My Wonderwall •Bughead•

Capítulo 14: "Una Buena Actriz"

(Narrador Omnisciente)
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"Una Buena Actriz"
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Lunes, 14:35 PM.

  Los pasos de Betty, se hacían cada vez más intensos.
  Los recuerdos y el llanto nublaban su vista, impidiendo un avance seguro para la muchacha.
Aunque le daba igual.
No importaba nada, la muerte los venció... ¿De nuevo?

-Lo siento por no haberte salvado...- susurró la joven chica, cayendo al suelo en un estado débil.

Su alma se partió.
¿Tan malo era recordar el dolor?
¿Tan malo era rendirse?
¿Tan desastroso era perder a la familia?
•••

Lunes, 13:00 PM.

  El chico del gorro y la muchacha de chaqueta negra, se encontraban jugando como niños en la sala de arte.
  Ella pintaba entre risas, provocando algunos errores en su obra maestra.
Él, bailaba exageradamente Bohemiam Rhapsody.

-¿Qué haces, Jughead?- susurró Betty, evitando mover su vista del chico.

-Bailando como tú lo haces- soltó Jones, llevando una mano a su frente, dramáticamente.

-Eres peor que La Rosa De Guadalupe- opinó la artista. Sonriendo ante el resultado de su obra.

-Touché- dijo el muchacho, divertido.

Desde que la rubia entró a su vida, él era feliz.
Ella le enseñó el arte de la vida, le dio la llave para abrir su propio corazón.
Aunque Betts no sabía, de que la única dueña de su alma, era ella.

-¿Qué dibujas?- preguntó el chico, alzando su cabeza para espiar aquel cuaderno.

-¡Jughead! ¡Ni se te ocurra!- soltó Betty, intentando agarrar su dibujo.

Falló.

-¿Me dibujas a mí?- Jones, levantó su mirada hacia su enamorada de ojos azules. Observó cada una de sus bellas facciones, intentando resolver el enigma que tanto lo atormentaba.- ¿Por qué a mí?

-Quería dibujar algo hermoso...- sonrió la muchacha, apartando un mechón de cabello de su rostro.- Y no había mejor persona que tú...

-Gracias, mi reina- el chico juntó su frente con la de ella, permitiendo oler su aroma tan dulce y delicioso que obtenía.- Eres lo mejor que tengo. Lo único, a decir verdad. Nunca te alejes de mí...

-Sólo debes gritar mi nombre al final de la noche...- susurró la chica, parpadeando varias veces para alejar las lágrimas de sus ojos.

Ella sonrió dulcemente, antes de agrandar la distancia entre ellos, para largarse a la gran cafetería.

-¡No me atraparás!- gritó Betty, corriendo por los pasillos de la escuela.

Sus rizos dorados como el maíz, bailaban al compás de sus movimientos, mientras que evitaba las carcajadas al ver a Jughead Jones sin su gorro.

  Todos los adolescentes en tumulto, ignoraban a los dos chicos que saltaban cualquier obstáculo sólo para no ser el perdedor.
  Ellos eran los colores de la maravillosa vida.
  Eran ángeles, que intentaban encajar en un lugar donde no pertenecían.
Ellos eran un todo juntos.
Eran vida y muerte.
Luz y oscuridad.
Un primer amor... Tan inocente y hermoso...

-Miren, los dos marginados juntos- soltó una rubia, removiendo su cabellera de manera idiota.

-Mira, otra estúpida juzgando- gritó Betty, cuando finalmente llegaba a la cafetería.

-¿Ahora ves que jamás podrás ganarme, Jones?- preguntó la rubia, agitada.- Es ley de vida.

-¿Segura?- apostó el chico- . Vale, te haré caso...

-Muy bien, señor del gorro- bromeó Betty, escogiendo su almuerzo del día.- Jugaremos a un juego, si gustas.

-Odio los juegos de...

-Jugarás de todas formas, o sino prometo ir con los niños de séptimo grado.- la rubia miró a su nariz, preparada para formar una cara extraña en su rostro.- Porfis...

-Bien- suspiró Jughead, sabiendo que no tendría escapatoria de tal juego.

-Okey, yo diré una letra, y tendremos que decir una canción con esa inicial. ¿Entiendes?- Elizabeth levantó sus cejas, mientras que se sentaba junto a él en una de las gradas.

-Bien, yo empiezo. C.- soltó el muchacho, abriendo su botella de agua, para beberla.- Creep. Radiohead.

-Come Togheter, The Beatles.- respondió al instante la joven.- S.

-Shallow, Lady Gaga y Bradley Cooper.

Betty, se atragantó con el agua que bebía al escuchar aquel apellido. Pero luego lo disimuló con un quejido.

-No me gusta el juego...- relacionó Elizabeth. Sabía que no era así, pero no podía levantar sospechas sobre su pasado.- Es muy...

  La voz de la muchacha, fue interrumpida al reconocer unos gritos de sus amigos. De su familia.

-¿Toni? ¿Sweet Pea? ¿Qué hacen aquí?- preguntaron al unísono los curiosos adolescentes.

  Betty observó el dolor en sus rostros, nunca los había visto en ese estado.

-Fangs sufrió un accidente- susurró la chica de cabellos rosados.- No sorbrevivió, fue muy intenso el choque, chicos...

Ella recordó aquel día. Cuando las nubes cubrían frágilmente el cielo azul, aunque no había una pizca de felicidad para la vida de Elizabeth Cooper.

-Hey, cariño- le dijo uno de los policías, mientras que se acercaba a paso lento.

-Hola- contestó la niña, seca y dolorosamente.

-Lamento mucho, cómo han sido las cosas... Pero tu familia sufrió un homicidio, Elizabeth. Uno del cual no sobrevivieron...

  La valiente muchacha, de cabellera dorada como el maíz, sufrió un trance desastroso. Mientras que sus amigos intentaban despertarla de su pasado, entre lágrimas y dolor.

-Betts, reacciona, por favor- susurraba el chico del gorro, que la contenía entre sus fuertes brazos.

-¡Vamos, Elizabeth, por favor!- gritó Toni, en desesperación.
  Ya había perdido a su mejor amigo.
  A su compañero de aventuras.
  A sus risas.
No podía permitir, que la rubia de corazón puro, recuerde su melancolía.
Ella era sólo una humana, no debía sufrir de tal forma.

Betty removió su cabeza, volviendo a la estúpida y dolorosa realidad en donde se encontraba.

-No puedo hacerlo, chicos.- No puedo actuar más sobre quién soy... Una estúpida humana...

  Con toda la escuela en su mira, corrió hacia quién sabe dónde...
  Seguro, que a un lugar en el que esté a salvo...
Pero seamos claros, nadie estaba a salvo en aquel pueblo...