CAPÍTULO 16 - LA PROMESA

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Decir que en la base temporal del ejército había tensión entre las facciones del Cuerpo de Exploración y la de la Policía Militar, era tan evidente como decir que los titanes eran peligrosos.

De hecho, la situación llegó a tal punto que había más peligro dentro del cuartel que fuera de sus muros. Fuera de ellos al menos sabían que los enemigos eran esos gigantes que corrían desnudos por el campo. Pero dentro nadie se fiaba de nadie pese a ser en teoría todos del mismo bando.

Viendo que la situación era más propia de un polvorín a punto de estallar, el Comandante Erwin reunió a sus soldados a primera hora de la mañana, una hora antes de que se reanudara la expedición, para ordenarles que no entraran en confrontación con la Policía Militar. Bajo ningún concepto. Se negaba a que su problema personal y que había sido consecuencia de su falta de previsión acabara afectando a la seguridad de sus soldados. Puede que para Nile cualquier cosa valiera para destruirle, incluso poner en riesgo a sus hombres llevándoles a luchar contra los titanes cuando no tenían ninguna experiencia, pero él no iba a entrar en su juego. Allí fuera los titanes seguían siendo el principal objetivo a batir y no iba a permitir que nada les distrajera de ello.

Pero el Comandante no contó con un detalle que cambió la situación radicalmente. Un detalle que en realidad no debería sorprenderle tanto, pues a esas alturas ya sabía que sus hombres eran los mejores.

Si hasta ahora había podido observar los magníficos soldados que eran al verles luchar contra los titanes, a raíz de tener a la Policía Militar tocándoles las narices también descubrió que no podía pedir mejores camaradas dentro del cuartel.

Porque si bien fuera de los muros sus hombres no dejaron de lado ninguna de sus obligaciones, incluso salvando la vida de los mismos soldados de la Policía Militar que dentro del cuartel se dedicaban a insultarles y a soltar todo tipo de comentarios sobre la relación que tenía con Levi; cuando la expedición del día terminaba la cosa cambiaba.

Entonces todas las rencillas que hasta ahora había habido entre los cadetes del Cuerpo de Exploración desaparecían para formar un frente común contra el enemigo de su Comandante.

Porque no se trataba solo de que la Policía Militar les estaba tocando las narices, interfiriendo en su labor de explorar los muros. Por encima de eso estaba que querían desprestigiar al Comandante Erwin Smith y encima usando la relación que tenía con el Capitán Levi.

Y eso, para el Cuerpo de Exploración, eran palabras mayores.

Lo más sorprendente de todo fue que Erwin no tuvo que decir nada para que actuaran así. Ni siquiera debió buscar alguna excusa de por qué existían rumores que le relacionaban con Levi y tampoco tuvo que llegar al extremo de ordenarles que dejaran de hablar de ese asunto.

Porque lo cierto es que ninguno de sus hombres sacó el tema. Ni para preguntarse en petit comite si sería verdad que el Capitán y el Comandante estaban juntos, pero tampoco insinuando que en realidad eso ya se sabía.

Nada de eso era importante. El único motivo por el que le habían declarado la guerra a la Policía Militar era porque se habían metido con su Comandante. Punto.

Viendo el cambio producido entre sus soldados, aun siendo Smith un hombre poco dado a las venganzas, no podía mostrarse más satisfecho. El comportamiento de sus hombres no solo le demostró que podía confiar en ellos más allá de su labor como soldados, sino que además eso le permitía mantener una actitud indiferente ante la situación creada. La mejor manera de proceder para no levantar más sospechas por parte de Nile, pues sabía que sus soldados se estaban encargando de todo.

El PactoWhere stories live. Discover now