Capítulo 4

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Capítulo 4

El Cold Gate reflejaba a las miles de personas que acudían a exigir un trato digno en un país que no era el suyo, pero que lo amaban como si lo fuera, muchos daban la vida por esas tierras, ojalá el Cold Gate también reflejara el sentir de aquellas personas que no querían ser separadas de sus familias y que le pedían al gobierno la oportunidad de permanecer en el país que eligieron para vivir y salir adelante.

Entre la multitud se encontraba Lauren, tomando su lugar en la marcha junto a sus compañeros y sus amigas Lucy y Verónica, las cuales también estudiaban en la misma Universidad.

Su corazón se aceleraba al ver que el llamado había rendido frutos, miles de personas habían asistido a la marcha.

-¡Lauren esto está en grande, sin duda saldremos en cadena nacional! – Dijo la voz de Lucy que se encontraba a lado de la ojiverde – No pensé que esto tendría tanta respuesta, las organizaciones hicieron muy bien su trabajo – Soltaba Lauren.

Al momento de mirar todo a su alrededor le venía a la mente su familia, las historias de sus abuelos que también eran inmigrantes cubanos y de cómo salieron de su país para adentrarse a buscar el sueño americano, esto también era por ellos, porque desde pequeña escuchaba sus relatos y veía como algunas veces su abuelo soltaba una lágrima al contar cómo tenía que olvidarse de Cuba y comenzar una vida en otro país, con otro idioma.

La razón por la que Lauren había elegido esa carrera estaba frente a sus ojos, porque no sólo se trata de exigir a los gobernantes, sino de buscar soluciones y ella estaba ahí para buscar solucionar un mal gobierno, las malas decisiones que afectaban a un país entero y a personas que sólo buscaban vivir mejor.

Entre gritos de lucha y cantos, la marcha desfilaba por las calles principales de Chicago - ¡Vero, sonríe aquí viene una cámara, es momento de triunfar! – Dijo Lauren cuando tomó a su amiga para que esta pasara frente a la cámara, aventara un beso y levantara un cartel el cual llevaba la frase "We are not criminals", Lauren soltó una pequeña risa al ver a su amiga desfilar por la cámara, segundos más tarde un agarre en su brazo impidió que siguiera riendo, la sorpresa invadió su rostro, Clarisse había asistido a la marcha, la chica de ojos color miel llevaba una blusa blanca ceñida al cuerpo, unos jeans azules y unos converse blancos que quedaban bien con su atuendo, el calor en Chicago por la primavera se prestaba para que la gente usara ropa más ligera.

-Creí que te tenían prohibido venir- Dijo Lauren un poco sarcástica pero continuó – Me alegro de que estés aquí – Habló de manera sincera – Te dije que me uniría a la causa y cumplo lo que prometo – Esas palabras en boca de Clarisse hicieron que Lauren la mirara fijamente, quién iba a pensar que aquella chica callada estaría presente a costa de lo que dijo su novio aquel día en el campus– Pues me alegra escuchar eso– Dijo Lauren después de analizar las palabras de la estudiante de ingeniería industrial.

Al llegar a la marcha, Clarisse no se había percatado del numeroso grupo de personas que caminaban por las calles de Chicago, ya que su objetivo era buscar a aquella chica que había coqueteado con ella enfrente de su novio, la que tenía esos hermosos ojos que dejaban sin habla a cualquiera si los mirabas fijamente, a ella le había pasado. Después de un momento de búsqueda, la encontró, Lauren iba con sus amigas, vestía un pequeño short de mezclilla con una blusa de tirantes negra, al verla Clarisse pensó que el negro sin duda sería su color favorito ¿O se equivocaba?

Cuando se acercó a ella y la tomó del antebrazo, tenía el discurso perfecto para entablar una conversación, pero al momento de verla girarse hacia ella olvidó todo ¿qué le pasaba? ¿Por qué pensaba todo el tiempo en esa chica? Las ganas que tenía de verla la hizo armar una mentira para que sus padres no se dieran cuenta a dónde iba, ya que ellos eran un poco conservadores.

UNA VEZ MÁSWhere stories live. Discover now