Cap 4. Solo ocasionalmente.

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4. Solo ocasionalmente.

Ulrich pov.

Teníamos mucho tiempo libre, hasta que Jeremie y Aelita aparecieran, no podíamos llevar a cabo el trabajo, cada vez estaba mas raro en esta casa, había momentos en los que el ambiente se podía cortar con cuchillos, hachas, machetes o con cualquier objeto punzante y peligroso. Por una vez iba a ser un chico listo y me tome las cosas con calma, no quería pasar mi estancia aquí, de mala gana y con mala actitud, eso sí, sin olvidar lo que pasaba entre todos.

La gran idea de Makoto, fue aprovechar el buen día saliendo fuera al jardín a cenar y después poder ver un poco el paradero en el que nos encontrábamos, en el paisaje, los lugares y demás. Era cierto que me sentía un poco solo, cada uno tenía a su pareja del sexo opuesto cosa que yo no, Odd era Odd sin mas dilaciones ya se entiende a lo que refiero. Luego ese Makoto parecía el chicle pegado en la suela de la zapatilla de Yumi, así que de eso tampoco ni hablar. No me juzgare mal, soy un chico solitario en situaciones y a veces adoro estar en soledad conmigo mismo, pero hay en otras ocasiones que lo detesto.

Por decisión de las chicas de la casa, decidieron mostrarnos cada una sus hazañas culinarias, así que se encargaron de preparar algún aperitivo. Odd y yo íbamos llenando la nevera con bebida, como no, entre ellas no podían faltar cervezas, era de mis bebidas favoritas y mas en verano que son bien fresquitas. Por si no fuera poco, a Odd se le ocurrió hacer carne a la brasa para cenar, en plena naturaleza. Todos asintieron ante esa idea.

Subí al baño de arriba para prepararme, ya que en él guardaba mi cuchilla de afeitar y mi neceser de aseo. Abrí la puerta sin siquiera llamar y entré. El baño estaba un poco vaporoso, quite el vaho del espejo, cogí la espuma y después de agitarla me la puse sobre la cara, agarre la cuchilla y empecé a afeitarme, aun que, tenia que pausar a pocos para desempañar el espejo. Mientras tanto note por detrás como unas manos húmedas y un fresco aroma a champú me abrazaban por detrás, tocándome el torso, moviendo las manos de una manera seductora y delicada. Agarre una de sus muñecas y me gire. Intentaba deshacerse de mi camiseta, agarre sus muñecas y las baje hacia su posición.

- - ¿Stephanie que te crees que estas haciendo?.

- - Ayudarte a desvestirte para que te des tu ducha matutina.- dijo mordiéndose el labio.

- - Pero a ti que te pasa. ¿Crees que le haría algo así a Odd?- balbucee molesto.

- - Ya sabes, la carne es débil y mas si entras cuando estoy yo.- dijo mientras se aproximaba mas a mi.

- - Stephanie para ya. – argumente mientras la apartaba.

- - Vamos Ulrich, sabes que desde que nos conocimos los dos teníamos ganas de esto.- dijo haciéndose la inocente.

Salí del cuarto de baño, la verdad que el ambiente era el idóneo, pero esta chica volvía a sus andadas de siempre.

Paso desde que mi padre la contrato. Entro a la empresa, como alguien despampanante, era de altura media, pero siempre vestía con esas ropas ajustadas, esas camisas, que no dejaban mucho a la imaginación de un hombre y unos tacones de diez centímetros . Cada hombre de la empresa la miraba con lujuria y deseo, de esas veces, que apartarías las cosas de tu escritorio de un golpe y la pondrías encima de la mesa y… bueno a lo que iba. A cada uno de la empresa los tenia embobados con sus sinuantes curvas y esas medidas de escandalo.

Cada uno de ellos soñaba con tenerla entre sus brazos, cada noche o cada hora. Pero yo no era uno de esos, en esos momentos, no era ese tipo de chica que me llegaban a gustar, no podría estar con una por así decirlo, que lo mas importante en su vida es la belleza y el estar siempre perfecta. Ella siempre me guiñaba el ojo o me hacia provocaciones poco decentes, pero nunca prestaba la suficiente atención. Un día llego mas lejos de lo normal, entrando en la sala de las maquinas de café. La chica tenia recursos y mas cuando sutilmente derramo su vaso de café en su blusa, cosa que instantáneamente tuvo el valor de desabrocharse botón por botón mientras mas se acercaba a mi para que la secase. Lo único que consiguió… Nada le entregue los pañuelos de papel para que ella se secase, había estado apunto de caer en la tentación pero fui fuerte y resistí. Desde entonces paso un tiempo que ni siquiera se me acercaba a saludar.

Un reencuentro inesperado. Code lyoko.(EDITANDO) Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang