Capítulo 18: "Devuélvemelo"

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(Narra Jughead)
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"Devuélvemelo"
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-Es su culpa, director- gritó nuevamente Bella, señalando con su dedo índice a la rubia.

-No la soporto- admitió Betty, apretando con fuerza sus labios.- ¿Cómo es que tienes amigos, Bella?

-¡Basta!- interrumpió el director, disgustado por los actos de sus alumnos.- ¿No se soportan ninguno de ustedes, verdad? Pues, me temo que se pasarán dos fines de semana en la escuela.

-¿Qué? ¡No es justo!- exclamó Cheryl, quien tenía los brazos cruzados para ocultar algunos golpes.

-Sí, sí lo es, señorita Blossom- reclamó el director.- Limpiarán la escuela a la perfección. Además de que llamaré a sus padres, y deberán hacer dos proyecto por asigntura... ¿Felices?

-No- interrumpió Betty, negando repetidas veces con su cabeza.- Es la culpa mía y de Bella, señor. No castigue a los demás.

-Tienes suerte de no llevar un castigo peor, Betty- él suspiró pesadamente, observando los daños hechos.- Entregarás las llaves del salón de arte, señorita.

La serpiente quedó en contacto fijo con el director, rogándole su nivel de crueldad.

-Disculpe, director- habló Bella, con un tono indefenso de voz.- Pero no puedes llamar a los padres de Betty...

-Porque no tengo- interrumpió la rubia, entregando las llaves que obtenía de arte.- ¡Hurra! Lo has dicho, perra. ¿Cómo te sientes? ¿Contenta?

Arrugué lentamente mis cejas, sin lograr entender nada de lo dicho.
Tomé la mano de Betty, la cual estaba fría y con un poco de sangre seca por los actos brutos de la porrista.
Ella observó mis ojos, logrando calmarse.

-Empezarán mañana, luego de ir a la enfermería.

-Me moriré antes de estar dos segundos con ellos- habló Bella, quien nos señalaba con su dedo índice.

-Ojalá lo hagas- sonrió la rubia, para luego recibir una mala mirada por parte del director.
Solté una carcajada.
Esto sí se pondrá difícil...

•••

-Siento lo de tus padres- susurré, ofreciéndola una triste sonrisa.

-Fueron mi amor puro- confesó, dejando que su peso caiga sobre el borde de la puerta.- Aunque ya sabes, nada de lo bueno dura.

  Miré sus ojos.
  Puros y valientes.
  Podía sentir el dolor que transmitían.
Deseaba con mi vida, de que cualquier sufrimiento que la atormente, me suceda a mí. Me mate a mí...
No a mi amor...
Todo menos a ella.

-Te probaré que sí hay cosas que duran, mi Elizabeth Bennet- dije, cortando los pocos centímetros que habían entre nosotros.- No pierdas tu luz, mi reina.

Ella soltó una risa nerviosa, para luego balancearse a mis brazos y dejar un suave beso sobre mis labios.
  La adoraba, ya no tenía remedio.

-Quédate aquí, es tarde - dijo, luego de unos minutos mirándome.

-¿Tú deseas que me quede?- contesté, sonriéndole dulcemente.

-Sí, mucho, mucho, mucho- soltó entre risas. Escondiéndose del frío en mi pecho.

Asentí levemente, antes de besar su frente y entrar junto a ella en mis brazos.
  No podía negar los sospechosos sucesos que estaban ocurriendo.
  Todo coincidía a la perfección, encajaba sin problemas.
  Tal vez, aquella muchacha, era Elizabeth Cooper.
 
-Ella me lo hubiera dicho- pensé claramente.
Mi niña confía en mí.
Tal y como yo lo hago en ella.

My Wonderwall •Bughead•Where stories live. Discover now