Cap 3 . Extraños conocidos.

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Yumi pov.

La luz dejaba notarse por las ventanas, entraba posándose en mi cara, queriendo abrir mis ojos, pero no quería sin estar segura que seguía en Japón en mi pequeño y solitario apartamento y que todo lo ocurrido ayer era una pesadilla, realmente no era tan ilusa para creerme tal cosa. Mentiría si dijese que no me alegraba de verlos, pero también me hubiese gustado que fuera de otra manera.

Lo que nunca llegue realmente a imaginarme era, que Ulrich hubiese cambiado tanto, de esa manera tan arrogante.... Sabía que después de irme sin dar ninguna pista de mi paradero, la cosa pintaría mal, pero no me imaginaba que hasta tal punto. Temía el salir de la cama y el volver a ver sus caras desconcertantes y a la vez desconfiadas hacia mí, pero tenía que ser fuerte y decidida. El motivo era trabajo y después una mejor vida, por ello aguantaría lo que haría falta, además tenia a Makoto a mi lado y eso era un fuerte apoyo en estos momentos.

Me desperece estirándome lo más que pude hasta que mis manos pegaron con la cabecera de la cama. Giré y vi el despertador que estaba en la mesilla de mi izquierda. Era tardísimo marcaban la una y media del mediodía. Retiré todas las sabanas que me cubrían, me puse en pie y me vi reflejada en el espejo del armario. Me quité la ropa y cogí algo cómodo que ponerme y bajar, lo más seguro que todos estarían en pie.

Arregle mi pelo atándome una coleta y decidida, abrí la puerta, seguí el pasillo hasta dar con las escaleras, baje sigilosa para oír o ver que se cocía ahí abajo. Asome mi cara para ver mejor, pero parecía que en el salón no había nadie, en cambio se oía y olía algo en la cocina, por lo que mi olfato dedujo que se trataba de comida japonesa. Me acerqué y vi a Makoto cocinando, centrado en lo que hacía. Me acerque hasta él.

— Ohayo — salude, mientras acariciaba su brazo.

— Yumi, buenos días. Veo que estas mucho mejor.

— La verdad que sí, realmente necesitaba descansar.

— Me alegro tanto. — sonrió.

— Makoto, creo que tenemos que hablar de muchas cosas, esto me desconcierta tanto... Todo es tan raro... pero ayer cuando subió Stephanie me dijo algo importante, la empresa a la que corresponden es....

— Lo se Yumi tienen que ver con el padre de ese Ulrich.

— ¿Como lo sabes? — dije sorprendida.

— Llamaron esta mañana de nuestra empresa y realice alguna pregunta, no dijeron mucho, pero si alguna cosa.

— ¿Bueno y que más?

— Es mejor no hablarlo aquí aun, podríamos más tarde dar un paseo y hablarlo.

— Si está bien, tienes razón.

Makoto acaricio mi cara con delicadeza, sus manos iban agarrando suavemente mi cara y se iba acercando a la mía. Sus ojos se cerraban y mi cuerpo se acercaba para recibir su beso...

— ¡Pareja! — dijo Odd vestido ligero de ropa mientras me quitaba disimuladamente.

— ¡Por mí no os cortéis hombre! Veo que estas mejor Yumi, me alegro. Solo vengo a por un poco de nata... ya sabéis... — dijo guiñando un ojo.

La verdad que Odd no cambiaría nunca, seguía igual, tanto con la comida como con las mujeres, solo que ahora mezclaba ambas... Me alegraba tanto verle así de bien, sabía que, aunque fuese Odd, le dolía lo que hice, sabía que no sería fácil la convivencia, y me dolía de verdad, pero las cosas eran así y no había vuelta atrás.

— Makoto huele que alimenta. Espero que sepas hacer albóndigas en salsa, entonces ya... — dijo Odd haciéndole la boca agua.

— Odd no has cambiado nada, sigues siendo el mismo. — dije riendo.

Un reencuentro inesperado. Code lyoko.(EDITANDO) Where stories live. Discover now