Sentimientos Y Verdades.

809 34 15
                                    

La Madriguera.

Después de todo el ajetreo y ruido que había tenido la casa de los Weasley, por fin reinaba la paz y tranquilidad.

Todos los que se encontraban en aquella casa lucian felices, todos portaban una sonrisa enorme, más las de dos pelirrojos idénticos que no se habían separado ni un segundo de Pansy ni de su pequeña que yacía dormida a lado de su madre.

Las dos se veían realmente hermosas, Pansy a pesar de lucir agotada y un poco pálida, se veía relaja y tranquila, desprendía una paz y calor que jamás se hubieran imaginado que ella podría desprender.

Unos golpes sonaron fuera de la habitación, haciendo que Pansy despertara. Una cabeza se asomo cuando el señor Weasley abrió un poco la puerta para poder ver dentro.

-¿Puedo pasar a conocerla? - pregunto con una sonrisa, la cual Pansy imitó asintiendo con la cabeza. Arthur entró con sumo cuidado tratando de no hacer ruido.

Cuando llegó en donde se encontraba la pequeña, una mirada de ternura enmarcó su rostro y una sonrisa sincera brotó de sus labios.

-Es preciosa, se parece demasiado a Harry, felicidades Pansy- la mencionada le agradeció - ¿Cómo estás?

-Adolorida, cansada, pero feliz, muy feliz, al fin esta aquí conmigo está pequeña que no me dejaba dormir por las noches - un ruido pequeño y lastimero salió de la pequeña boquita de la bebé, haciendo que se le formará un tierno y adorable puchero.

-¿Puedo? - la azabache asintió.

El señor Weasley tomó a la pequeña en brazos y de un modo tan experto la empezó a meser. La escena era tan hermosa que Pansy pudo sentir como sus ojos se llenaban de lágrimas.

La tristeza se apoderó de su ser, al saber que jamás vería una imagen así de linda, por parte de sus padres. Su pequeña Hope, no tendría a unos abuelos que se volvieran locos por ella. Que la adoraran y cuidaran. Su padre jamás cargaría a su pequeña, y su madre jamás le haría mimos.

Nunca les demostraron amor a ella o a su hermano, y un sentimiento de duda y miedo aparecieron en ella ¿cómo amaría y cuidaría de su pequeña?, si ella no sabía lo que era el amor de madre.

-¿Cómo se llama?- La pregunta Arthur no tuvo respuesta.

Los gemelos y su padre miraron a Pansy un tanto confundidos.

-Hey Pansy ¿estas bien? - Fred se acercó a ella, le limpio una lagrima, haciendo que Pansy saliera de sus pensamientos.

-¿No se cómo lo voy a lograr?, ni siquiera sé si lo podré lograr- los pelirrojos se miraron sin entender- ¿cómo demonios voy a ser buena madre?, si nunca he tenido una figura materna- su voz se corto- mi madre jamás, ella ¡Dios!, mi pequeña no podrá conocer lo que es el amor de unos abuelos, así como yo- Arthur le entregó a la pequeña a George, mientras se sentaba en la cama, quedando frente a Pansy.

Tomó sus manos y mirando fijamente sus ojos habló.

-Lo harás bien Pansy, no tengas la menor duda, nadie sabe cómo ser buen padre o madre, no hay un instructivo que nos diga cómo hacerlo ¿crees que Molly y yo sabiamos como hacerlo? - Arthur nego- no Pansy, no teníamos idea de cómo criar a un hijo y ve, tenemos siete hermosos hijos.

El amor nace desde el momento que se sabe que vas a tener un hijo, he visto como has amado a tu hija sin siquiera conocerla. Desde que llegaste aquí, todos hemos visto como ese amor siempre lo has llevado dentro de ti- Pansy lo miro sin entender- todo lo que has hecho por Dann, por tu hermano, es amor Pansy, y no sólo de hermanos, ese pequeño es más hijo tuyo que de tus padres, lo has cuidado y protegido como a uno.
Tal vez no te hayas dado cuenta, pero tu instinto maternal nació, no cuando te enteraste de tu embarazo, nació cuando viste que tu hermano estaba en peligro y no dudaste en protegerlo, en cuidarlo y amarlo.

Historias Cortas De HansyWhere stories live. Discover now