Una pequeña parte de la luz

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El tiempo pasó lento para que dieran la una pero fui paciente, necesitaba hablar con el, tenía que contarle, era una necesidad que crecía en mi interior. Al fin, la una, busqué mis sandalias para salir al pasillo en total silencio, llegué al jardín pero estaba vacío, me quedé hipnotizada por un tenue rayo de luz lunar que reflejaba la fuente, se veía mágico.

-Que puntual -dijo detrás mio, pegué un salto estremecido, me había asustado-.

-Creí que lo habías olvidado.

-¿Bromeas? -responde burlón-. Ven.

Me condujo por la cocina a una parte que yo no conocía y me llevó a una puerta que abrió fácilmente, salimos al exterior y me condujo por la parte trasera donde estaban unas cajas de madera acomodadas en forma de escalera hacia el techo.

-¿Subes? -me ofreció al encontrarse ya sobre la tercera, lo seguí-.

-Bueno... -dije al estar arriba-. Por lo menos cuando esté lista para huir, se por donde hacerlo.

-¿Huir? -sonaba asombrado con mi comentario-.

-Si... Hoy oí cosas.

-¿Que tipo de cosas? -quiso saber-.

-Tu también tenías algo que decirme -agregué, le iba a contar, pero primero quería oir lo que el tenía-.

-Yo crecí aquí -soltó, le miré extrañada-.

-Lo se... El pastor...

-Ya lo se -me cortó-. El ya te contó que soy huérfano, pero detrás de todo eso hay algo que me esconden también.

<< Veras yo llegué aquí desde que era un bebé, todos mis recuerdos están en este lugar, pero cuando empecé a preguntar por mis padres el Pastor Antony evadía mis preguntas, me ignoraba o cambiaba de tema, de niño también me gustaba la biblioteca, me fascinaban las historias que habían allí, poco a poco me fueron asignando tareas y oficios, alejándome cada vez mas de los libros yo era pequeño así que no protestaba y hacía todo lo que me pedían.>>

<<No eres a la única que le han caído plumas del cielo, cada vez que intentaba averiguar de que se trataba más cosas me ponían, me parecía muy extraño, así que empecé a fingir, hacía todo lo que me indicaban; aún lo hago y en las noches entro a hurtadillas a la biblioteca, en la ciudad hay mas cosas, créeme, siento que por mi han descompletado las historias, pero no les ha servido para nada alejarme, hace unos años me di cuenta que podía hacer cosas que otros no, percibir cosas, me he vuelto mas sensible en cuanto a los sentidos.>>

-¿Por eso sabes cuando Antony se acerca? -interrumpí-.

-Exacto -respondió sonriendo-. Anabel llegó cuando yo tenía siete, ella tenía mi misma edad, nos volvimos grandes amigos, era agradable...

-¿Agradable? ¿Ella? -me burlé-.

-Aunque no lo creas, si si lo era -miró al cielo-. Hasta que cumplimos quince, empezó a enterarse de cosas que yo no, y ya no eran solo los pastores los que me escondían cosas, también ella.

<< Sin embargo, contigo... Contigo, a ti te esconden mas cosas saben algo de ti que no quieren que sepas, que no es conveniente para ellos, pensaban dejarte como Lee hasta que te adaptaras a el y no buscaras mas, pero por lo que veo se les han complicado las cosas>>

-Los oí hablar -solté por fin-. Decían que iba a ser difícil, mas complicado de lo que creían. Sonaba como si estuvieran alistándome para entregarme a alguien, tengo miedo.

-Es normal que lo tengas -asintió-.

-Tengo que averiguar quien soy Axel.

-Si son ángeles los que se quieren comunicar con nosotros -dijo-. ¿Por qué no buscarlos?

DUAL: OriginsWhere stories live. Discover now