Chapter 11

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Disclaimer: Los personajes de Harry Potter no me pertenecen, son propiedad de J.K. Rowling. La historia tampoco me pertenece, esta pertenece a camnz  y esta historia fue beteada por Flame's Child.

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Hermione llegó a la casa de Flint alrededor de la medianoche.

—No tengo que estar de acuerdo con esto —ella dijo—. No eres mi dueño.

—Por supuesto que no —respondió y se sentó en un sofá en la enorme habitación, que debía ser suya, porque más allá había una cama—. No tienes ninguna obligación en absoluto.

—Puedo simplemente irme —declaró, más que nada para dejar las cosas claras, así ambos entenderían todo.

—Sólo Draco está obligado a cumplir algo en esta apuesta —él dijo echándose hacia atrás, estudiándola—. ¿Quieres una bebida?

—¿Qué? No —contestó—. ¿Qué significa eso?

—Significa que él tiene que renunciar a cualquier interés que tenga sobre ti, si yo quiero mantenerte a mi lado. —Marcus explicó, sus ojos brillaban en la oscuridad—, pero tú eres tu propia persona, puedes escabullirte de regreso a él si quieres.

Hermione resopló y se cruzó de brazos, lo que pareció divertir a Marcus. Ella estaba tratando de pensar qué sería lo mejor, quería deshacerse de Draco y lo había logrado, aunque inesperadamente. No estaba del todo segura de que Marcus fuera un buen proveedor, no podía imaginarlo llenándola de regalos que la prepararían para una vida tranquila, pero con los hombres nunca se sabía.

—Por mi parte, sin embargo, me encantaría que te quedaras. —Él continuó después de un momento de silencio.

Si se alejaba, estaría atrapada de nuevo en el BM y su acceso a clientes potencialmente adecuados se vería seriamente disminuido junto con sus perspectivas de cuidar de sí misma. Los interesados no caminaban exactamente alrededor del BM buscando el amor. Probablemente perdería Grimmauld Place de cualquier forma y ella acababa de mudarse.

—Vivo en una de las propiedades de Draco —ella dijo.

—Por supuesto, te brindaré comodidades similares —dijo Marcus.

Hermione no estaba segura de qué hacer. Ella deseó no tener que tomar esta decisión. ¿Qué haría Connie? En realidad, ella sabía exactamente lo que Connie haría. Aprovechar la oportunidad que se le presentaba, después de todo, acababa de lograr que Draco renunciara a su reclamo, que era justo lo que quería.

—Si te quedas —Marcus continuó en voz baja y con una sonrisa—, no podría imaginarme nada en este mundo que molestara más a Draco Malfoy.

Hermione sonrió. Bien, esa era una bonificación bastante atractiva, francamente hasta era algo sexy. Ella obtendría lo que quería, además de que molestaría a Malfoy. Hubo momentos en su vida, durante la escuela, en los que ella hubiera dado cualquier cosa para hacer enojar a Draco, y ahora la oportunidad se le presentaba en un paquete llamado Marcus Flint. Además, la situación fue orquestada por el mismo Malfoy.

Ella nunca había hablado con él antes. Estaba un par de años por delante de ella en la escuela, estaba obsesionado con el Quidditch y según los jugadores de Gryffindor, había sido un competidor temible. No era guapo, pero tampoco era horrendo. Él tenía un buen cuerpo.

Se puso de pie y se acercó para tomar su mano, él era alto. Hermione quería alejarse, no se sentía cómoda con la idea de acostarse con él. Dormir con alguien nunca había sido una decisión que ella tomara a la ligera. Primero siempre había reflexionado seriamente sobre lo que la persona significaba para ella, hasta ahora, pero cuando se trataba más de supervivencia, todo el asunto seguía siendo intensamente incómodo.

Absolutamente despreciableWhere stories live. Discover now