Forzada a Comprar un Esclavo Vampiro

Capítulo 16

Me senté en la suave silla marrón de la sala de estar, Corey y Trey, el esclavo de Nick, se sentaron en el sofá a mi lado y Nick se sentó en la silla frente a mí con una sonrisa en su rostro.

— Corey, Trey, ¿podrían darnos un minuto a Arabelle y a mí? — preguntó Nick educadamente y lo miré con suspicacia.

— ¿Por qué? — le pregunté

— Porque me gustaría hablar contigo a solas — respondió.

— Como sea, ya que — dije, Corey y Trey dejaron la habitación y miré a Nick expectante.

— Entonces, ¿cómo has estado Arabelle? — inquirió.

— Bien — respondí con indiferencia.

— Ha pasado un tiempo desde la última vez que nos vimos.

— Sí, nunca pensé que vería a alguien como tú en este lugar, ¿cuál es la razón de tu visita? ¿Te has quedado sin amigos? — le pregunté y él se rió.

— Ah, extrañé tu sentido del humor.

— Entonces, ¿cómo has estado? — pregunté con falso interés.

— Bueno, acabo de romper con Carrie, así que he estado muy bien — respondió.

— ¿Como puedes dormir en la noche? — inquirí.

— He cambiado Arabelle — replicó Nick seriamente y me reí.

— ¿Alguna vez te has detenido a pensar antes de abrir la boca? Porque cada vez que lo haces es lo mismo una y otra vez — comenté y suspiró.

— Hablo en serio.

— Oh si claro, apuesto que lo haces — dije sarcásticamente.

— Entonces, nunca pensé que tendrías un esclavo — dijo cambiando el tema.

— No fue mi elección — declaré y él asintió.

— Me lo imaginé ¿Ya has tomado una decisión sobre con quién te vas a casar?

— ¿Por qué quieres saber? — le pregunté

— Sólo por curiosidad.

— No, no lo he hecho — comenté y él sonrió.

— ¿En serio? — inquirió.

— ¿Por qué estás aquí? — le pregunté.

— ¿No puedo visitar a mi vieja amiga?

— Amiga — me burlé.

— ¿Qué? ¿No somos amigos?

— No, yo no diría que lo somos — declaré, ya estaba empezando a irritarme, hablar con Nick era como masticar papel de aluminio.

— Bueno, estoy aquí para cambiar eso — dijo y crucé los brazos.

— Puedo ver a través de ti porque estás agotado.

— Te lo dije Arabelle, he cambiado.

— Los hábitos compulsivos simplemente no mueren — dije.

— No estoy mintiendo.

— Lo que dices no puede ser verdad.

— Lo es — declaró y me puse de pie y me dirigí hacia la puerta, pero Nick me detuvo.

— Arabelle, por favor. Te estoy diciendo la verdad — dijo, me di vuelta y él estaba a unos centímetros de mí, parecía sincero, pero no le creía.

— Mira, sé que hice un desastre en el pasado, sé que he mentido, sé que he sido un idiota, sé que te he molestado, pero te pido que me perdones. Por favor — dijo y suspiré.

— ¿Solo esperas que te crea así de la nada?

— No, por eso estoy aquí, para mostrarte que he cambiado y que lo siento.

— Como sea Nick — dije y salí de la habitación.

Entré en la cocina donde Corey y Trey estaban conversando. Wow, Corey habló con alguien que no era yo, es un milagro. Salté hacia el mostrador mientras hablaban, hablaban de autos. Corey se acercó y se paró a mi lado.

— ¿Qué pasó? ¿De qué hablaron? — inquirió.

— De nada — dije.

— ¿De verdad? — preguntó.

— No quiero hablar de eso — repliqué.

— ¿Por qué no?

— Solo porque no — dije.

— ¿Pero porque no?

— Porque no me apetece.

— ¿Pero por qué no te apetece? — inquirió.

— Simplemente porque no.

— ¿Pero por qué no? — preguntó y suspiré.

— Detente, Corey.

— ¿Por qué debería detenerme? — preguntó con una sonrisa.

— Porque te dije que lo hicieras.

— Tú no eres mi jefa.

— Tienes razón, no lo soy. Pero estás siendo molesto.

— ¿Lo soy? ¿Lo soy realmente? — inquirió y me reí.

— Sí, realmente lo eres.

— ¿De verdad lo soy? — replicó y puse los ojos en blanco.

(Dios, lo amo). Ese pensamiento me sorprendió, nunca antes había pensado algo así

— ¿Arabelle? — escuché decir a Corey y lo miré.

— ¿Qué?

— ¿Estás bien? Te fuiste por un momento.

— Estoy ... bien, todo está bien — comenté y él se rió.

— Está bien, entonces, ¿qué tal si me dices de qué hablaste con Nick?

— ¿Por qué quieres saber? — le pregunté.

— ¿Por qué no quieres decirme?

— No es que no quiera, simplemente no tengo ganas, te lo diré más tarde.

— Bien, bien. Entonces, ¿qué haremos hoy? — inquirió Corey.

— ¿Qué hacemos generalmente?

— Nada — respondió.

— Bueno, entonces haremos eso.

— Oh, vamos, estoy harto de esta maldita casa, ¿por qué no podemos hacer algo?

— ¿Qué te gustaría hacer? — pregunté y se encogió de hombros.

— No lo sé.

— Bueno, si quieres hacer algo, entonces di lo que quieras hacer.

— ¿Puedo elegir algo? — inquirió.

— Sí — respondí y observé cómo él ponía su mano debajo de su barbilla y fruncía los labios mientras pensaba.

— Hmm ... lo tengo — declaró.

— ¿Qué? — le pregunté.

— Un concierto — dijo y sonrió.

— ¿Quieres ir a un concierto?

— Sí.

— ¿Esta noche? — inquirí, él asintió y suspiré —¿Dónde está mi laptop?