¡Sí aceptó!

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El día no amaneció a favor de la ceremonia que se iba a celebrar en la Mansión Malfoy. El cielo era de un color grisáceo, un frío infernal se sentía y una neblina cubría dicha mansión. Parecía como si el tiempo no estuviera a favor de que hubiera dicha celebración.
Una pelinegra se miraba en el espejo, observando su blanco y largo vestido de novia, mirando su peinado tan elaborado que le había hecho su mejor amiga. Deshaciendo con sus manos arrugas invisibles en las mangas del vestido lo único que podía hacer para que no le prestará atención ni al nudo que sentía en la garganta ni a la opresión que tenía en el pecho.
Ya se había  tenido que hacer varios hechizos para arreglar su maquillaje el cual se arruinaba cada que salía una lágrima y después de esa miles y miles sin permiso. Ella sabía que lejos de parecer una novia feliz y emocionada se veía todo lo opuesto. Sus ojos estaban rojos de tanto haber llorado por la noche, tenía unas horribles y negras  ojeras que ni el maquillaje podía borrar.
Tenía que hacerlo por sus padres o al menos eso se repetía para no salir corriendo de ahí.

Un rubio platinado se encontraba en la habitación de a lado arreglando los últimos toques de su apariencia.
Todo estaba hecho y dicho se casaría no había vuelta atrás. Se casaría y sería igual de miserable que sus padres, se casaría con una hermosa e increíble mujer eso lo sabía así como también sabía que no lo amaba y el tampoco la amaba.
Un toque se escuchó en su puerta y después ante sus ojos apareció una pelinegra de unos ojos verdes hermosos que siempre le quitaban el aliento.
- Todo está listo sólo faltas tú para que pueda salir Pansy- el tono de voz era bajo y lleno de dolor, Astoria Greengrass evitaba la mirada de Draco.
- No tienes que hacer esto- susurró mientras ella negaba.
- No lo hago por ti- cortó la pequeña Slytherin- lo hago por ella, lo hago porque sé que si no estamos aquí para apoyarla saldrá corriendo- Astoria miró a Draco- porque sé que si ella sigue aquí es por ti, porque siente que se lo debe a Cissy, y ¡lo hago! Porque Daph la dejó, ¡se fue a apoyarlo a él!- grito la pelinegra- y porque sé que no te ama Draco- terminó saliendo de la habitación.

- ¿No piensas hacer nada?- gritaron las dos chicas que tenía enfrente por enésima vez desde que me desperté.
- ¿Me pueden dejar en paz?- un ¡NO!, salió como repuesta de ellas- me duele mucho la cabeza.
- ¿Por qué será Hermione?- preguntó sarcástica la rubia.
- Oh no lo sé  Daph, tal vez sea porque desde hace más de un mes pareciera ¡que te quieres acabar todo el alcohol mágico!- gritó mi mejor amiga.
- ¡Bien!- grite enfadado- ¿qué demonios quieren que haga?- mi enojó iba creciendo- ¡Ella me dejó!, ¡Maldita sea!, ¡Ella prefirió a Malfoy!- tanto Daphne cómo Hermione me miraban enojadas. Esperen un momento ¿Daphne?, ¿Qué demonios hacia aquí?.
- Porque tú nunca mostrarse interés Potter- rugio mi amiga furiosa.
- ¿Qué haces aquí Daphne?- la mencionada me miró exasperada.
- No voy a ser cómplice de esto, no voy a estar presente en el día que mi amiga cometa su peor error- dijo con simplicidad.
Alguien entro a mi habitación haciendo que entrará luz, yo gruñi molesto.
- ¡Aún sigues aquí!- comentó sorprendido Ron,  yo lo mire mal.
-En serio pensé encontrar a Pansy aquí- escuché como le susurraba a Hermione mientras está bufaba.
- ¡Ves Potter! ¡Hasta Weasley que es lento lo sabe!- grito frustrada Daphne.
- Gracias... ¡oye!- respondió mi amigo.
- Ella está muy grande como para saber lo que hace y me dejó- respondí  dolido.
- Hermano eso paso por que nunca te decidiste, te la pasaste más de un año con tus contradicciones- aclaró el pelirrojo- "que si amo a Pansy"-.
- "Qué si no la amó"- le siguió mi  amiga.
- "Somos tan diferentes"- Daphne empezó a decir.
- No le diste nunca su lugar Harry- me quede helado al escuchar esa voz- un día estabas decidido luchar por ella y otro preferías quedarte a mi lado- Ginny se acercó a mi.
- Ginny yo- la pelirroja me quitó la botella de whisky de fuego y me dio un pequeño beso en los labios. Para incomodidad de Ron.
- Te amo mucho Potter y jamás lo dejaré de hacer, ¡lo juró!- Ginny hablaba dulcemente - siempre serás mi primer amor pero hay que admitir que nuestra relación se llenó de mucho dolor y en un momento sin  plantearnos dejamos de ser una pareja y nos convertimos en amigos- tomé  a Ginny del brazo y con un movimiento hice  que se sentará a en mis  piernas.
- Te amé demasiado y aún  te amo sólo que- Ginny volvió a besarme lentamente- ¿me crees cuando te digo que lo nuestro empezó cuando tu y yo no estábamos juntos?- Ginny asintió rodando los ojos- ¿me crees cuando te digo que jamás te quise hacer daño?- la pelirroja asintió.
- Harry tú nunca le harías daño a nadie- me sonrió- no intencionalmente- yo sonreí- mira amor, yo sé que no me engañaste, yo más que nadie sé lo que te costó admitir que amabas a Pansy y también sé que cuando nos dimos una oportunidad otra vez jamás volviste a verla- yo bajé la mirada, no quería que Ginny me mirara así- luchaste mucho porque funcionará lo nuestro, en verdad que si, tanto que creiste que todo estaba bien, hasta que te enteraste que se iba a casar- una ola de culpabilidad se instaló en mi pecho- desde que te enteraste no has salido de aquí- yo no podía mirar a Ginny- mirame cariño- ella me obligó a mirarla- no le fallaste a nadie, nadie está enojado contigo, el amor es así y yo lo entiendo- Ginny cerró los ojos y yo la abrace- sé  que la amas mucho más de lo que me amaste, no te rindas lucha por ella, porque si la pierdes no te lo perdonarás jamás- yo negué con la cabeza- te digo un secreto- me pregunto cómo niña pequeña- yo me enamoré de Zabini- yo abrí los ojos sorprendido- ¿lo puedes creer?- yo negué atónito- él sé termino cansando con otra porque cometí el mismo error que tu estas apunto de cometer- Ginny me volvió a besar y supe que está era la despedida.
- Lo siento- la pelirroja negó.
- No Harry lo que me pasó con Zabini no tuvo nada que ver contigo- me tranquilizó- yo tuve miedo por eso acepte que tuviéramos otra oportunidad- bajo la cabeza apenada- yo no sabía lo que pasabas con Pansy hasta que él me lo dijo- me contó que tú  y Pansy tenían algo pero que tus prejuicios no te dejaban estar al cien con ella, que eran un viene y va- yo apreté los puños- que ella te puso un ultimátum y que tú la dejaste por mi- una lágrima salio sin permiso de mis ojos.
- Tuve miedo- acepte.
- Lo sé es aterrador pero estas a tiempo ella- alguien azotó la puerta de un golpe.
- ¡Se casaron!!, ¡YA ESTÁN CASADOS!- el grito de Daphne termino con la conversación.
- Tranquila Daphne, respira- le pidió Ginny, la rubia le hizo casó- ahora si ¿estas segura?- preguntó mientras me miraba directamente a mis ojos, los cuales estaban borrosos debido a las lágrimas contenidas.
- As-Astoria- logró decir con la voz rota- acaba de decírmelo, está destrozada, ella pensó- Daphne me miró antes de continuar- ella juraba que Pansy no lo haría pero lo término haciendo- terminó la rubia, haciendo que mi corazón dejará de latir...

Estaba hecho oficialmente era la señora Malfoy. Hacia menos de dos segundos que había dicho el famoso: "si aceptó". Todos aplaudieron llenos de alegría, todos menos mis amigos quienes me veían enojados y tristes.
Voltee a mirar a Theo y este negó con la cabeza, yo cerré los ojos. Daphne no había llegado aún y sabía que no llegaría.
Note como Astoria se empezaba a despedir de nuestros amigos y yo la seguí.
- ¡Tori espera!- grite en medio de la parte trasera de la mansión.
- ¡No Pansy!- gritó conteniendo el llanto- ya hice todo lo que estuvo en mis manos así que por favor déjame ir- me rogó mirándome a los ojos.
- Sólo perdón- susurre bajito.
- No tienes porque pedirlo- fue lo último que dijo.

Trece años después.
Era primero de septiembre y la estación 9 3/4 estaba repleta de alumnos que se marcharian a experimentar los mejores años de su vida. Unos esperaban ansiosos por  volver y otros estaban nerviosos al ser su primer año.
Como era el caso de Rose Weasley y Albus Potter, los dos niños de 11 años esperando junto a sus familias irse al fin.
- Tranquilo Al lo peor que te puede pasar es que te seleccionen para Slytherin- decía burlón su hermano mayor James Potter, mientras su madre le lanzaba  una mirada de advertencia- o puede que te regresen a casa- termino de decir.
- ¡James!- advirtió la pelirroja.
- Yo sólo decía que Albus puede que quede en Slytherin- comentó "inocentemente"- haciendo que su hermano palideciera.
- ¡ Harry!- grito Ginny enojada.
- James deja en paz a Albus- regaño el azabache haciendo que su hijo se callara al acto.
- Albus no tienes nada que temer, quedes en la casa que quedes nosotros estaremos felices- termino de decir.
- ¡Jamesi!- una pelirroja grito al momento de abrazar a su primos.
- Yo también  me alegro de verte Rose- decía mientras la abrazaba.
- Hola Al, ¿estás listo?- el mencionado asintió aún con nervios- espero quedar en Ravenclaw- susurro a sus primos sin que su padre escuchará- pero no le digan nada a papá- esto hizo reír a sus primos.
- ¡Sirius!- una pelirroja de la edad del mencionado llegó a abrazarlo más efusivamente.
- Dominique me dejas sin aire- decía entrecortadamente.
La pelirroja le iba a contestar cuando una rubia de ojos de un verde cálido pasaba enfrente de ellos.
- Potter- hablo con una arrogancia muy familiar  mientras le cerraba un ojo, haciendo que James se pusiera nervioso y algo rojo. Ante esto su prima empezó a reír.
- Te trae muerto Sirius- decía entre risas Dominique.
- ¿Quién es ella James?- Harry había observado todo con curiosidad, desde que había escuchado a esa rubia hablar.
- Es Cissa M- no pudo terminar James.
- Mira Harry ahí están- Ron había interrumpido la plática entre los dos azabaches.
Harry volteó a mirar lo que su amigo señalaba y su respiración se corto. A unos pasos enfrente de ellos se encontraba la familia Malfoy.
Harry se concentró en mirarla hacia años que no la veía, no personalmente. Lucía hermosa, no había cambiado en nada, su largo cabello negro lo tenía amarrado en una coleta alta y su cuerpo estaba enfundado en un vestido negro elegante. Sin lugar a dudas el tiempo había beneficiado a Pansy.
Una rubia se interpuso en el análisis que le estaba haciendo Harry a Pansy y este último pudo notar que era la misma rubia que había puesto nervioso a su hijo.
El ten hizo una última llamada y Harry tuvo que dejar de mirar a Pansy. Se despidió de sus hijos y les deseo suerte.

Pansy sentía que alguien la miraba y por más que intentará hacer caso omiso a la situación algo la animaba a voltear a ver de quien se trataba.
- Cuida mucho de Scorpius, Narcisa- mencionada asentía evitando rodar los ojos.
- Cuidas a Cissy de cualquier idiota que se le quiera acercar- Draco le decía a su hijo.
- ¡Papá!,¡Draco!- gritaron al mismo tiempo su esposa e hija.
Les dieron las despedidas finales y los dejaron marchar.
Sólo hasta ese momento Pansy se decidió buscar a quien la miraba y al encontrarlo su mundo se detuvo.
Sus miradas se cruzaron y todo dejó de existir.

Historias Cortas De HansyWhere stories live. Discover now