Huída

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Unos días mas y estaríamos por fuera buscando los elementos. Teníamos ya bastante información como el nombre de algunos y sus posibles ubicaciones, la verdad digo posibles porque a cada uno se les asignó un lugar específico para ellos solos, pero podían rondar por el mundo. Por ejemplo: la base central de Freezer (elemento hielo) era el monte Everest pero viajaba constantemente para hacer nevar en otro países y cosas así; sin embargo a quien teníamos pensado buscar era a Fire (el elemento fuego), porque su base estaba localizada en el país en donde estábamos, solo que iba a ser un largo recorrido, puesto que nos encontrábamos del otro lado

-¿Hawaii? -Dijo Axel extrañado al ver los lugares-. Literalmente está al otro extremo de donde estamos nosotros.

-En si, una de las islas que lo conforma es un  volcán, es comprensible -respondí terminando de trazar el mapa-.

-Tal vez... No creo que nuestros ahorros alcancen -tenía tono inseguro-.

-Oye no llegamos hasta aquí para detenernos por dinero -le reprendí-. Robaré un banco si es necesario -me crucé de brazos y el soltó una carcajada-.

-Vale, vale -no dijo nada más y supuse por qué, doblé el mapa y lo guardé sigilosamente-.

-Axel -llamó la voz de Anabel por el pasillo-. Tenemos que ir a la ciudad -el se levantó rápidamente y se dirigió a ella, al darse cuenta que estaba con migo me fulminó con la mirada, yo solo sonreí-.

-Cuídala

-Que graciosa -dijo en tono sarcástico-. Luego me las pagarás.

-Lo dudo -me burlé y terminé de beber mi jugo y salí del comedor-.

Iba a ser complicado, no lo niego, vivíamos a las afueras de Taunton en Massachusetts, teníamos que viajar hasta el otro lado del país, lo ideal sería California, no teníamos tanto dinero para ir directo en avión, si hacíamos eso, nos quedábamos inmediatamente sin nada, así que sería un viaje de días, incluso meses si demorábamos mucho en cada estado. Fui a mi habitación a trazar en el mapa la línea que debíamos seguir  "va a ser difícil  -dije mentalmente-. Pero no imposible". Guardé todo en la mochila en la que tenía mis provisiones para el escape, Axel tenía una igual; guardábamos un par de prendas y cada uno llevaba un libro y un cuaderno con apuntes y como olvidar el mapa de la ruta a seguir a nuestro destino.

Últimamente lo llevaban bastante a la ciudad, tal vez porque lo veían pasar mucho tiempo con migo, pero eso no era problema, ya nos habíamos preparado para cualquier obstrucción de nuestros determinados planes, llevábamos ya casi un mes planeando la huida, nada podía impedir que lo hiciéramos.

Salí a la entrada a tomar un poco de aire y me senté en las escaleras, miré hacia donde posiblemente se encontraba el agujero del que intentaban alejarme, no había intentado ir ni una sola vez, pero no era por que no me dieran ganas, era para mantener las apariencias, el día pasó rápido a diferencia de los anteriores, de pronto era por la adrenalina de que se acercaba el día de irme, pero la espera también se hacía insoportable, cada vez me sentía más observada y vigilada, mis movimientos eran evaluados a escondidas, no podía hacer nada a menos que estuviera con Axel o en mi habitación, eran las únicas veces en las que me sentía segura.

Hoy se demoraron mas de lo normal, me quedé encerrada hasta que llegó golpeando a mi habitación preguntando si estaba bien, me había quedado dormida, le dejé pasar.

-¿Estas lista? -se asoma por la puerta-.

-¿Para que? -respondo con voz perezosa-.

-Se adelanta el plan -dice decidido-. Ya los pastores están en sus habitaciones y Anabel llegó cansada se va a dormir, cámbiate y nos vemos en una hora en la cocina.

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