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Después de el "espectáculo" durante la comida, las enfermeras le dieron ánimos y se portaron realmente comprensivas con ella. Se puso a caminar por toda la clínica, vio todo tipo de adolescentes y gente más grande merodeando igual que ella, pronto encontró el jardín y este era muy lindo para su gusto, se sentó en el pasto disfrutando un poco del aire frio. En este lugar había gente haciendo distintas actividades recreativas y demasiado interesantes que hasta ella se sintió mal de estar ahí solamente haciéndola de árbol seco.
...
El día siguiente llego, esperaba que este fuera mejor que el anterior, pues este tenía muchas cosas mal y la principal es que no había hecho ningún amigo, eso la hacía sentir un poco sola. Sin quererlo se había acostumbrado a la compañía del rubio con problemitas. Que si lo pensaba, él no había sido grosero con ella, siempre fue medianamente atento y comprensivo, hasta en una ocasión se disculpo y nunca la trato como al otro Yuuri. Estaba la posibilidad de que la tratara así por lastima y eso le provocaba una sensación muy incómoda y difícil de ignorar. El desayuno transcurrió tranquilo, extrañamente había terminado de comer rápido y pronto la llamaron para que le hicieran su entrevista, la guiaron por el jardín hasta un pequeño conjunto de consultorios que formaban un edificio, al cual se accedía por una escalera metálica blanca, subió y entro en un pequeño cuarto con paredes color amarillo suave, un escritorio con un par de sillas una frente a la otra, encima un organizador lleno de plumas y plumones de distintos colores y al otro lado un pequeño librero que lo único destacable que tenia era una cafetera y varias tazas. Enseguida entro la misma mujer que la había traído.
- Hola, Usui-chan, ¿Cómo estás? - Entro al recinto un tanto apurada, cerro la puerta y la invito a tomar asiento.
-Bien, creo. - Dijo mientas se sentaba. - ¿usted? - Pregunto intentando ser cortés.
- Igual, un tanto atareada, bueno hay que empezar ¿te parece? - La mujer tomó asiento. - Cuéntame de ti.
En automático la chica se quedo en blanco y aun así habló.
- Tengo 15 años, me da miedo la comida y me gusta dibujar. - Describió sencillamente.
- Ya veo, ¿tu familia?
Esta vez no podía contestar como solía hacerlo, por lo que inhalo fuertemente y hablo.
- No conozco a mi madre. - Eso lo dijo sin inmutarse.
- ¿Tu padre? - Esa pregunta la dejo mal.
- Él no fue bueno conmigo.
...
Su entrevista había terminado, la designaron en el pabellón AB, el edificio estaba igual de cerca del jardín, por lo que antes de ir a su nuevo cuarto, se paseó por ahí, metiéndose entre los árboles y escabulléndose detrás de los edificios, hubo un momento donde se quedo quieta pues escucho un ruido de pisadas acercándose. Se giro en la dirección del sonido y espero a que quien fuera se apareciera. De entre los troncos salió un chico de lentes con audífonos bailando y cantando, la chica se extraño y cuando el desconocido por fin se dio cuenta de su presencia solo la saludo.
- Hola, ¿eres nueva no? - dijo sentándose en el pasto.
- Si y ¿tú eres? - Imito su acción y se acomodo a un lado de él.
- Tenshi. - El chico dijo entretanto se quitaba los audífonos y rebuscaba algo en su chaqueta.
- ¿Sin apellido?
- Sin apellido. - Asintió y saco una cajita de metal que produjo un tintineo por lo que había dentro. - ¿Tú?
- Fuyu Usui. - sus manos hicieron contacto con el suelo y comenzó a arrancar la hierba. - Eso que tienes ahí...- Su mirada se quedo en lo que el joven había sacado de la cajetilla.
- ¿Quieres? - Le ofreció un cigarrillo.
- ¿Cómo los conseguiste? - Extendió su mano aceptándolo, llevaba casi 2 semanas sin nicotina en su sistema y ya se estaba volviendo loca. - A mí me los quitaron cuando llegue. - Prendió la punta con ayuda del encendedor y sintió el característico golpe después de que inhalo un poco, luego suspiro dejando salir el humo. No pudo evitar recordar la segunda vez que Plisetsky la encontró trepada en un banquillo, con la cabeza fuera de la ventana mientras fumaba, el chico molesto le lanzo una cubetada de agua fría y no se disculpo por eso. La voz del chico la trajo de vuelta a la realidad.
- Los compre aquí.
- ¿Cuántos años tienes?
- Diecinueve recién cumplidos. - Contesto un poco orgulloso. - Por eso puedo conseguirlos.
- Ya veo...- Suspiro dándole un golpecito al cigarrillo para tirar la ceniza. - Te meterías en problemas si se dan cuenta de que le diste un cigarrillo a una adolescente de quince años. Ambos rieron y la chica se extrañó pues el chico no la vio mal.
...
Edite los capitulos anteriores, agregue y quite cosas para que tenga más sentido la trama, espero y les gusten!
Capitulo basado en hechos reales, ahre tampoco asi.
