Capítulo 13

25K 2.3K 234
                                    

Había convencido a mi madre para que me dejara conducir en mi propio auto hasta ahí, para que de esta manera pudiera regresar a mi casa tan pronto como tuviera una oportunidad.

No me agradaban los Callahan, ellos tenían algunos esclavos y los trataban mal y eso siempre me hacía sentir mal, ya que yo sabía que no podía hacer nada para defenderlos. Realmente me molestaba ver la forma que los trataban, la última vez que estuve allí me tuve que ir a mitad de la cena porque comencé a llorar.

Me senté en el asiento del auto con los ojos cerrados para tratar de bloquear los recuerdos. Deje que Corey condujera ya que no creía que yo estuviera en condiciones de hacerlo, mi estómago ya estaba dando vueltas.

Suspiré y abrí los ojos, estaba oscuro, solo podía distinguir los rasgos de Corey y el resplandor de las luces del tablero.

— ¿Hay algo mal? — preguntó Corey con una mano en el volante y otra pasando por su desordenado cabello.

— No — mentí.

— ¿Segura?

— Si.

— Te ves...inquieta.

— No es nada, simplemente no me agradan los Callahan — repliqué.

— ¿Por qué? — inquirió.

— Porque.... simplemente no me agradan — dije mirando por la ventana.

— Bueno...

Unos momentos después, llegamos a la casa, respiré onda y salí del auto. Corey y yo seguimos a mis padres y a mi hermano por los escalones del porche hasta la enorme casa.

— Oye Arabelle, ¿vas a estar bien? — me preguntó Drake.

— Si — asentí.

— Sé que este tipo de cosas realmente te afectan, pero todo estará bien, no estaremos aquí por mucho tiempo — dijo Drake con una sonrisa tranquilizadora.

Asentí y le devolví la sonrisa. Corey tenía una mirada confusa en su rostro. Mi padre tocó la puerta y un segundo después alguien la abrió, era uno de los esclavos, creo que su nombre es Adam. Le sonreí mientras caminábamos hacia el interior de la casa, cuando caminamos por los pasillos pasamos por la sala de castigos, era una habitación en donde todos los esclavos que eran considerados con un mal comportamiento eran castigados, o sea torturados.

La habitación tenía paredes de piedra y piso de concreto, había cadenas y látigos atados a las paredes. Había una silla en el centro de la habitación, en ella estaba sentado un hombre atado a con correas. Frente a él había un hombre sosteniendo una enorme navaja en una mano, la habitación estaba cubierta de sangre, había huellas ensangrentadas en las paredes y en el piso. Rápidamente pase por la habitación sintiéndome enferma y deseosa de salir de esa casa.

Nos sentamos en una larga mesa de madera, yo me senté entre Corey y Drake, mientras que mis padres se sentaron frente a nosotros a un lado de los Callahan. Había otras personas sentadas en la mesa, apenas reconocí a algunas de ellas.

Poco después de que nos sentamos, los esclavos nos sirvieron la comida. Ni siquiera toqué la comida, solo me senté con las manos sobre mi regazo.

Me pregunto si mis padres se darían cuenta si me voy, estaba sorprendida de que Corey no estuviera rogando por irse, especialmente después de que uno de los esclavos dejara caer un plato y el señor Callahan lo golpeara. Cuando esto sucedió tuve que apartar la mirada e hice lo mejor que pude para no llorar y controlarme.

Unos minutos después de eso, estaba lista para irme, no importaba si a mis padres les gustaba o no, no tenía duda de que algo más iba a suceder a lo largo de la noche y yo no quería estar aquí cuando eso sucediera, especialmente si era algo peor. Horribles imágenes pasaron por mi mente y rápidamente las bloqueé.

Forzada a Comprar un Esclavo Vampiro Where stories live. Discover now