Tierra sagrada

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No me agradaba mucho la idea de separarnos por tanto tiempo de Dominik, menos la idea de que una loca estuviera detrás de semejante poder, un demonio del rango tan alto como el de mi tío podría transferir de esa forma poder a los humanos, pero no era justo. Si lo hacía todo se descontrolaría, todo tendría que hacerse más rápido y aún no era consciente de estar lista para enfrentar la verdad, tal vez no sea una verdad tan mala; sin embargo verdad era verdad y fuera mala o no, tendría consecuencias.

Dominik era buen complemento para nuestro equipo, la verdad es comprensible que tenga que mantenerse a margen pero por una chiflada de nombre Anabel que simplemente se entromete en lo que no tiene que ver con ella, agregado a eso, que me odia literalmente sin tener razón alguna, pero que notoriamente está dispuesta a hacerme daño alguno.

Al siguiente día nos alistamos temprano y nos dirigimos a la central de buses, me arrepentí de haber estado distante con Dominik por el hecho de no haber controlado mis acciones en nuestro secuestro así que lo despedí con un silencioso abrazo y le traté de entregar su chaqueta.

-En cuanto sea el momento te la pediré de regreso -me susurró sin soltarme-. Hasta entonces, encárgate de mantenerte con vida para entregármela -entonces me soltó y no me dejó decirle nada más-.

Cuando traté de gritarle algo no me salían las palabras... Me hizo prometerle algo... Algo muy difícil pero que no solo debía cumplirle a el, también a mi, a mi padre y a mi madre así no supiese nada de ellos.

Sin subirme aún al bus me quedé allí observando como se alejaba, apreté su chaqueta en mis manos y me quedé allí como una piedra hasta que Axel puso su mano en mi hombro y me despertó del trance indicándome que ya debíamos abordar para partir. Lo seguí sin mirar atrás, cuando tomamos nuestros asientos miré por la ventanilla, ya no había rastro de Dominik, por lo menos no visible, me coloqué su chaqueta, me recosté en el hombro de Axel y sin pensarlo me quedé dormida

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Verlos abrazados desde la parte superior del colectivo me hacía sentir nostalgia, no era porque sintiera algo por alguno de los dos, sino porque emprendíamos una búsqueda difícil, técnicamente suicida, Anabel no podía enterarse que Dominik se veía con nosotros y eso los distanciaría más, vi como el le susurraba algo al oído de Aly y como ella se quedaba allí quieta mientras el partía sin saber exactamente cuando volveríamos a verlo. Escuché encenderse los motores del vehículo y bajé para indicarle que ya íbamos a partir, al subir se acomodó a mi lado y volvió a asomarse a la ventanilla, sin remedio alguno solo pudo colocarse la chaqueta que le pertenecía a el y recostarse en mi hasta finalmente quedarse dormida.

Teníamos un recorrido de aproximadamente 8 horas contando el hecho de que recorriamos cierta distancia en bus, y luego debíamos bajar y caminar a otra parada. En total eran tres cambios que teníamos que hacer así para llegar al aeropuerto, el primer trayecto no era muy largo así que me mantuve despierto hasta que tuvimos que bajar del bus. Al poner pies en tierra miré alrededor si no había nada fuera de lo normal.

Caminamos por un poco mas de 10 minutos puesto que Alyxa andaba soñolienta y atrazaba la marcha, en la parada, esperamos que el siguiente bus estuviese listo para salir.

-No pretendas que te lleve cargada -le dije mientras tomábamos un café esperando la partida de nuestro bus-.

-No te pido que lo hagas -me respondió mas despierta-. Mira lamento que me hayas tenido que arrastrar calles abajo, pero no tuve tiempo ni de ver en que momento llegamos.

-No te diste cuenta porque estabas dormida.

-Bien, perdón, la próxima vez despiertame de antes.

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No sabía la razón de su actitud, debía ser que también le tensionaba el hecho de acercarnos a un elemento. El sabe que soñolienta soy la persona mas sonza del mundo.

El bus partió a los quince minutos, esta vez ambos nos quedamos dormidos, este era el trayecto más largo del recorrido, luego de aquí tomaríamos un bus mas pequeño y finalmente caminaríamos un poco hasta el aeropuerto, allí tendríamos que esperar un vuelo y también aguantar casi 3 horas en el avión. Era menos de lo que habíamos tenido que soportar hasta ahora pero era estresante esperar así.

A las 3:30 de la tarde estábamos en el aeropuerto de Indianapolis, a las 5 salía nuestro vuelo a Los Ángeles California así que almorzamos y dimos una ronda muy cuidadosa por el aeropuerto, esperando que nadie nos siguiera, por suerte eso era lo que parecía, no notábamos nada sospechoso.

A california llegamos pasadas las ocho de la noche, comimos algo y nos sentamos a discutir si dormiríamos aquí o en Hawaii.

-En bote demoraríamos más -comentó Axel-.

-¿Otro vuelo? -le respondo sin mirarle a la cara-.

-El último sale de aquí a las nueve y quince, no está mal para llegar allá, dormir un poco y madrugar a visitar a nuestro elemento -explica-. Aly... ¿En que volcán crees que esté? Hay cinco volcanes en total en la isla -separo mi vista de una revista que justamente hablaba de ese tema-.

-Primero preocupémonos por llegar sanos a Big Island y el que más parece adecuado para nuestro trabajo en el volcán Kilauea, es uno de los más  activos en el mundo. En cuanto lleguemos averiguamos como entramos -agregué al ver que iba a preguntar algo más-.

-Bien. ¿Entonces avión o bote mañana?

-Compra los tiquetes, te espero aquí para ir a dejar el equipaje.

Observo como se levanta y sale, nunca le había vuelto a proponer que nos separáramos por un momento desde el incidente con el grupo de demonios femeninos. Pero esta vez, sentí que únicamente me observaban a mi. Me levanté y hice como si caminara al baño, allí alguien se me acercó por la espalda, a lo que reaccioné inmediatamente agarrándole del cuello y poniéndole en contra de la pared con una daga apuntándole.

-Dime quien te envió si no quieres quedarte sin ojos hoy -lo amenacé-.

-Si me advirtió que pasaría esto, Dominik me envió, a ver como estaban... Me pidió que si algo sucedía lo notificara.

-¿Donde está la prueba? -insinué sin dejarlo de apuntar, esto me sonaba a que alguien ya sabía que nos estaba ayudando-.

-Tendrás que guiarte por la palabra.

-Es una lástima para ti -le dije clavandole la daga al centro de la frente y arrastrándole conmigo al baño de  los hombres-. Porque no creo solo en palabras.

Le golpeé la cabeza en contra de los lavabos, saqué la daga y luego se la clavé en el estomago y finalmente una puñalada en cada hombro y cada pierna. Para asegurarme que muriera, le di un disparo justo en donde le había clavado la daga anteriormente.

-Espero saludes de mi parte a tus camaradas muertos -le susurré antes de disparar con el silenciador-.

Luego de tedioso proceso me lavé las manos y salí al punto anterior donde Axel estaba esperando impaciente

-¿Donde te metiste? -me preguntó en cuanto llegué-.

-Tuve que  ir al baño, alguien que sabía que Dominik nos ayuda nos seguía.

-¿Que hiciste?

-Hablé en pasado, ¿que crees?

-Bueno anda, ya compré los boletos, en cinco minutos debemos abordar.

Llegamos a las dos de la mañana a Honolulu Hawaii, diría que fue una suerte, puesto que solo tuvimos un pequeño retraso en el despegue, dormimos el trayecto hasta al aterrizaje y buscamos un hostal lo mas barato posible cerca al aeropuerto. Por fin estábamos en suelo Hawaiano, mañana completaríamos la primera parte y encontraríamos el primer guardián. Todo se veía en calma, nada de peligro, ciertamente Dominik tenía razón era muy probable que no pudieran seguirnos hasta aquí, se respiraba un aire diferente, nuevo.

Dormiríamos unas horas mas y a las seis emprenderíamos nuestra marcha para encontrar a Fire.


DUAL: OriginsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora