Pride Club ✧ kookmin

023.

Dicen que entre parejas tienen una conexión. Una conexión que les permite entender los pensamientos y sentimientos del otro con sólo mirarse a los ojos.

Y esa conexión es la que acababa de sentir Jungkook cuando vió a Jimin entrar por la casa completamente exhausto y abatido. Algo no tan habitual en él. Cuando miró sus ojos y vió la tristeza en ellos, supo que algo no andaba bien.

—¿Cómo te fue hoy, Jimin? —preguntó Hoseok quién pasó justamente al lado del rubio y le miró de pies a cabeza.

—Bien, me explotaron en el trabajo pero fuera de eso, todo normal —le dedicó una falsa sonrisa.

—Oh bueno, trabajaste duro Jiminie, mejor ve a descansar —Hoseok le sonrió verdaderamente y palmeó su trasero antes de continuar con su camino.

Jimin sonrió un poco y después suspiró temblorosamente para comenzar a subir las escaleras. Jungkook quién estaba en la cocina no dudó en dejar todo lo que estaba haciendo para seguir a su novio al ver claramente sus ojos llenarse de lágrimas.

¿Qué había pasado?

Desafortunadamente no logró alcanzarlo a tiempo pues cuando llegó a la segunda planta, la puerta de su habitación ya estaba cerrada. Se acercó a ella y la golpeó unas cuentas veces.

—Jimin, ábreme porfavor —pidió con voz suave y apacible.

—Kook, ahora no. Estoy cansado, bajaré más tarde a cenar.

Siguió tocando.

—Porfavor —insistió con voz más seria.

Hubo un corto silencio antes de que la cerradura de la puerta fuera abierta. Jungkook se introdujo lentamente en la habitación y suspiró al no ver a Jimin allí y comprobar que se había encerrado en el baño, al ver su luz encendida.

Muy astuto, pensó.

A continuación cerró la puerta detrás de él y caminó hasta el baño.

—Jimin... —tocó la puerta— Sé que estás ahí, porfavor sal.

Después de unos segundos, Jimin abrió la puerta y Jungkook pudo contemplar perfectamente sus ojos rojos y llorosos. Inmediatamente avanzó hacia él y este se refugió en sus brazos.

—¿Qué pasó, amor? —preguntó Jeon, preocupado.

Jimin comenzó a sollozar fuertemente en su pecho lo que le hizo asustarse y angustiarse muchísimo más. Intentó alejarle de él para poder ver su rostro pero el rubio se aferró más a su cuerpo y le dijo:

—Los vi... Vi a mis padres.

Jungkook se quedó inmóvil, intentando procesar lo que acababa de oír para después parpadear varias veces confundido.

—¿Qué dices? —los separó un poco para mirarle a los ojos— ¿A qué te refieres con que los viste?

Jimin sorbió su nariz roja y limpió inútilmente sus lágrimas. Jungkook no dudó en levantar su mano y pasar delicadamente su pulgar por la mejilla del rubio, ayudándole y diciéndole con la mirada que podía confiar en él.

—Estaba... —comenzó pero de repente su voz se quebró y sus ojos se acuaron nuevamente para después negar repetitivas veces con la cabeza—No puedo —dijo alejándose mientras cubría su rostro.

El cuerpo de Jungkook se movió automáticamente a su dirección, observando como el rubio se sentaba a la orilla de la cama y comenzaba a sollozar en silencio. Se sentó a su lado y le envolvió en un tierno abrazo mientras le hacía pequeños mimos para que se calmase.