Capítulo 42

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Era el día de la boda. No había visto a William desde esa noche, lo cual fue sorprendente. Pensé que ya vendría, pero quizás tenía razón y todo esto fue solo una broma. Fue difícil tratar de explicarle a Corey lo que pasó, en realidad él pensó que estaba bromeando ¿Cómo podría bromear con algo así?

Me desperté con la voz de Drake llamando mi nombre. Abrí mis ojos, lo vi de pie junto a la cama con una sonrisa en la cara y luego volví a cerrarlos. Corey había pasado la noche con Drake porque Drake insistió y dijo que no aceptaba un no por respuesta. Drake quería hacer algo, ya que era la noche anterior a la boda, pero Corey y su idea de diversión eran un poco diferentes. Cuando Drake sugirió que fueran a un club de striptease, la reacción de Corey no tuvo precio, fue pura repulsión.

Aunque Drake hizo todo lo posible para convencerlo, Corey se enojó más. Fue muy cómico, Drake aún no ha aprendido que Corey puede molestarse muy fácilmente o si lo entiende, pero simplemente no le importa. Así que supongo que no hicieron mucho anoche. Yo había pasado la noche con Trey, Drake sugirió que saliera con él y Corey, pero Trey se negó, él se llevaba bien conmigo y no estaba muy segura si él le agradaba a Corey.

— Levántate, Arabelle — continuó Drake — Corey fue mucho más fácil de levantar, aunque creo que fue porque él ya estaba despierto... bueno, como sea, ¡levántate!

Abrí los ojos y vi a Trey dormido a mi lado.

— Está bien Drake — repliqué — Estoy despierta.

— Bien, ahora iré a ver qué está haciendo Corey.

Lo escuché salir de la habitación, me senté en mi cama. Vi a Trey comenzar a moverse, sus ojos se abrieron lentamente y me miró.

— Oh, buenos días — dije sonriendo.

— Buenos días — respondió y se incorporó bostezando — No recuerdo haberme quedado dormido.

— Yo tampoco, debe haber sido cuando estábamos viendo Titanic — declaré y él asintió.

— Puede llegar a ser bastante aburrida ¿Estás emocionada?

— Um, no lo sé.

— ¿Nerviosa?

— Sí, no es que desee caminar por el pasillo con todos mirándome — mencioné y él se rio suavemente.

Me levanté y me lavé los dientes, con el sonido de la televisión de fondo. Después, caminé de regreso a la habitación, Trey estaba sentado al borde de la cama.

— ¿Crees que Drake se enojaría si me volviera a dormir? — pregunté.

— Sí — respondió — Debes estar muy emocionada.

Escuché un golpe en la puerta y miré, Corey estaba parado a un lado de la puerta con una pequeña sonrisa en sus labios. Me acerqué a él, sin poder evitar la sonrisa que apareció en mi rostro.

— ¿Cómo te alejaste de Drake?

— Le dije que me diera un café — afirmó — Pero, no de esta casa.

— Oh — dije y me reí.

— Así que tengo unos diez minutos hasta que regrese aquí.

Trey pasó junto a nosotros y salió de la habitación.

— Voy a ducharme Bells, te veré en un rato — habló Trey.

— Si — le respondí y Corey cerró la puerta.

— Entonces, ¿qué hiciste anoche? — preguntó.

— No mucho, ¿y tú?

— Me hice otro tatuaje.

— ¿En serio? ¿De qué? — inquirí y él me miró perplejo.

— Estaba borracho cuando me lo hice, así que no estoy seguro.

— Bueno, ¿dónde está?

Pensó por un momento y luego se quitó la camiseta negra.

— Allí — dijo.

Estaba en la parte baja del estómago, más o menos a un lado, era el logo de la banda de punk "Sex Pistols".

— Oh, eso es lo que me hice, genial — dijo y me reí.

— ¿Vas a hacerte un tatuaje cada mes o algo así?

— Probablemente — replicó, arrojando la camisa sobre la cama.

Me besó inesperada y apasionadamente. Sorprendida pero feliz, le devolví el beso. Después de un largo minuto, se apartó.

— ¿Me puedes hacer un favor?

— Claro, ¿cuál? — respondí.

— Déjame morderte — declaró, me sorprendió su idea de un favor.

— ¿Por qué?

— Ayudará con los nervios, ¿sabes?

— Mmm ... — comencé, pero me detuve.

Me levantó y me colocó en la cama, poniéndose encima de mí.

— Eso no fue un sí — mencioné.

— ¿Por favor? — suplicó y lo pensé por un momento.

— No.

— ¿En serio? — inquirió, mirándome con consternación.

— Si.

Se quitó de sobre mí y se sentó al borde de la cama.

— No creo que pueda hacer esto.

— ¿Hacer qué? — pregunté.

Me senté a su lado, notando que sus manos temblaban ligeramente.

— La boda — replicó.

— ¿Y eliges decirme eso hoy?

Se pasó una mano por el pelo.

— ¿Estás diciendo que no quieres casarte? — pregunté y él asintió — ¿Estás nervioso o realmente no quieres?

— Ambos — respondió.

Respiré hondo, sin saber exactamente qué decir. El me miró.

— ¿Realmente quieres estar conmigo? Quiero decir en serio, piénsalo ¿De verdad quieres pasar el resto de tu vida conmigo?

— ...Si.

— Dudaste.

— ¡Me dijiste que pensara!

— Cállate — dijo — Tenía razón, siempre tuve razón.

— ¿De qué estás hablando?

— No estoy destinado a estar con alguien, simplemente es así, no puedo amarte. No porque no se supone que los vampiros y los humanos estén juntos, sino porque se supone que no debo estar con nadie — declaró y lo miré fijamente.

— Por favor dime que estás bromeando — comenté y él se puso de pie.

— No, probablemente soy el imbécil más desagradable por hacer esto y me vas a odiar.

— ¿Estas rompiendo conmigo? — pregunté cínicamente.

— Se podría decir que sí.

— ¿Qué demonios les voy a decir a todos?

— Lo que quieras.

Drake entró en la habitación, sin molestarse en tocar.

— Ahí estás, aquí tienes tu maldito café.

Corey le quitó la taza.

— Gracias — dijo y Drake asintió con la cabeza.

— Bells, ¿no deberías meterte en la ducha? Hoy te estás moviendo muy lento.

No respondí.

Forzada a Comprar un Esclavo Vampiro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora