My Wonderwall •Bughead•

Capítulo 9: "¿Quieren guerra? Tendrán guerra"

(Narra Betty)
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"¿Quieren guerra? Tendrán guerra".
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Mi pecho ardía como el infierno. Al igual que el dolor inundaba mi alma entera.

-Betts- se escuchaban los desgarradores gritos de Jug, desde lo lejos. Tomando distancia entre mi mundo y el suyo... No logré salvarlo de mi propio infierno. ¿Por qué ahora no podía sacarlo? ¿Por qué un mes fue suficiente como para adorar tan intensamente a un muchacho?

-Lo siento- grité, forzando una sonrisa- . Estoy bien, Jones.

Por supuesto que no lo estaba. Padecía de una oscuridad que contemplaba aquellas tinieblas de mi ser. Las más tristes...

-No te alejes, ¿Sí?- el muchacho se acercó lentamente. Intentando comer los largos metros que nos separaban.

-No me conoces, Jug. Por favor- sollocé lentamente. Tratando de alguna forma u otra quitar mi dolor; aquel tan hambriento.

Sin más remedios, me balanceé sobre sus fuertes brazos. Intentando no recordarla... A su asesino. A su muerte...

-¿Por qué las mejores personas mueren?- susurré escondiendo mi cabeza entre su dulce abrigo.
No podía respirar bien, tal recuerdo me había dejado traumada de por vida.

-Tú no has muerto...- dijo acariciando dulcemente mi melena.- ¿Sí? Pero te necesito... Necesito cuidarte y saber que a pesar de todo, estarás bien.

Odiaba que las lágrimas se acumulen en mi rostro, me hacían ver tan vulnerable.

-Estoy bien- contesté alejando al hermoso muchacho de cabellos negros como la noche.- Sólo que... Recordé... ¿Sabes de lo que hablo?

-Lo sé perfectamente- intentó formular una sonrisa en sus labios. Pero una chica lo interrumpió al instante.

-Niño- rio Emily, vestida con aquel traje de porrista que tanto me fastidiaba.- ¡Entré!

-Emi, ahora no- dijo Jughead, escondiendo mi rostro entre su abrigo.

-Betty- la cereza apareció detrás suyo, con una sonrisa victoriosa mientras que sacudía su cabellera roja- , fiesta en mi casa. Puedes decirle a tu amiga serpiente que venga...

Alejé lentamente mi rostro oculto entre la chaqueta de Jug. Intentando reconocer la situación.

-¿Puedo invitar a alguno más?- pregunté alzando mis cejas. Aunque sólo se fruncieron las de Cheryl.

-Puedes invitar a Gorrito- sonrió,- siempre y cuando venga tu amiga.

-Vale, allí estaremos- respondí, por parte de todos.

Sabía profundamente que mis amigos marginados odiarían la idea de ir a una fiesta. Por lo que ni siquiera me molesté en preguntar.

-Bye bye- chilló la pelirroja, tan destrozada por dentro y tan impecable por fuera... Mierda que era fuerte- . Emily, ¡Sígueme!

-Adiós chicos- la muchacha se aferró nerviosamente a su bolso marrón. El cual se había manchado con un poco de labial.

-Yo no iré a esa...

-¡Sí que irás, idiota!- grité golpeando su cuello, en forma de broma.

-Bien, bien, lo haré- dijo retorciendo su cabeza lentamente.

-Más te valía.- sonreí corriendo a mi moto.- ¡Serás un ratón si no me alcanzas!

El muchacho de cabellos negros como la noche, comenzó a correr hacia la moto. Siempre y cuando para llegar antes.