Capítulo 17: "La Hija de la Muerte"

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(Narra Betty)
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"La Hija de la Muerte"
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-Debes entrar al grupo de las porristas, Betty- sugirió Cheryl. Mientras calentaba sus musculos para evitar daños durante el entrenamiento de las River Vixens.

-Claro- bufé soltando una carcajada.- En tus sueños, es muy probable.

La pelirroja sonrió rodando sus ojos.
Amaba agotar la paciencia de la gente.

-Me sacarás canas verdes, Betts.- dijo Cheryl, al retocar aquellos labios rojos color cereza.- ¿Sabes quién llegará...

-Veronica Lodge- solté suspirando, mientras dejaba caer mi peso en la pared.- Han estado hablando de ello hace meses.

-Dicen que es la "hija del Diablo"- habló mi nueva amiga pelirroja- ¿Tú crees eso?

  Negué inmediatamente con la cabeza.

-No creo en las etiquetas, que te definen por ser hija de alguien.- reflexioné, intentando no ser atraída por la curiosidad.
Oía unos ruidos extraños que omitía la puerta del vestuario.

-Pienso lo mismo.- dijo una Cheryl molesta.

  Alguien se encontraba al otro lado de la puerta, escuchando probablemente nuestra conversación.

-Escuchar cosas ajenas es de mala educación- nombró la pelirroja, corriendo aquella puerta para delatar al intruso.

-Lo siento- susurró una muchacha de cabellera negra. Quien llevaba un costoso atuendo que relevaba su identidad.

-Lodge- saludé con una sonrisa.- Un gusto.

  La muchachá me observó lentamente, intentando comprender alguna pregunta inexplicable.

-Nadie lleva ropa tan elegante a la secundaria, idiotas.- solté riendo.- No soy bruja. Además, de que eres la nueva novedad de Riverdale.

-Sí, es una mierda- murmuró Veronica, bajando su cabeza mientras que jugaba con el movimiento de sus tacones.- Perdón la molestia, ¿A qué hora es el entrenamiento de las River Vixens?

-En veinte minutos, exactamente. Hoy lo haremos en el campo, espero que no llegues tarde- susurró Cheryl. Disgustada por los actos de la pelinegra.

-Yo me vestiré para los Bulldogs- dije al levantarme, intentando interrumpir aquel silencio tan incómodo.- Todavía escucho los regaños de Archie cuando la otra vez llegué tarde.

-Mientes- retractó Cheryl, entre risas.- Ya has calentado conmigo, quieres ver a tu novio.

-Vete al diablo- solté riendo.

Sentía haber encontrado la salida de aquel laberinto, el cual no tenía fin.
¿Realmente había creído que podría escapar de mi propia pesadilla?
No, ninguno escapa de sus propios demonios.
 
•••

-Bulldogs- llamó Archie- vengan aquí.

Aunque no podía quitar mi mirada sobre aquel acto.
Parpadeé un par de veces, intentando comprender la razón por la cual, una serpiente negociaba en el lado norte.

-Betty- volvieron a llamar.

  Pero la cabellera rubia de aquella mujer, se movía rápidamente junto a sus pasos.

  Estaba apurada.

  Corrí disimuladamente hacia el lugar, intentando apresurarme para no levantar sospechas.

  Aquella cabellera se me hacía muy familiar, pero no era de nadie que conocía.
  Realmente no era de por aquí.

-¿Qué haces, estúpida?- una River Vixen, se aferró a mi brazo derecho para mantenerme quieta. Podría disimular aquel dolor insoportable, clavaba sus uñas en mi piel profundamente.

My Wonderwall •Bughead•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora