ESPERANZA.

1K 41 22
                                    

Segunda parte de "DOLOR"

Un mes, solo faltaba un mes para que mi pequeño naciera y el miedo en mi incrementaba a pasos gigantes. Debía tomar una decisión lo más rápido posible, aún faltaba tiempo para que terminará definitivamente el curso, y la señora Pomfrey me había advertido que era muy probable que este pequeño naciera aún estando yo en el castillo, lo cual me daba miedo. Tener a mi bebé aquí era igual de peligroso que tenerlo estando en la casa de Draco.

Él estaba muy raro, su semblante había cambiado radicalmente, y eso me preocupaba, sabía que tramaba algo pero desconocía que. Al menos había dejado de estar al pendiente de mi, me había dado un gran suspiro, ya casi no me vigilaba, ni me seguía a todas partes.

Había tenído muy buena suerte de que no se enterara de mi condición ya que la enfermera no lo dejaba pasar cuando iba a mis rebiciones, él pensaba que estaba enferma. La señora Pomfrey, me ayudó a que Draco creyera que sólo se trataba de un malestar temporal, y por muy sorprendente que pareciera, Draco le creyó.

-Pan, sé que no quieres hablar de esto, pero tienes que tomar una decisión, el tiempo se está agotando, y tenemos que buscar un plan para que mini Potter nazca a salvo- evite mirar a mis amigos, odiaba mentirles, ellos habían hecho demasiado por mí, pero si quería que todo saliera bien y todos estuvieran a salvo no podían saber mis planes.

Además de que Blaise me mataría si se llegara a enterar de que su novia sabía toda la verdad, de principio a fin. Así que por más que la culpa me carcomiera, no podía decir nada, se lo había prometido.

-Lo sé, es solo que no puedo encontrar una forma de salvar a mi pequeño, sin dejar a Dani, y no puedo salvar a Dani sin desproteger a mi pequeño, es tan difícil, no puedo escoger entre los dos, ellos son lo único bueno de mi vida- mis amigos me miraron heridos «genial Pansy»- lo siento, saben que son importantes para mi, los amo mucho, saben que no se expresarme.

-Pan lo sabemos, solo no nos excluyas de tú corazón, te queremos a ti y ese pequeño que está ahí, esperando conocer este mundo, así que descansa ya mañana hablaremos- Daphne le lanzó una mirada de advertencia a mi amigo y este solo bufo inconforme pero aceptó dejarme descansar.

Cuando estuve segura que se fueron, me levante rápidamente, me vestí con lo primero que vi, hice el hechizo para ocultar mi abultado vientre y con toda la precaucion posible salí de mi sala común. Ya sabía que tenía que hacer, por más que no lo quisiera reconocer desde que hable con Ginny había tomado una decisión, solo que me costaba aceptarlo.

«Esto es por ti, y por tu tío, pequeñín»

Una sonrisa involuntaria se formó en mis labios, a pesar de todo yo estaba feliz y emocionada, me moría de ganas porque naciera ese cachito de amor que crecía dentro de mi, quería conocerlo, saber a quien se parecía, deseaba con todas mis fuerzas que sacara los hermosos e impresionantes ojos de su padre, y lo más importante, moría de ganas de saber por fin si era un mini Potter como le decían mis amigos o si era una mini Pansy.
Yo esperaba que fuera un mini Potter, porque algo dentro de mi me decía que sería idéntico a Harry, y poder tener su viva imagen en mi pequeño, me hacía sentir feliz. No estaba segura si Harry y yo volveríamos a estar juntos, y lo dudaba mucho, y tener a un pequeño idéntico a él, me haría recordar de lo real que fue mi amor por él.

Pare en seco cuando una voz bastante desagradable soltó un murmullo y una risita tonta. Cerré los ojos, esperaba que no fuera quien yo creía que era, había estado evitando toparme con ellos, sabía que no soportaría verlos juntos de nuevo. Respire profundo y volví a abrir mis ojos, dispuesta a irme lo más rápido posible para no saber si, si era, esa estúpida Leona. La odiaba, odiaba tanto a Romilda Vane, era hermosa, y eso empeoraba las cosas, ella tan perfecta y yo tan, simple, tenía una hermosura inusual, ese cabello chino alborotado y de un negro hermoso le daban un toque coqueto. Claro que eso no le quitaba lo tonta y estúpida que era, se reía de todo como si fuera una boba, le hacía pucheros a Harry cuando este no le prestaba atención, y parecía de esos chicles de Honeydukes que eran imposibles de despegarlos de ti.

Historias Cortas De HansyUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum