Historias Cortas De Hansy

AMOR.

La Madriguera.

Después de horas de trabajo de parto, por fin pudo nacer mi pequeño cachito de cielo, tanto dolor y espera valieron la pena. Cuando escuché su fuerte llanto, mi corazón latió con fuerza y mi cuerpo se empezó a llenar de miles y miles de sentimientos tan intensos y tan hermoso que por un momento creí que iba a estallar de la felicidad.

Fue niña, le di vida a una pequeña y hermosa niña. Cuando por fin me entregaron a mi hija me quede sin aliento «madre mía, eres igualita a tu papi»

Mis ojos se llenaron de lágrimas, realmente Harry había ganado, sus genes habían derrotado a los míos. Mi pequeña, tenía el mismo color de piel que su papá, su pelito era de un negro azabache idéntico al de Harry, puede que eso también lo haya sacado de mi. Pero  cada rasgo de mi bebé era igual a los de Harry, tenía unas regordetas mejillas, de un color rojo hermoso, su nariz era pequeña, y sus labios eran perfectos. Su tamaño y peso eran los adecuados, sencillamente mi hija era perfecta.

-Esta hermosa Pan, es coladita a Harry- Fred quien seguía a mi lado, sosteniendome aún, miraba a mi pequeña con una emoción digna de recordar.

-Hey serpiente-George me sonrió tiernamente, un logro que me había costado horrores conseguir. Al fin me había aceptado y yo estaba apuntó de llorar- ¿Cómo la llamaras?

Molly se acercó de nuevo a nosotros, se había separado por un rato, para despedir a la sanadora y para mandarle una carta a Ginny. Me sonrió con esa sonrisa maternal a la cual ya me estaba acostumbrando.

-Arrhur va a enloquecer cuando llegue y vea a esa preciosidad, es increíble ¿verdad? - yo la mire sin entender - nosotros cargamos con ellos nueve meses, cambiamos por completo, pasamos malestares, sufrimos el dolor del parto, y todo para que, para que se terminen pareciendo a sus padres- todos los presentes empezamos a reír.

Bill y Fleur se acercaron y yo les mostré una sonrisa tímida, a pesar de llevar aquí bastante tiempo, eran con las personas que menos había convivido.

-Oh mira Bill, es preciosa, tan tierna y tan regordeta, dan ganas de comerla a besos - la rubia hablaba emocionada con su acento francés. Bill le sonrió con amor a su prometida.

-Felicidades Pansy, estoy seguro que cuando Harry se entere va a ser muy feliz- mi burbuja de felicidad se rompió en ese momento.

No sabía si Harry iba a ser feliz, sólo esperaba que después de todo lo que le hice pensar, aceptará y creyera que está hermosa niña era suya.

Unas pequeñas manos se posaron a un lado de la cama, dirigí mi mirada hacia abajo y pude notar a mi hermano viendo con el ceño fruncido a mi bebé. Se sentía fuera de lugar, ya sé había acostumbrado a ser el centro de atención de la casa. Todos y cuando digo todos es porque, desde los Weasley hasta los miembros de la orden se habían encariñado con mi hermano y lo consentian en todo. Más los señores Weasley y las copias.

Yo le sonreí y él me regresó la sonrisa-Mira Dan, ella es tu sobrina, es mi hija- mi hermano miró de nuevo a mí pequeña, volvió a mirarme y estiró los brazos hacia George.

Él solo giro los ojos y con una sonrisa alzó en brazos a Dan, mi hermano seguía viendo con desconfianza a la bebé.

-Vamos enano, debes de quererla como nosotros te queremos a ti, es la pequeña de la casa y tu eres su tío y eres un niño grande, debes de cuidarla, así como Pansy cuida de ti- el pelirrojo me guiño un ojo y yo le agradecí mentalmente.

Por fin mi hermano sonrió e intento acercarse a nosotras, la copia lo ayudo a sentarse junto a mi y mi hermano le beso su pequeña cabeza. Y yo sentí morirme de amor.