensaba en mí y que le gustaba en serio. Me reí recordándolo, había pasado tanto tiempo y el recuerdo me era casi insignificante, pero estando con mi amigo Giovani en mi departamento en Madrid no pude evitar volver en mi cabeza el tiempo atrás al momento de nuestro trato.

Estábamos Dybala y yo en una heladería en Rusia, los dos solos hablando de sus sueños y de los míos. Me dijo que si Argentina ganaba la copa del mundo yo tenía que mudarme a Europa y tratar de conseguir convertirme en actriz.

Curiosamente Argentina había ganado ese mundial hacía seis meses y yo ahora vivía en España con mi amiga Camila, a la cual había conocido en Argentina cuando iba a clases de actuación. Habíamos terminado siendo muy cercanas, después de un par de clases se convirtió en una de mis mejores amigas y decidimos apostar todo por nuestras carreras en actuación mudándonos a Madrid, ella me dijo que ya no quería ser profesora de inglés, que quería actuar y no como hobby, y mi sueño siempre había sido ser actriz así que teníamos un objetivo en común y eso nos había unido mucho.

Pero mi decisión de mudarme a Europa no había tenido nada que ver con un trato que hubiera hecho con una persona que antes de que siquiera hubiera terminado el mundial me había dejado de hablar completamente. Nadie toma decisiones que cambian la vida de uno por palabras sin significado que se dicen cuando estás tomando helado de chocolate en Moscú con un chico que te parece lindo.

— Es re cómodo tu sillón — me dice Giovani haciéndome volver al presente, él se había tirado sobre mi sofá nuevo que estaba en el living comedor de mi departamento —. Está como para tirarse el finde todo el día y jugarse unas partidas de play.

Agarre con mis manos sus piernas, me senté sobre donde estas estaban antes y las reacomodé sobre mi regazo.

— Ojalá — respondí frunciendo los labios —, tenemos ensayo de 9 de la mañana a 6 de la tarde todos los días hasta el lunes que es la noche de estreno.

Era 6 de enero, después de las fiestas, que Cami y yo habíamos pasado en Buenos Aires y Gio en Rosario, él se había venido a pasar unos días a Madrid. Me gustaba pensar que era por mí, su mejor amiga, y por el estreno de la obra de teatro de la cual era parte, pero la verdad es que mis dos amigos estaban arrancando algo y seguramente por eso él había venido a la ciudad en la que yo vivía, más por Camila que por mí.

— Bueno, es como un entrenamiento ¿no? A veces no tengo ganas de entrenar pero tengo que hacerlo porque si no juego para el orto en el partido.

— Sí, va a valer la pena cuando esté en el escenario, pero bueno me tengo que acostumbrar nunca en mi vida estuve tan ocupada, creo.

— ¿Viene tu hermano a ver el estreno? — me preguntó.

— Sí, viene toda mi familia — me reí —. Gonzalo con Lara y Alma, mi mamá y mi papá con Lautaro, Nicolás y Paloma con el Kun.

— Uhh ¿cómo anda Palo? ¿Ya sabe si el bebé es nena o nene?

— Es una nena — asentí —, voy a tener otra sobrina. Todavía no saben el nombre, creo que estaban entre Olivia y Francesca.

— Me gusta Francesca.

— Y... te gusta Camila ¿no? — le pregunté aprovechando la situación para preguntarle sobre su relación con mi amiga. Parecía que se gustaban y estaban en algo, hablando siempre por mensaje pero después lo negaban, no me contaban nada.

— Kiara, que metida que sos — se rió —, no te aguantas no saber algo.

— Si son mis amigos ¿por qué no puedo saber?

— Sí me gusta — asintió —, si es hermosa.

— Apa, mirá vos.

— Y ahí andamos, no te decimos nada porque sabemos que te volvés loca cuando no sabes algo.

— Bue, ni tanto.

— Hablando de Cami — dijo levantando la barbilla mirando en dirección a la puerta —, ¿dónde estará?

— Dijo que fue a comprar la cena Gio, ¿es joda? Vos estabas acá cuando lo dijo.

— Bueno sí, pero salió hace como una hora.

— ¿Qué pasa? ¿tenés miedo que esté por ahí con otro y se haya olvidado de vos? — me burlé.

— Ja, ja graciosa — respondió él.

Giovani estiró el brazo y alcanzó el control remoto que estaba en la mesa ratona, lo agarró y prendió la televisión que estaba en frente de nosotros.

En el canal de noticias justo estaban hablando del Kun y de la hija que iba a tener con mi hermana en marzo. De alguna manera se habían enterado de que era una nena, nunca iba a entender como la prensa siempre se enteraba de todo.

Estábamos viendo la televisión cuando llegó Camila con una bolsa en una mano y una caja de pizza en la otra. Gio se paró inmediatamente cuando la vió y le ofreció llevar la bolsa y la pizza a la mesa, ella sonrió y se las dió, veías en su cara que a ella también le gustaba él.

Yo fui a buscar hielo para la gaseosa a la cocina, de repente me dió un poco de envidia, quería algo como lo que estaban teniendo ellos en mi vida. Sabía lo bueno que era Gio y se merecía a alguien que lo valorara y lo quisiera, no sabía si Cami podía ser esa persona para él, a veces deseaba haberlo sido yo. Sin embargo, lo había intentado, después del mundial cuando volví a hablar con mi amigo, después de que él se me hubiera declarado y yo no le hubiera correspondido, intenté verlo como más que un amigo. Lo intenté de verdad, me fije en todas las cosas lindas que tenía y aún así había fallado... y luego él se había enamorado de mi amiga.

Y yo... yo estaba sola, hace meses, la verdad es que me concentraba solo en "Tormenta Perfecta", me sentía muy afortunada de haber conseguido un papel en esta, mis sueños se estaban volviendo realidad.

Todo había empezado en septiembre, llevaba dos meses en mis clases de actuación. No por presumir, pero me estaba yendo bien, me encantaba y era buena en eso. A veces hacía las cosas mal y el profesor me tenía que corregir cosas, pero me esforzaba por mejorar todos los días, dedicaba cada hora de mi vida a mirar películas, estudiar técnicas, me grababa ensayando guiones de distintas obras para ver qué podía cambiar, leía sobre la historia del teatro y del cine, etc. Era lo único que hacía todo el tiempo.

Me obsesioné con el teatro español, con el cine español, y con las series de España como Las Chicas del Cable y La Casa de Papel. Quería irme de Argentina de una vez, solo pensaba que podía seguir con las clases en Madrid y algún día llegar a hacer una carrera ahí, quería ser parte de todos aquellos proyectos grandes con los cuales me había obsesionado.

Un día estaba hablando del tema con mi profesor de actuación Guillermo y me dijo que me fuera, que si era me sueño que debía hacerlo. Me habló de algunos profesores que conocía en Madrid que eran muy respetados, los mejores en lo que hacían. Hablé con mis papás, estaban dispuestos a ayudarme, al igual que mi hermano aunque viviera en Italia y no España (aunque ahora ya estaba mudándose a Inglaterra para jugar con el Chelsea pero en ese entonces todavía jugaba en el Milan), tenía muchas ganas de tenerme más cerca y ayudarme como pudiera.

Aún así necesitaba algo sólido para que me bancaran, busqué por internet a los profesores que Guillermo me había recomendado y me encontré con el Instituto Central de Actuación y Música de Madrid. Averigüé todo sobre este y mandé un mail diciendo que estaba interesada en empezar clases allí, me respondieron en un mail con toda la información del curso y al poco tiempo estábamos en un avión con Camila viniendo.

"Buenos días señoras y señores, le damos la bienvenida a bordo de este vuelo con destino a sus sueños, abrochen sus cinturones y disfruten del viaje".

Un tiempo después ahí estábamos, cenando con Gio en nuestro departamento a pocos días de estrenar la obra. Todo parecía estar bien.

QUISIERA ALEJARME. {Paulo Dybala}Where stories live. Discover now