Forzada a Comprar un Esclavo Vampiro

Capítulo 64

— Espera, ¿qué? — murmuró Drake, manteniendo su voz en un nivel bajo mientras miraba alrededor del avión.

Asentí.

— ¿Es un demonio? ¿Los demonios son reales?

Una vez más, asentí.

— Mierda — respiró — Entonces, él te puso bajo una maldición para poder controlarte y hacerte pensar que estabas enamorada de él... ¿verdad?

Volví a asentir y agarré la mano de Corey con fuerza, escaneando con mis ojos a los pasajeros que nos rodeaban, asegurándome de que nadie estuviera escuchando nuestra conversación.

— ¿Con qué propósito exactamente? Además de porque es malvado — dijo Drake.

— Supongo que es porque ella es la Reina. La iba a usar para controlar el país — habló Corey, inclinándose un poco para mirar a Drake desde mi lado derecho.

— Mierda — maldijo Drake — Supongo que tienes mucha suerte de haberte dado cuenta ahora, ¿eh?

Corey asintió con la cabeza — Sí.

— Bells, ¿cómo es que no le dijiste a mamá y papá? Solo los dejaste en Nueva York, sin estar enterados de nada.

Sacudí la cabeza un poco.

— Simplemente no quería involucrarlos, ellos complicarían las cosas. Además, Corey y yo lo tenemos bajo control. O... — hice una pausa — Más bien, Corey lo tiene bajo control

— Amigo — Drake miró a Corey, inclinándose de su asiento — Necesitas ser el rey. Podrías ser muy bueno en ese trabajo. Eres perfecto.

Corey lo miró con sorpresa al principio, pero luego con incredulidad.

— ¿Cómo así? — inquirió Corey.

— Eres inteligente, eres bueno en la planificación, eres increíble bajo estrés. La lista continúa. Tienes las cualidades para ser un buen líder.

— Excepto por el hecho de que odia a la gente — añadí — Bueno, si alguna vez superaras eso... realmente serías perfecto.

Corey miró por la ventana, pensativo. Cuando nos bajamos del avión nos encontramos con la familia de Corey en el aeropuerto. Yo regresaría a su casa con ellos y Corey iría con Drake al castillo.

— Entonces, nos vemos luego — comentó Corey, mirándome mientras nos despedíamos antes de partir y asentí.

— Te amo — mencioné.

— Yo también te amo — respondió y sonreí ligeramente.

Nos besamos y cuando nos separamos noté que parecía ansioso.

— ¿Estás bien? — consulté.

— Sí, solo... — exhaló pesadamente — Simplemente no me gusta dejarte.

— Bueno, nos veremos pronto — dije sonriendo y él asintió.

— Lo sé.

Me dio otro beso y le sonreí.

— Esta fue tu idea — declaré.

— Lo sé y es buena. Esto es necesario.

— Cierto.

Drake se acercó a nosotros, con un cigarrillo humeando entre sus dedos.

— Vamos, hombre. Cuanto antes la dejes, más pronto podrás volver a verla — comentó Drake y Corey asintió sin dejar de mirarme.

— Te amo — dijo Corey.

— Yo también te amo — repliqué y Drake lo apartó.

— Malditos pájaros del amor... — murmuró, deslizando su brazo alrededor del hombro de Corey y arrastrándolo lejos mientras Corey me miraba.