Lauren

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LAUREN POV

Me sentí feliz por la reacción que tuvo toda esa gente ante mi discurso, poco a poco vi cómo iban creciendo en número de asistentes mis presentaciones en los jardines de la universidad, ese día de verdad me sentía plena, hace mucho que no lo estaba, escuchar a la gente como aplaudía me recargaba de energía para seguir luchando por hacer que la sociedad se olvidara del odio, la violencia y el rechazo a lo diferente, sé que es difícil pero con que una pequeña semilla de mi trabajo echara raíz en un pequeño grupo de personas, con eso me daba por servida.

Era conocida en la universidad por mis discursos y por el hecho de que algunas veces, bueno muchas, me encontraba en la oficina del coordinador de mi carrera el cual me regañaba por "agredir" a un profesor verbalmente o no guardar silencio cuando este me lo pedía, yo no les ofendía y de verdad que respetaba todos los puntos de vista que ellos me ofrecían, yo lo tomaba como un diálogo, pero ellos no, ellos lo tomaban como un reto y entonces me enviaban con el coordinador, el cual al ver el número de veces que visitaba su oficina quiso hacer algo de provecho conmigo y comenzó a darme un trabajo, debía realizar una tesis sobre la inclusión de la mujer en la rama política y su impacto en esta, ese trabajo, según él, sería mi carta de presentación ante el Senado y la forma en cómo me graduaría de la Universidad sí, estudio ciencias políticas pero me especializaré en derechos humanos, seré la voz de las minorías, aquellos sectores marginados por la sociedad y por el mismo gobierno, no sé, quizás algún día llegue a ser presidente de mí país.

Esa tarde ante mi discurso y mi felicidad a flor de piel, vi a una chica de cabello oscuro, ojos miel y tez morena que me observaba fijamente, quizás mis palabras estaban haciendo efecto en ella, así que no dudaría en bajarme y preguntarle si se uniría a la marcha que habría en apoyo a los inmigrantes el día de mañana.

Y así lo hice, bajé del escenario improvisado y me dirigí a ella.

-Hola – Sus ojos se abrieron como platos al darse vuelta y mirarme, desde mi ángulo pude ver que sus ojos miel se mezclaban también con el color café, muy lindos ojos pensé - ¿Tú también te unes a la causa? – Por un momento no dijo nada, parecía pensativa –Sí – Escuché decirle – ¡Perfecto! Sé que somos minoría ahora pero mañana habrá mucha gente reunida en el Cloud Gate en Chicago para marchar por los derechos de los inmigrantes – La chica seguía sin responderme, sólo me miraba sorprendida, así que traté de romper el hielo con otro tema y ese tema llegó a mi cuando vi que cargaba en sus manos algunos libros de álgebra - ¿Estudias alguna ingeniería? – Ella bajó la mirada a sus libros y después volvió a conectar sus ojos con los míos y por fin habló – Estudio ingeniería industrial.

Tal parece que no le sacaría más palabras a esta chica así que opté por retirarme, pero antes de hacerlo vi que un muchacho vestido con ropa blanca de los pies a la cabeza y sosteniendo una bata del mismo color en su mano izquierda tomaba a la chica por la cintura con su mano libre, médico, pensé – Hola ¿Tú también te unes a la causa? - le pregunté amablemente – No, lo siento yo mañana tengo guardia en el hospital donde hago mi internado – dijo sin más tomando de cerca a la chica que se notaba un poco incómoda – Bueno, entonces sólo irá tu novia – Cuando dije esas palabras él puso cara de sorpresa y volteó a ver a su novia que solamente le sonrió – Perdón, pero Clarisse no irá a nada de esto, ella no está estudiando para hacer revuelo con la gente.

– ¿Revuelo?- Remarqué yo con incredulidad - Bueno si así tomas el hecho de que iremos a exigir nuestros derechos, no creo que tener una conversación contigo valga la pena – Dije un poco seria, ¿revuelo? ¿Es enserio? Por querer hacer valer nuestros derechos ¿somos considerados rebeldes? Definitivamente no cruzaría una palabra más con él porque en ese momento estaba feliz y un desconocido no me quitaría eso, así que comencé a alejarme cuando escuché que él hablaba de nuevo.

¡Qué bueno que dices eso! – Dijo con algo de sarcasmo – Yo soy intolerante a gente como tú que se encarga sólo de desviar el tráfico de la ciudad por sus marchas sin sentido – Esas palabras hicieron que me diera la vuelta y que se dibujara en mi rostro una sonrisa irónica – ¿Entonces te preocupa gastar más gasolina que las injusticias que se cometen en la sociedad?, ¿Eres de los que juzga sin bajarte a preguntar cuál es la razón del acto? ¿Eres intolerante a las desgracias de los demás? - Lo miré de arriba abajo mientras preguntaba con todo irónico - ¿En qué te especializarás? ¿En cirugía? ¿Por amor a salvar vidas o por amor al dinero? – Entonces él se quedó callado y yo proseguí - ¡Bingo! Por dinero, y sabes qué, me da gusto que tengas en un futuro mucho dinero para llenar tu tanque porque nosotros seguiremos haciendo marchas y así con tu tanque lleno ya tendré menos pendiente de que tu carro se quede sin combustible por ir a rodear.

No dije más y sólo me di la vuelta, pero antes debía cerrar este encuentro con broche de oro, así que me detuve y volteé a ver a la chica – Oye, Clarisse ¿Verdad? – Y la chica sólo asintió – Tienes unos ojos muy hermosos ¿Lo sabías? – Dije de manera coqueta y desde mi lugar pude ver cómo se... ¿Ruborizaba? Él solamente fruncía más el ceño, entonces continué – Ojalá, puedas venir a la marcha y así conocerte más – Y entonces seguí mi camino mientras a mis espaldas escuchaba - ¡No sé te ocurra volver a coquetear con ella...! –Sonreí y me di la vuelta para gritarle – ¡VEO QUE A ELLA NO LE MOLESTA QUE LO HAGA! – Vi cómo su cara se tornaba de mil colores, pobre chico, verlo perder los estribos me devolvió la felicidad que él me había opacado minutos atrás.

Ojalá que con mi último comentario no meta en problemas a Clarisse, pero es que ese tipo se lo buscó, en fin, si la vuelvo a ver le pediré una disculpa por lo que dije, bueno aunque no mentí, si ella quería yo podría seguir elogiándola.   

UNA VEZ MÁSWhere stories live. Discover now