Absolutamente despreciable

Chapter 7

Disclaimer: Los personajes de Harry Potter no me pertenecen, son propiedad de J.K. Rowling. La historia tampoco me pertenece, esta pertenece a camnz y esta historia fue beteada por Flame's Child.

xxx

Alrededor de las dos de la tarde, Hermione recibió una nota en la que Draco solicitaba su presencia inmediatamente. Era una nota concisa y si hubiese sido enviada por alguien que le importaba, se hubiera preocupado. Arrugó la nota y la arrojó al fuego. Iría, pero terminaría su sándwich primero. Seguramente, él no se estaba desangrado.

Entró en la chimenea tan pronto terminó su sándwich, sentía un poco de curiosidad por ver cuál era la emergencia. Cuando llegó allí, la casa estaba completamente silenciosa.

—¡Malfoy! —gritó, cuando no vio a nadie.

—¡En el estudio! —gritó en respuesta.

—No, no, no —dijo cuando ella entró al estudio—. ¿Qué llevas puesto?

—Mi ropa —expresó, molesta de que él hiciera un escándalo por su ropa, mientras él aún estaba en bata. De seda, por supuesto, flojamente atada, por lo que mostraba gran parte de su pecho.

—Cuando te dije que usar un saco era algo apropiado —él comentó—. ¿No tienes ningún sentido de la moda o, aunque sea un vestido?

—Lo hiciste sonar como una emergencia. Vine de inmediato —ella respondió.

—¿Y esto es lo que usas?

—No me paseo en bata por el BM.

—De acuerdo, siempre deberás vestirte apropiadamente cuando vengas aquí.

—Entonces, qué cosa sería más apropiada a las dos de la tarde. ¿Mi ropa actual o un simple vestido? —preguntó, molesta por lo ridícula que era la conversación.

—Eso nunca será apropiado —repitió, agitando su mano despectivamente.

—¿Cuál es la emergencia? — Hermione intentó cambiar el tema.

—Estoy jodidamente caliente —él dijo, todavía mirando su vestido de lana marrón.

—Eso no constituye una emergencia.

—Nunca dije que fuera una emergencia y sí, lo es —respondió—. Me molestó que no estuvieses allí esta mañana. Estoy extremadamente nervioso y ahora necesito que extiendas esas hermosas piernas tuyas.

Con un movimiento de su varita, su vestido se desintegró.

—¡Oye! —Hermione gritó y trató de cubrirse con sus manos.

—Creo que ya discutimos suficiente sobre esa monstruosidad. Ahora, obviamente, tenemos que discutir sobre esos trapos a los que llamas ropa interior.

—Es todo lo que tengo —ella dijo antes de que él también los desintegrara. Ella intentó cubrirse con más vehemencia.

—Ahora siéntate en el escritorio.

Hermione no respondió. Nuevamente una parte de su cerebro estaba entrando en pánico. Sabía muy bien que ya habían tenido relaciones sexuales antes y que él esperaba que lo hicieran de nuevo, cada vez que lo deseara, pero para ella era muy difícil aceptar la idea.

Draco levantó una ceja ante su falta de respuesta. Le tomó a Hermione unos segundos más llegar a un acuerdo con el hecho de que sus opciones todavía eran muy limitadas; y por ahora, el mejor resultado para mejorar su vida incluiría poner su trasero en el maldito escritorio.