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El lugar que escogieron era una cafetería, un chico robusto pero con un tono de voz dulce les recibió la orden, Plisetsky pidió por ella. La orden se resumía a un Katsudon y un tonkatsurespectivamente. La chica acercó su mano temblorosa a su boca, mordisqueó su dedo pulgar, el rubio se dio cuenta y tomo su mano, la sostuvo y despacio la dejó sobre la mesa, sin soltarla.
La chica soltó un suspiro y se recostó en la mesa. La voz del mesero, la hizo enderezarse, el joven solo dejo los platos en la mesa y se retiró sonriente. La chica agarró los palillos y empezó a cortar la comida en trocitos. El rubio intrigado, miro atentamente el extraño comportamiento de la chica, ella se dio cuenta de esto y dirigió su mirada a el, estuvieron asi un par de segundos, pronto la chica empezó a hablar.
–Me gusto mucho tu rutina.—Dijo acercando los palillos a su boca y alejándolos para volver a hablar.— En técnica fue mejor que la de Yuuri-kun. — el chico después de escuchar eso, sonrió.
—Lo sé.— Se llevo un poco de arroz a la boca. Su mirada se estanco en la chica que llevaba ya mucho tiempo masticando y tomaba agua constantemente.—Oye, ¿por qué aún no co...- — ¿Por qué huiste de la competencia?— Usui hizo la pregunta antes de que el chico siguiera por ese camino. El rubio se quedó en silencio y continuo comiendo y cortando un poco de la chuleta.
Usui captó la indirecta y siguió cortando y revolviendo la comida.
...
No sabe en qué punto del tiempo que estuvieron en la cafetería, se pusieron a charlar más animadamente. Ya habían terminado sus platillos, y ahora la charla se resumía a anécdotas graciosas. Pidieron la cuenta cuando la conversación solo dejo unas cuantas risas detrás. Salieron del lugar y caminaron un poco junto a la carretera igual que antes hasta llegar al aeropuerto. Rodearon la pista de aterrizaje y entraron por el estacionamiento. En una de las puertas estaba la familia Katsuki junto a Viktor y Minako, dispuestos a despedirse como era debido. Hiroko se le acercó a Usui y le dio sus boletos de tren, ella a diferencia de Yuri tomaría el tren puesto que viajaría a una prefectura más cercana. Primero acompañaron a Usui al vagón que le correspondía, se despidió calurosamente de los Katsuki y Minako. A Viktor le agradeció muchas veces y le prometió que aprovecharía el tratamiento. Cuando llegó el turno de Yurio, lo rodeo con sus delgados brazos y luego lo miro directamente a los ojos, Yuri le dio un pequeño golpe con la mano en su frente.
-Detesto que me mires así, paliducha.- Dijo quitando su mano.- No te olvides de verme en la tele y escríbeme de vez en cuando. También...- Ahora el era el que la miraba a los ojos.- Cuando nos veamos otra vez dime Yura.- Dicho eso, por los alto parlantes se dio el último llamado para abordar y sin decir nada Usui subió rápidamente al tren.
Fue lo último que escuchó de él y estaba conforme.
