Camila

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CAMILA POV

-¿Podemos vernos después? – Me dijo él con una mirada que denotaba la esperanza a que un "sí" fuera mi respuesta a su pregunta, pero en realidad era todo lo contrario – Anota tu número aquí y yo te llamaré ¿Sí? – Él sabía que era lo único que podría ofrecerle así que no lo pensó dos veces, tomó el lapicero y el papel que le tendí con mi mano – ¿Me prometes que llamarás? – Lo vi fijamente, vaya que me había convertido en una maldita perra mira que no sentir nada ante esa súplica de amor – Yo... - Pensé mis palabras muy detenidamente – Intentaré hacerlo, esto de la escuela me ha tenido un poco ocupada, estamos casi a finales de semestre y tengo que preparar todos para mis trabajos finales, pero lo intentaré, eres un buen chico y... -Volví a meditar mis palabras, esta vez no sería tan directa y cortante como lo había sido con los demás chicos y, bueno también chicas con las que había pasado sólo una noche de diversión en mi cuarto – Me la pasé bien contigo, a nadie le digo que intentaré marcarle ¿sabes? Sólo les digo adiós, pero a ti, te digo que intentaré ponerme en contacto – Dije sincera, aunque esperando que esas palabras se las llevara el viento, yo no lo volvería a ver y no haría el intento por llamarle, nunca.

Él salió por la puerta de mi apartamento resignado, aunque vi un pequeño destello de emoción en sus ojos, así que pensé que mis palabras habían sido las correctas, esta vez, él no se iría llorando o rogando como los demás.

Camila, Camila, Camilita – Escuché una voz hablarme dentro del apartamento al momento que cerraba la puerta, era Dinah Jane mi mejor amiga desde la adolescencia, nos conocimos en un conservatorio de música cuando teníamos ambas 16 años, nuestros padres al parecer coincidieron en que debíamos canalizar nuestras energías con música y desde entonces somos amigas, aunque ella es de California y yo de Miami, nuestros padres nos permitían pasar las vacaciones juntas, una semana ella viajaba a Miami y una semana yo viajaba a California con su numerosa familia, poco tiempo después nos dimos cuenta que lo nuestro era la música y así viajamos a Nueva York a perseguir nuestro sueño, estudiar música en una de las mejores escuelas de país, así es Julliard, y lo logramos, llevamos 4 años estudiando en esa escuela y somos compañeras de apartamento.

- He llegado a una conclusión con tu actitud y todo esto que estás haciendo ¿quieres saber cuál es? – Dijo Dinah mirándome como con gran serenidad y curiosidad, yo simplemente crucé los brazos y esperé a escuchar su conclusión – Adelante señorita Holmes, dígame por qué tomo esta actitud y hago lo que hago – Ella corrió al comedor por una silla y la puso frente a un pizarrón que teníamos del tamaño de la pared, ahí escribíamos los deberes que cada una debía hacer en el apartamento, recordatorios de la escuela, una fiesta o simplemente nos poníamos a dibujar – Y bien, ya estoy lista – Dije sentándome en la silla que ella misma me había ofrecido, entonces comenzó – Bueno, cuatro meses después de que llegamos a Nueva York tu actitud cambió, tus calificaciones siguen siendo excelentes aun mantienes la beca, eso quiere decir que en lo profesional sabes cuáles son tus prioridades pero en el aspecto personal haz estado un poco del asco – Entonces yo la detuve un poco sorprendida por lo que dijo ¿vida personal del asco? ¡Pero si era Camila, la chica que podría tener a quien quisiera cuando quisiera sin recibir un NO por respuesta! - ¡A ver Dinah, para ahí! ¿Vida del asco? Por favor si tengo más vida social que tú, más sexo que tú, mejor...

-¡Para ahí!- Me dijo deteniendo mi discurso con su mano – Ahí es donde quiero llegar, al sexo – Yo me quedé sorprendida ante esto y a la vez más intrigada por lo que mi mejor amiga diría con respecto a esto, así que guardé silencio para escucharla – Las últimas tres canciones que entregaste como proyectos finales el año pasado mostraban tristeza y nostalgia, claro que fueron geniales, pero algo me llamó la atención de esas letras y melodías que escribiste, así que comencé a analizar tu comportamiento – Tomó un gis y comenzó a rayar el pizarrón haciendo una tabla dividida en tres partes – Bueno, en lo que va de este año has tenido 10 parejas sexuales y entre ellas quizás alguna sentimental, pero a las cuales terminas en que ¿un mes? – Entonces la vi muy seriamente ¿con qué cosas me saldría esta mujer? - Continúa Dinah.

-Bueno, de esas 10 personas 4 fueron mujeres y 6 fueron hombres – Y comenzó a anotar en el pizarrón – ¿Y? – Dije sin entender a lo que iba – Bueno – continuó – Después de verlos desfilar con ropa y sin ropa por el apartamento me percaté de algo muy singular que cada uno de ellos tenía en común –Me removí de mi asiento poniendo cada vez más atención – Los ojos – Ahí solté la risa – Dinah, todos tienen en común los ojos ¿O me metí con uno que tenía tres ojos? – Le dije aun riendo – No, pero sí te metiste con alguien que tenía seis dedos en cada pie, ¡Asco! Aún lo recuerdo y me da cosa, cuando vino a la cocina descalzo y tomó un plátano te juro que sentí que lo pelaría con los pies como chango – Dijo riendo y para ese entonces mi risa ya se había borrado escuchándola - ¡Fue un error! No le vi los pies, sólo le vi el... - Ahí me detuvo- ¡Ay qué asco Camila! Quien sabe qué otra cosa deforme tenía y tú ni te diste cuenta, veremos si con el tiempo no crece algo en ti también deforme – Se echó a reír - ¡Ya deja ese tema, por favor Dinah ya fue hace mucho y no lo volví a ver! Mejor termina tu discurso que tengo que ir a bañarme – Era viernes por la mañana y ese día no tuvimos clase, por lo que aun andaba en bata, además, había tenido sexo anoche,esa ducha me llamaba a gritos – Bueno, prosigo ¡pero ya no me interrumpas! – Me advirtió – Seré una tumba – Le dije haciendo señales de que cerraría la boca –Muy bien, pues... ¿En qué estábamos? ¡Ah, sí! Bueno entonces comencé a ver algo similar en tus parejas que desfilaban por aquí y fue cuando me di cuenta, dos de ellos una mujer y un hombre, Jason y Sarah creo que se llamaban, tenían los ojos color café – Y anotó dos líneas en el primer espacio de la tabla que estaba dividida en tres y que cada una tenía una frase distinta, la primera "Ojos cafés" la segunda "Ojos Azules" y la tercera "Ojos verdes" – Prosigo, una persona de las 10 que tuviste en lo que va del año tenía los ojos azules – Dirigió su mano con el gis y dibujó una raya en el espacio de "Ojos Azules" – Los últimos 7 coincidían en que tenían los ojos de color verde, en especial una chica ¿Amanda? Sus ojos eran bonitos – Se dirigió de nuevo al pizarrón y llenó de 7 rayas la parte vacía que decía "Ojos verdes" – Aquí tenemos dos teorías, pero una se descarta rápidamente, primera: Que extrañas a Sinu y por eso eliges a personas de ojos verdes con quiénes acostarte, lo cual es loco – Entonces me levanté de la silla algo molesta - ¡Qué asco Dinah! ¿Cómo puedes pensar eso? Digo uno repite patrones en ciertas cosas pero ¡ESO NO! – Dije algo asqueada, ver a mi mamá en las personas con las que me acostaba, que mente tan retorcida la de mi amiga - ¡Ya sé! Por eso que sostengo la segunda teoría: Extrañas a alguien y ese alguien tiene los ojos verdes, te ha invadido tanto el recuerdo de su mirada que buscas inconscientemente ver a esa persona en alguien más, alguien que tenga eso que te recuerda a la persona, sus ojos ¿si me doy a entender? – La vi seriamente con las manos cruzadas parada frente a ella y su estúpida teoría – ¿Y quién es esa persona a la que extraño? Porque sabes de ante mano que siempre extraño a muchas personas, a Sofi, mamá, papá... - Y ¿Lauren? – Dijo Dinah algo dubitativa, mis oídos no daban crédito a lo que acaba de decir Dinah, pronunció su nombre ¡su nombre! – Dinah, ese nombre está vetado de tu boca y de la mía – Lo dije de manera serena pero en cualquier momento sabía que perdería los estribos – Lo sé Camila pero no te enojes conmigo, de verdad si necesitas volver a hablar de eso hablaremos – ¡No hablaremos de nada Dinah y menos de ella! – Y entonces me fui de ahí directo al baño sin escuchar nada más, abrí las llaves del agua, dejé caer la bata al suelo, permití que el agua que salía de la regadera arrastrara todo lo que había estado escuchando durante 15 minutos, todo lo que hizo Dinah para justificar lo que estaba a punto de decir, Lauren.

Y entonces no lo pude evitar más, cerré mis ojos y ahí estaba ella con sus hermosos ojos esmeralda y esa sonrisa que iluminaba todo a mi alrededor, la recuerdo con aquellos short, su blusa blanca holgada y su cabello largo y libre corriendo por la playa, haciéndome correr tras ella, sonreía por ella, amaba por ella, el mundo era de un color distinto por ella, amé la música por ella, todo siempre por ella pero entonces recordé, la había dejado ir, los pensamientos alegres se fueron esfumando cuando la recordé llorando intentando tomar mi mano pero yo la alejaba, ese gesto bastó para que ella se quedara parada frente a mi limpiando sus propias lágrimas que no paraban de bajar por sus rosadas mejillas, con esa mirada seria que jamás olvidaré me deseo suerte en la vida y yo sin devolver aquella suerte me fui de ella.

No podía ser posible, estaba recordándola, volví a sentir que la extrañaba como si fuera su recuerdo la única cosa que me mantenía viva, Dinah tenía razón y cómo no tenerla si a ella le tocó limpiar mis lágrimas aquellas madrugadas, escucharme hablar sin sentido, gritar su nombre después de algunas copas de vino y me vio convertirme en esto que soy ahora, una estudiante de música que siente distintos tipos de amor, por mi familia, mi música, mis melodías, mis amigos, mi vida pero no he sentido desde entonces lo que hace 4 años sentí o creí sentir por una chica que espero, sea la mujer más feliz del mundo.

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