Pride Club ✧ kookmin

024.

La brisa fresca golpeaba inocentemente su rostro, provocando que soltase un largo suspiro, cerrando sus ojos y sumiendose en una paz y tranquilidad que no supo de donde la obtuvo.

A su lado estaba su mejor amigo desde la secundaria. Su compañero de travesuras y locuras. Aún recordaba como gastaban bromas a los profesores y se escapaban de clases sólo para ir al arcade de su ciudad y desperdiciar su mesada en las máquinas. En aquellos tiempos todo era tan fácil, no tenían obligaciones ni preocupaciones de ningún tipo. No conocían en exactitud qué era el amor ni el compromiso. Nadie les preparó para eso, simplemente salieron al mundo exterior como dos mariposas recién nacidas. Ignorantes de las dificultades que les traerían.

Y ahora, años después. Allí se encontraban, uno al lado del otro, sentando en la orilla del muelle. Había pasado meses desde la última vez que se habían visto. ¿Quién diría que en tan poco tiempo sus vidas hayasen cambiado tan drásticamente?

Estaban sumidos en una apacible calma donde la olas golpear el mar era lo que más les distraía e hipnotizaba.

Hasta que Yugyeom rompió el silencio.

—Tengo algo que decirte.

Jungkook giró hacia él con un semblante interesado. Y tragó saliva antes de responder.

—Yo también.

Ambos se miraron fijamente, había una extraña tensión provocada por la falta de comunicación entre ambos. Eran mejores amigos y sin embargo no se habían contando algo demasiado importante debido al poco tiempo disponible. Pero ahora, pudieron volverse a reecontrar. Ahora era el momento, o nunca.

—Empezaré primero —dijo Yugyeom, lastimando su labio inferior claramente nervioso.

—¿Yug...? —llamó preocupado al verle tan afligido.

—Me enamoré de alguien.

Jungkook le miró con los ojos ligeramente abiertos, su respiración cortándose momentáneamente y sus pensamientos convirtiéndose en un inquietante torbellino.

—¿Enserio?

—Sí.

—¿Quién es?

El pelirrojo miró hacia el horizonte y después al mar, pensativo.

—¿Recuerdas a la chica que conocí cuando fuimos a aquél club gay?

Jungkook se incorporó en su sitio y le miró asombrado.

—No me jodas, ¿es...?

—Sí, es ella —suspiró— En resumen, comenzamos a salir. Varias veces, todo parecía marchar bien. Ella era linda, amable y comprensiva. Definitivamente mi tipo ideal. Pasaron los meses y terminé enamorándome de ella, quise declararme, anhelaba con que fuéramos algo más. Deseaba tanto que la conocieras...

—¿Y que sucedió? —preguntó cautelosamente al deducir que algo malo había pasado por la descripción de su amigo de la historia.

Yugyeom miró al suelo y presionó sus labios, intentando combatir con el molesto nudo en su garganta.

—Ella estaba comprometida con otro hombre.

Jungkook abrió ligeramente su boca, sorprendido.

—Yug...

—Todo este tiempo me había hecho creer que estaba soltera, que no tenía a nadie más... Y lo peor es, que ella no lo ama. Es un compromiso arreglado. Ella me dijo que me ama sólo a mí, y que no podía deshacer todo. No tenía el poder ni la palabra. Yo... Me enojé por tal engaño, no podía creer que me hubiera mentido después de tantas cosas que pasamos para que al final todo valiese en vano. Me alejé de ella, y ella de mí. Se casará este fin de semana. Jungkook... —le miró con ojos llorosos— Yo aún la amo...