Capítulo 34: "Hey, That's No Way to Say Goodbye"

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(Narra Jughead)
~•~
"Hey, That's No Way To Say Goodbye"
~•~

¿Qué era ese sentimiento?

Aún recuerdo sus palabras, dañando cada parte de cordura que me quedaba.

"Lo nuestro ya no existe"...
"Lo nuestro ya no existe"...

Era un eco.
Un maldito eco que se encargaba de consumir mi pecho para que me quede.
Junto a mi ángel.
Mi salvación.
Mi sol.
Mi maravilla.

Joder, ella era mi maravilla...
Ella era lo que siempre busqué.
La esperanza del por qué seguir con vida.
Del por qué.
Del por qué de los humanos.

Betty siempre fue mi respuesta.

Debí de haberlo imaginado, tan solo cada vez...
Cada vez que la miraba mi corazón latía con tanta fuerza que lo único de lo que estaba seguro es que la amaba.

Más que a nadie.
Más que a nada.

-¿Estás listo?- la voz de Toni bailó por la ruidosa calle.
Luchaba para que mi voz salga. Pero la angustia peleaba junto a mí.

Agarré mi bolso y logré que colgara de mi hombro sin problema alguno.
Mi corazón dolía.
El autobús se había estacionado.

-Bien, Jughead Jones- susurró la muchacha. Las lágrimas caían por sus mejillas y las empapaban de dolor.
Del adiós.

-Adiós, Toni- hablé, abrazándola y cerrando mi ojos para retenerme allá.
Junto con las personas que amaba.- Tal vez sea la última vez que las vea así que... Prométeme, que le darás mi grabación a Elizabeth y...

-Lo haré, Jughead.- Asintió con la cabeza, mientras me dedicaba la sonrisa más triste.

Me recordó tanto.
Me recordó cuando la conocí.
Me recordó cuando sus labios me susurraron que nunca más estaría sólo.
Me recordó cuando me enamoré de ella.
Cuando viajamos en su moto y gritamos hasta no dar más.
Cuando encontré el camino hacia mi felicidad: Cuando supe que la amaba...

Todo, todo lo que habíamos pasado para saber que la amaba con locura.
Ella fue todo lo que superamos juntos.
Lo que luchamos.
Lo que ganamos.
Lo que perdimos.
Lo que bailamos.
Lo que cantamos.
Lo que hicimos.
Lo que amamos.
Lo que vivimos...

Elizabeth y yo.
Juntos.

-Adiós, Toni.- Me despedí nuevamente moviendo mi mano. Sintiendo las ganas de llorar que no me dejaban respirar.

Al caminar hacia el transporte, se me hacía difícil hasta mover mis piernas.
Sentía los pies con cemento, pero debía subirme antes de arrepentirme.

Lo hacía por mi Betty.
Lo hacía porque los dos ya habíamos cumplido nuestra misión.

O eso pensaba...

-¡Buena suerte!- gritó.

Sí, sí...
No quería buenos deseos.
Quería quedarme.
Pero también quería irme.

Debí de haberlo pensado antes de subirme al maldito autobús.

Cerré mis ojos y al colocarme los auriculares, las lágrimas comenzaron a caer solas.
No las podía controlar, pero quería soltarlas.

Ya saben, dejarlas ir...
Dejarla ir...

Observé como mi pecho subía y bajaba.
Subía y bajaba.
Subía y bajaba.
Era una respiración que necesitaba algo más que aire.

My Wonderwall •Bughead•Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon