Capítulo 28

213K 14.3K 4.6K
                                    

Miró a Brooke que lucía bastante enfadada y se pasó las manos por el cabello sin saber qué decir para que las cosas mejoraran

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Miró a Brooke que lucía bastante enfadada y se pasó las manos por el cabello sin saber qué decir para que las cosas mejoraran.

—¿Estuviste con ella? —preguntó—. ¿Es cierto que tuvieron una relación?

   Maddox escuchó la pregunta y tuvo miedo de responder, el mismo miedo que sentía al verse acorralado minutos antes por Pepper.

  La miró unos segundos antes de determinar su respuesta.

—Nunca he tenido nada que ver con ella. —Mintió—. No sé de dónde ha sacado semejante estupidez pero está claro que está loca.

—¿De dónde la conoces? —preguntó de nuevo.

  Le dieron ganas de salir corriendo ante el interrogatorio pero se negaba a dejar las cosas así y más cuando ella estaba visiblemente molesta.

—Debe dinero al casino. —Volvió a mentir—. Me debe lo suficiente para atreverse a calumniar.

   La mirada de Brooke se suavizó un poco y se acercó a él dejando que su cabeza se recostara en su pecho.

   Abrazó su cintura con fuerza mientras los brazos de Maddox la apretaron fuerte a su cuerpo.

  El miedo que atenazaba a Maddox era completamente desconocido para él aunque suponía que se debía a que temía que todo su plan de viniera abajo; sin embargo, tampoco se sentía bien de mentirle de esa manera tan descarada pero la sola idea de que ella se alejara de él solo un segundo le causaba pánico y seguía sin entender el porqué.

   Permaneció abrazado a ella mientras acariciaba su espalda y ella se aferraba a su cuerpo como si supiera que lo necesitaba.

—Ella no me ha hecho dudar —dijo poniendo una mano en su desbocado corazón—. No he dudado ni un segundo de que solo buscaba perjudicarte pero temo que has hecho muchos enemigos y eso sí que me atemoriza un poco.

   Se sintió aún más miserable al escucharla decir eso, más cuando no sabía que alguien como Brooke pudiera ser tan buena.

   Dejó un beso en su frente y tomó su mano guiándola fuera de la cocina y pasando frente a sus amigos que estaban sentados en una de las mesas conversando.

  Para nadie pasó desapercibido que la llevaba de la mano pero omitieron cualquier comentario.

  Sobre todo Max que seguía coqueteando de forma descarada con Brooke.

   Se apresuró a salir y pasar de largo la salida hasta la puerta donde el estacionamiento privado estaba.

   No soltó su mano nunca, al contrario, la apretó con más fuerza hasta saber que estaba a salvo.

  No sabía de qué la protegía pero sentía la necesidad imperiosa de hacerlo.

—¿A dónde vamos? —inquirió Brooke sonriente.

Complacer al diablo. (serie El club de los desterrados 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora