Chapter 13

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Disclaimer: Los personajes de Harry Potter no me pertenecen, son propiedad de J.K. Rowling. La historia tampoco me pertenece, esta pertenece a camnz y esta historia fue beteada por Flame's Child.

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La vida continuó igual durante unas dos semanas. Salía con Marcus por las noches. Marcus molestaría a Draco y él se enojaría, lo que al menos era algo divertido.

El sexo era genial. Generalmente Marcus era más considerado que Draco, pero tampoco era un perfecto caballero. Hermione intentó con todas sus fuerzas no convertir en una especie de santo al poco memorable Augustus Merrimen. Eso no le haría ningún bien a ella. Se había dado cuenta de que no había hombres buenos, excepto tal vez Harry. El resto debía aceptar las verrugas de sapo que tenían.

Esa tarde en particular, estaban festejando en la casa de Goyle. Estaban una antigua casa solariega muy similar a todas las antiguas casas solariegas que los sangre pura poseían. Y por lo que pudo apreciar de los retratos familiares, era no era una familia de personas físicamente atractivas.

Hermione se preguntó si alguna vez volvería a ver a su familia o si ellos la recordarían. Trató de descartar esos pensamientos, ya que la deprimían severamente.

Connie estaba en el centro de la habitación. Ella tenía a los hombres cautivados con una historia que estaba contando; Hermione se preguntó si estaba castigando a Nott por algo, castigándolo al mostrar sus encantos. Todo lo que Connie hacía, era con un propósito. Hermione estaba bastante segura de que no quería a Connie como su enemiga.

«Tienes que hacerlos sentir afortunados de tenerte», le había dicho una vez, eso hizo que Hermione se preguntara sobre el verdadero valor de las relaciones, del valor de estar en una relación. Al crecer nunca se había preguntado sobre eso, te enamorabas y eso era todo. Los sangre pura no se enamoraban, para ellos esto era sobre el intercambio de favores. Su relación con Marcus era sobre venganza y tal vez sexo.

Al menos Ron se enamoró, él era una mierda, pero se enamoró y eso era mejor que cualquier tipo de matrimonio arreglado a los que estaban acostumbrados los sangre pura y a los maltratos y humillaciones que sufrían las mujeres de sangre pura a manos de sus esposos y de sus amantes.

Esperaba que esto con Augustus Merrimen funcionara. Algo con lo que escapar de la soledad, de sentirse respetada y tratada con gentileza. Una vida dulce, de tener un esposo que la apoyara. De abrigar una chispa de calor en este horrible y frío mundo.

Hermione se dio cuenta de que estaba de un humor melancólico, así que salió a la fría área del balcón para despejar su mente. Todas sus esperanzas estaban puestas en ese desesperado plan de contraer matrimonio con un hombre con el que nunca había hablado y con el que esperaba olvidar la apremiante tristeza de lo que había perdido.

El aire frío era estremecedor, pero era agradable estar lejos de los borrachos.

Escuchó pasos detrás de ella.

—¿Te estás escondiendo? —Escuchó la fría voz que sólo tenía una persona.

—Me estoy tomando un minuto para mí. —replicó, molesta por la intrusión.

—¿Te gusta la casa? —preguntó Draco.

—Realmente no lo había pensado, todas parecen más o menos iguales.

Se quedaron en silencio por un segundo.

—¿Dónde está Marcus? —preguntó ella sin voltearse para enfrentarlo.

Absolutamente despreciableWhere stories live. Discover now