Capítulo Doce

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Egoísta

El mayor balanceó sus pies un poco.

- Pues... Realmente no sé cómo empezar - dijo riendo nervioso. - Pero - eres un hijo de puta, decía su cabeza. Pero lo haría, y en ese momento no le importaría - quería decirte que aquella carta sí iba dirigida a ti. - Los ojos del menor se abrieron con sorpresa -. Solo que no estaba preparado para afrontar tu respuesta, así que cuando te presentaste en mi casa y me dijiste que sí, no sabía bien qué hacer o decir, y como estaba asustado, mentí diciendo que no era para ti... - Todo esto lo dijo levantando de vez en cuando la cabeza para mirarlo, aunque estuvo con la cabeza gacha la mayoría del tiempo.

Changbin no sabía qué decir o cómo reaccionar.

Minho le había dicho que le gustaba.

La carta iba para él.

¿Era eso el paraíso?

Por un momento agradeció aquellas semanas de mierda, porque sin ellas, no habrían dado lugar a lo que estaba ocurriendo en ese instante.

***

Chan cogió su mochila con unos pantalones de chándal y una camisa para cambiarse luego y estar más cómodo que con los vaqueros que llevaba y esa camisa azul marino que llevaba metida por dentro del pantalón. Se la colgó en un hombro y salió de la habitación intentando hacer el menor ruido posible.

Pero cuando pasó por la sala de estar para coger su chaqueta del perchero e irse, Woojin lo llamó.

- Chan...

- ¿Qué quieres, Woojin? - Preguntó fríamente mientras se ponía su chaqueta.

- ¿A dónde vas?

- A donde no te incumbe.

- Ya es tarde, es mejor que te quedes aquí. - Woojin siguió parado al final de la sala de estar, hablando tranquilo, aunque el dolor que sentía por no tener a aquel chico en ese momento en sus brazos no se fuese.

- Por favor, si son solo las ocho y media - dijo molesto.

- Pero ya está oscuro.

- ¿Y?

- Puede pasarte cualquier cosa.

- Adiós. - Abrió la puerta y salió por esta hacia el pasillo de la planta en la que se encontraba.

Chan llegó a casa de Changbin veinte minutos después. Tocó el timbre y el menor le abrió al momento. Este tenía una enorme sonrisa en su rostro.

- Hola... - Lo saludó cansado.

- ¡Chan! ¡Qué bien que hayas querido quedarte! - Exclamó dando saltitos -. Pasa, pasa - se apartó de la puerta, y cuando Chan entró y la cerró, lo agarró de la muñeca y lo llevó a su habitación, donde allí lo sentó a la orilla de la cama y él se sentó en medio mientras abrazaba fuertemente a Gyu, su peluche favorito.

- No te lo vas a creer - dijo emocionado. Y ahí Chan se dio cuenta de que tenía que parecer que todo iba bien, como siempre, no podía ir a contarle sus penas cuando algo bueno le había pasado a su amigo. Entonces, esbozó una de sus sonrisas más alegres.

- ¿El qué, el qué? - le dijo curioso y emocionado, cambiando totalmente su estado de ánimo por el que solía tener siempre, aunque el dolor que sentía en su pecho permaneciera.

- Minho me habló anoche y me dijo que teníamos que hablar... ¡Y hoy habló conmigo! - Apretó más su peluche -. ¡Me dijo que la carta sí iba para mí! - El mayor recordó la conversación que tuvo al principio con Felix. Él le había dicho que la carta era para Hyunjin... Entonces, ¿por qué ahora Minho le había dicho que la carta era para Changbin?

Podría ser que Minho se hubiera declarado a Hyunjin y este lo rechazara, y entonces, como sabía que a Changbin le gustaba, decidiera decirle que la carta iba para él para tener pareja e intentar olvidarlo con su amigo, lo que sin duda acabaría haciéndole mucho daño a Changbin.

Pero como no se encontraba bien, y temía que si se lo contara terminasen discutiendo porque el menor creía firmemente las palabras de Minho, decidió callarse y no decir nada.

También el nombre del pecoso apareció en su mente. ¿Cómo se sentiría en cuanto se enterase?

Pensó que tendría que escucharlo y apoyarlo, otra tarea que debía hacer sintiéndose como una mierda por lo de Woojin.

¿Por qué tuvo que cagarla su compañero de piso?

Si no hubiera sido así, él estaría tan contento como siempre y haría lo mejor para sus amigos.

Pero no fue así, y siendo un poco egoísta, decidió pensar en sí mismo por esa vez y no en los demás.

- Me alegro mucho, Binnie - respondió sonriente y abrazándolo.

***

Eran las once y media y el menor aún no aparecía.

Woojin, preocupado, le envío unos mensajes que fueron leídos veinte minutos después por Chan, pero no fueron respondidos.

No quiso molestarlo mucho porque seguía enfadado con él, pero estaba tan preocupado y temeroso de que algo le sucediese que decidió llamarlo cinco minutos después de que leyera los mensajes.

Una llamada. Dos, tres, cuatro, diez llamadas.

Ninguna fue contestada.

- ¿Por qué me haces esto? - Se preguntó en voz alta, tirando de sus cabellos.

Finalmente, se puso su chaquetón y salió en busca del chico.

***

Felix estaba viendo la televisión cuando Minho llegó. Habían estado varias semanas sin hablar del incidente de la carta, así que cuando el mayor se duchó y se sentó con él, sacó el tema.

- Oye, ¿qué pasó al final con la carta?

- Ya sabes qué pasó.

- Ya, pero, ¿te has declarado a Hyunjin? - El mayor tragó saliva. No quería mentirle a Felix, pero no quería que pensara de él como un gilipollas sin sentimientos, así que buscó una buena mentira para decirle.

- Verás, Felix... Sé que te dije que era para Hyunjin, pero en realidad era para Changbin. - Un nudo en el estómago se le formó al menor.

- ¿Qué? ¿Entonces, por qué lo rechazaste?

- Pues, como te dije, faltaría algunos días hasta tener las fuerzas suficientes como para afrontarlo. Y entonces se presentó en casa el día después. ¿Qué querías que hiciera? Estaba asustado.

- Pero él te respondió que sí.

- Lo sé, pero en ese momento no pensé y le dije que no... Y hoy he hablado con él y lo he arreglado. - El nudo que sentía comenzó a doler.

- ¿Cómo lo has arreglado?

- Pues he hablado con él y ambos nos hemos dicho lo que sentimos... Y bueno - esbozó una sonrisa -, ya somos pareja por fin.

Felix sintió cómo su corazón se hacía pedazos tras oír eso.

"잘못된 문자" ««Wrong letter»» [Changlix]Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum