Después de pasar juntos la tarde, el par se separó para terminar sus respectivos pendientes; Plisetsky debía practicar y Usui tenía que terminar los trajes, sin embargo, la chica no lograba concentrarse. Frustrada, se levantó del pequeño banquillo en el que trabajaba y removió varias cosas de una pequeña caja, de ahí saco unas cuantas monedas y las metió dentro de la bolsa de su jersey. Con cuidado de no ser vista, salió de la pequeña habitación y se encamino a la zona de máquinas expendedoras fuera de su hogar.Inmediatamente salió, el frio le golpeo el rostro. Se apresuro a depositar las monedas en la ranura de la máquina, presiono los botones correspondientes y cruzo los brazos en espera de su bebida energética. Pero el sonido de la lata al impactar contra la superficie de la maquina nunca llego, extrañada se inclinó y metió su mano en donde debería estar, tanteo el interior y como temía no había nada. Golpeo varias veces la maquina, pero esta no cedió y justo cuando estaba por dar media vuelta e irse, escucho como la lata caía. Volteo solo su rostro y reparo de inmediato en el castaño que le extendía la bebida. Tomo la lata mientras le susurraba una inaudible gracias y se disponía a irse, sin embargo, el muchacho empezó a hablar.
- La comida ni las calorías son tus enemigas, Eira-san. - El chico hizo un ademan con la mano despidiéndose antes de que la chica le preguntase cualquier cosa. Entretanto la chica seguía sorprendida y un tanto molesta.
¿Quién se creía para llamarla por ese nombre?
...
Nació con un nombre, vivió con uno completamente diferente y por lo visto se llevaría a ambos a la tumba si no mejoraba.
El chico la había dejado pensando y ella odiaba hacerlo, no porque fuera tonta o muy floja. Cuando lo hacía, sobre pensaba todo y la dejaba metida en una crisis donde la culpabilidad y la tristeza no la dejaban tranquila. Por eso casi siempre se mantenía ocupada o escuchando música, eso la distraía de malos pensamientos. El silencio es ensordecedor y eso ella lo sabía muy bien.
Un par de días después, logro terminar los trajes con un poco de ayuda. En cuanto Víctor los vio la alago por su trabajo y le recordó su destino inminente; La clínica a la que iría después de la competencia. Con toda la calma del mundo, ordeno sus cosas en la pequeña maleta que le había facilitado Hiroko, empaco solo unas cuantas cosas y las dejo encima de su escritorio.
No estaba lista para irse.
‹❄›
Stexlty♪
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𝐖𝐞𝐢𝐠𝐡𝐭 ❄︎ 𝑌𝑢𝑟𝑖 𝑃𝑙𝑖𝑠𝑒𝑡𝑠𝑘𝑦
Fanfiction❄︎; 𝑾𝒐𝒏'𝒕 𝒚𝒐𝒖 𝒔𝒕𝒂𝒚 𝒂𝒍𝒊𝒗𝒆? 𝑰'𝒍𝒍 𝒕𝒂𝒌𝒆 𝒚𝒐𝒖 𝒐𝒏 𝒂 𝒓𝒊𝒅𝒆 𝑶 𝒘𝒊𝒍𝒍 𝒎𝒂𝒌𝒆 𝒚𝒐𝒖 𝒃𝒆𝒍𝒊𝒆𝒗𝒆 𝒚𝒐𝒖 𝒂𝒓𝒆 𝑳𝑶𝑽𝑬𝑳𝒀. ⚠︎T̶r̶i̶g̶g̶e̶r̶ W̶a̶r̶n̶i̶n̶g̶; T̶r̶a̶s̶t̶o̶r̶n̶o̶s̶ a̶l̶i̶m̶e̶n̶t̶i̶c̶i̶o̶s̶ v̶i̶s̶t̶o̶s̶...