Forzada a Comprar un Esclavo Vampiro

Extra 1

- ¡Despierta! ¡Despierta, es Navidad!

Mis párpados se abrieron de golpe y vi a Drake parado al lado de mi cama con una gran sonrisa en su rostro. Me tardé un momento en despabilarme y luego me senté con mi pelo negro desordenado. Vi a Corey recostado boca abajo a mi lado en la cama.

- Vamos muchachos - se quejó Drake y lo miré - ¡Regalos!

Solté una carcajada - Ya vamos, Drake.

- Bueno, dense prisa - dijo, saliendo de la habitación.

Miré de nuevo a Corey, la parte de atrás de su cabello sobresalía en rizos desordenados.

Su cabello ya no era negro, su aparente color de cabello natural era marrón oscuro con un tono rojizo. Este color resaltaba contra su tono de piel de porcelana. Me preguntaba por qué se lo había teñido en primer lugar.

- ¿Corey? Cariño, despierta.

Froté su espalda ligeramente con una pequeña sonrisa en mis labios mientras lo miraba. Su cabeza se apartó de la almohada que estaba abrazando y sus ojos se abrieron.

- ¿Mmm? - murmuró.

- Es hora de levantarse, Drake quiere abrir regalos.

- ¿Regalos?

Él movió una mano, frotándose la cara brevemente y abriendo los ojos casi por completo.

- Es Navidad - afirmé.

- Yo no celebro la Navidad - declaró y metió su cabeza en la almohada.

Fruncí mis labios en una sonrisa.

- Vamos, puedes volver a dormir más tarde - comenté y pasé mis dedos por sus rizos.

- No - dijo en la almohada.

- Apuesto a que hay café - mencioné y él me echó un vistazo.

- ¿En serio? - consultó y asentí - Bien - suspiró, levantándose.

Sonreí débilmente, me levanté de la cama y agarré un par de jeans de color rojo que yacían junto a mi cama. Corey se puso sus jeans negros, revolviéndose el cabello mientras se estiraba. Me aparté el pelo de la cara y le di un ligero beso mientras se acercaba a mí.

- ¿No te gusta la Navidad? -pregunté y él se rascó la barbilla.

- No, en realidad no.

-Es divertida - comenté a la ligera.

- No en realidad - dijo, tomé su mano y lo saqué de la habitación.

Reaver estaba en su... ¿mundo? Supongo, pero como sea, estaba feliz de que él no estuviera en esta... dimensión. Dijo que tenía "negocios" que atender. En realidad, no tengo ni idea.

Corey y yo entramos en la cocina donde Drake estaba comiendo un rollo de canela. Corey fue a la cafetera y abracé a Drake ligeramente, robando su rollo.

- Oye - se quejó mientras yo mordía el dulce rollo.

Sonreí con la boca llena y, cuando terminé de comer, le di un beso en la mejilla mientras hacía un puchero.

- ¿Dónde están mamá y papá? - cuestioné.

- En la sala de estar - replicó Drake, tomando su taza de Santa Claus y asentí - ¿Están listos, chicos?

- Sí - respondí, mirando a Corey mientras él se acercaba a mí, bebiendo de la taza de café en sus manos.

- Bueno, entonces vámonos - instó Drake, dirigiéndose a la sala de estar.